A los 50 años de Medellín
Hoy se cumplen 50 años
de la II Conferencia General del Episcopado Latinoamericano (CELAM),
clausurada en Medellín (Colombia) el 6 de septiembre de 1968. Uno de los
hitos más importantes de la historia eclesial contemporánea, junto al
Concilio Vaticano II del que afortunadamente bebió, y que hoy
lamentablemente ha perdido ése espíritu de apertura y liberación, por lo
que no está de más el recordarlo. Además de retomar el espíritu del
Vaticano II, es en Medellín que se da rango y reconocimiento a las
célebres CEB o Comunidades Eclesiales de Base, que ya existían
impulsadas por diversos sectores progresistas de la Iglesia. En ésta
conferencia se puede decir que renace una Iglesia, más profética, que
prima la opción por los pobres a los que pone en el centro, pero también
comienza una dura y larga etapa de incomprensión, oposición y tensiones
al interior de la misma Iglesia que terminó en persecución y martirio, a
la vez que heroísmo y dolor.
Dos son las iniciativas en las que como
miembro de Redes Cristianas estamos participando con motivo de tan
importante conmemoración. La primera “Rumbo a Medellín: 50 años de Opción por los Pobres” http://www.redescristianas.net/redes-cristianas-participara-en-la-celebracion-rumbo-a-medellin-27-31-de-agosto-de-2018-en-medellin-colombia/
es la iniciativa que, desde hace meses, estamos manteniendo en la
propia Medellín; y la otra, el evento que se estamos preparando desde la
Red Europea Iglesia por la Libertad, en Aparecida (Brasil), para
noviembre de 2018, continuación del “Council 50” que ya conmemoramos con
motivo del Vaticano II.
Como recogíamos ésta semana en el
editorial de FUNDALATIN, (ONG por la defensa de los DDHH de la que soy
delegado en España) dentro del programa radiofónico “llegó la hora”,
tenemos que recoger el legado de Medellín-68 y caminar hacia un nuevo
Xmo liberador o estamos perdidos. Porque en un mundo cargado de
conflictos, con intentos de regresiones a actitudes racistas, xenófobas,
con muros de intolerancia y distorsiones mediáticas generadoras de
angustia y desesperanza hacia los sectores más popularesy empobrecidos,
las comunidades de buena voluntad del mundo, tenemos que conmemorar
éstos 50 años para no olvidar lo que llevaron al Continente de
la Esperanza, que no fue otra cosa que ése espíritu o viento liberador
del Concilio Ecuménico Vaticano II, que habían impulsado Juan XXIII y
Paulo VI.
Actualmente, la población de Brasil intenta recuperar
el camino solidario luchando por la libertad de su líder Lula. Apoyado
por comunidades eclesiales de base y movimientos sociales de la Patria
Grande. Con Adolfo Pérez Esquivel solicitando se le otorgue el Premio
Nobel de la Paz. La Población venezolana, por su parte, intenta superar
medidas unilaterales de potencias mundiales e intentos de magnicidio
contra su presidente Maduro, tendientes a interrumpir su camino
constitucional de pacificación y reconversión económica con integración
solidaria.
Este camino popular requiere superar intentos
opresores de generar desesperanza y repotenciar la espiritualidad
liberadora. Recordaba desde Brasil el teólogo Leonardo Boff: “Le
preguntaron a Jeremías: «¿Tú tienes esperanza?», a lo que él respondió:
«Tengo la esperanza de que el rey Ciro, con todo su poder, no podrá
impedir que nazca el sol». Y yo añadiría: no podrá impedir el amor y los
niños que de ahí nacerán y renovarán la especie humana… Saldremos
purificados, más fuertes y con un mayor sentido del destino al que está
llamado nuestro país, para beneficio de todos, empezando por los más
pobres, y para toda la humanidad. (Boff. L. Crisis política y desesperanza general. Koinonía. 18.08.2018).
Hace 50 años, obispos profetas de Nuestra América iniciaron un camino
pleno de esperanza transformadora. En palabras de mi buen amigo, teólogo
y hermano Juan José Tamayo, “Medellín constituye una referencia
obligada para los países latinoamericanos porque defiende sin ambages
los derechos humanos al tiempo que denuncia sus violaciones, propicia la
democratización del continente al tiempo que critica las tendencias
dictatoriales, aboga por un modelo de desarrollo solidario al tiempo que
critica al capitalismo, devuelve a esos países a sus propias raíces e
identidades culturales, al tiempo que los orienta hacia la nueva
civilización que entonces estaba gestándose” (Tamayo JJ. Medellín Rumbo a la Liberación. Universidad Carlos III. Madrid. 2018).
