RIA NOVOSTI
El "escándalo de espías" entre Washington y Moscú, con la detención de un grupo de presuntos agentes de inteligencia de Rusia, pretende frenar el acercamiento entre ambos países, coincidieron expertos rusos.
El "escándalo de espías" entre Moscú y Washington estalló pocos días después de que el presidente ruso, Dmitri Medvédev, visitó EEUU y mantuvo negociaciones con su homólogo estadounidense, Barack Obama. De momento, se desconoce qué clase de información clasificada transmitían los 11 acusados de espionaje a favor de Rusia, ni tampoco si su labor vulneró la seguridad de EEUU.
Según el diputado Vladímir Kolesnikov, el escándalo de presuntos espías ocurrido unos días después de la visita a EEUU del presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, "no es una casualidad".
"Desgraciadamente, en Estados Unidos hay personas que vive en el pasado y no se ha desprendido del equipaje de la guerra fría y doble rasero. Por ello, el acercamiento con la llegada al poder de presidentes jóvenes que buscan desarrollar las relaciones entre ambos países de forma constructiva, fue acogido inadecuadamente, por decirlo de alguna manera", opinó el parlamentario.
Kolesnikov señaló que el presente incidente tiene como el fin retroceder las relaciones ruso-norteamericanas a los tiempos de la "guerra fría" y es, en primer lugar, "un golpe contra el presidente Obama".
La opinión del diputado ruso fue apoyada por otros expertos del país. Así, según el director del Centro de Defensa Internacional (Instituto de Economía Mundial y Relaciones Exteriores de Rusia), Alexei Arbatov, el "escándalo de espías" pretende dañar el prestigio de Obama entre la cúpula política de Rusia.
"Ese escándalo fue armado para ponerle (a Obama) en un apuro y obligarle a echar una gota de ácido al balde de miel de las relaciones ruso-norteamericanas", aseguró Arbatov.
Al mismo tiempo, el director del Instituto de Evaluaciones Estratégicas, Serguei Oznobischev, afirmó que el incidente con supuestos espías es "cosa de fuerzas políticas que tradicionalmente se pronuncian en contra del acercamiento entre Moscú y Washington y la ratificación del nuevo tratado sobre el desarme nuclear".0
El "escándalo de espías" entre Moscú y Washington estalló pocos días después de que el presidente ruso, Dmitri Medvédev, visitó EEUU y mantuvo negociaciones con su homólogo estadounidense, Barack Obama. De momento, se desconoce qué clase de información clasificada transmitían los 11 acusados de espionaje a favor de Rusia, ni tampoco si su labor vulneró la seguridad de EEUU.
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