Esfuerzo que 50 años después y tras un largo período de “invierno eclesial”
, resucita en el trabajo de las comunidades eclesiales de base y en
todas aquellas de una espiritualidad ecuménica liberadora, a partir de
ejemplos como los de Martin Luther King u Oscar Romero, con movimientos
sociales que impulsan una Diplomacia de los Pueblos, intentos de
integración solidaria como los de ALBA y CELAC y esfuerzos constructores
de paz responsable con la gente y con la Madre Tierra, como el
impulsado por el Papa Francisco.
Mi hermano Jesús Bonet, en el
último número de la Revista UTOPIA cuyo consejo de redacción
compartimos, titulaba sobre el tema “Mayo del ’68, Medellín ’68: 50 años
de utopías, desencantos y esperanzas” (artículo que recomiendo leer en
éste enlace) recordaba que desafortunadamente “La historia, se olvida.
Así… “Reagan, Thatcher y los Bush, en el terreno político y económico, y
Juan Pablo II, en el terreno religioso-social, emprendieron la
reconquista. La violencia (política, económica o de conciencia) y el
miedo intentaron enterrar todos los sueños. Difícilmente podrá
encontrarse un papa que haya citado más veces la frase evangélica “No
tengáis miedo” y que, al mismo tiempo, haya tenido más miedo que otros
papas: miedo a que se le escapara el control dentro de la Iglesia, a las
reformas del Vaticano II, a los movimientos de izquierdas, a lo nuevo… Y
se echó en manos de movimientos religiosos conservadores y
ultraconservadores.
Y termino como lo hace el citado Bonet,
porque pese a todo, “… las esperanzas de hoy no están en quienes
mantienen la inercia del cristianismo cultural, ni en el espiritualismo,
ni en la ortodoxia de creencias o normas, sino en las personas que no
olvidan la historia y confían en la cooperación entre naciones y entre
religiones, en la democracia y el respeto a los derechos humanos, en el
trabajo por una sociedad laica, plural y multirreligiosa, abiertas a
todo tipo de interrogantes y cuya identidad es la referencia a la
persona de Jesús de Nazaret”.
PARA SABER MÁS:
- Crónica de Medellín: https://drive.google.com/file/d/0ByT71Hn8T6u0UEk2RHRKSkdUNVk/view
- Jesús Bonet: Mayo del ’68, Medellín ’68: 50 años de utopías, desencantos y esperanzas http://www.revistautopia.org/reflexion-mayo-del-68-medellin-68-50-anos-de-utopias-desencantos-y-esperanzas/
- Crónicas desde Medellín (I): El grito de los pobres, gritos por la vida por Juan José Tamayo. http://www.redescristianas.net/cronicas-desde-medellin-i-el-grito-de-los-pobres-gritos-por-la-vidajuan-jose-tamayo-director-de-la-catedra-de-teologia-y-ciencia-de-la-religiones-ignacio-ellacuria-universidad/
- Crónicas desde Medellín (II): “Medellín, evangelio puro y luz en medio del apagón de América Latina” por Juan José Tamayo http://www.redescristianas.net/cronicas-desde-medellin-ii-medellin-evangelio-puro-y-luz-en-medio-del-apagon-de-america-latinajuan-jose-tamayo-director-de-la-catedra-de-teologia-y-ciencia-de-la-religiones/
- Crónicas desde Medellín (III): Petición de perdón a Dios y a las víctimas de la Iglesia en Él por Juan José Tamayo… http://www.redescristianas.net/cronicas-desde-medellin-iii-peticion-de-perdon-a-dios-y-a-las-vcitimas-de-la-iglesia-en-eljuan-jose-tamayo/
- La “memoria generadora de Medellín” moviliza a la Iglesia latinoamericana y caribeña en el III Congreso Continental de Teología. http://www.amerindiaenlared.org/contenido/13157/la-memoria-generadora-de-medellin-moviliza-a-la-iglesia-latinoamericana-y-caribena-en-el-iii-congreso-continental-de-teologia/?utm_source=Amerindia&utm_campaign=dbbad8a818-EMAIL_CAMPAIGN_2018_08_31_02_00&utm_medium=email&utm_term=0_157c957042-dbbad8a818-32418379
Luis Angel Aguilar es autor de LA TERCA UTOPÍA https://luisangelaguilar.blogspot.com/
@luigiaguilar https://twitter.com/luigiaguilar
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