Por Jorge Luna
Montevideo, 15 nov
(PL) La más reciente encuesta nacional sobre el consumo de drogas por
estudiantes de enseñanza media, divulgada hoy, reveló que el 56 por
ciento de los que probaron marihuana continúa su fumándola ocasional o
frecuentemente. Según la Junta Nacional de Drogas ese sondeo
registró que el 16,4 por ciento de los estudiantes experimentó con
marihuana alguna vez en la vida y el 7,5 por ciento son adictos
habituales.
Asimismo, que de los estudiantes que consumieron una sustancia ilegal
en el último año, el 97,8 por ciento sólo lo hizo con esas hojas.
En general, la encuesta indicó que más de 20 mil personas usan
diariamente marihuana en Uruguay y otras 75 mil lo hacen habitualmente.
Con estos y otros datos la Comisión Especial sobre Drogas y Adicciones
de la Cámara de Diputados comenzó a estudiar el polémico proyecto
gubernamental para la legalización y control de esa droga (producción,
distribución y venta).
La propuesta, defendida por el
presidente José Mujica como una forma de combatir el narcotráfico,
tiene 37 artículos que, según los observadores del Parlamento, llevarán
a los legisladores a protagonizar largas discusiones.
Mujica
subrayó la semana pasada que "por la vía represiva es una guerra
perdida, se está perdiendo en todas partes", y agregó: "lo que me
asusta es el narcotráfico, no la droga".
Algunos legisladores
ya manifestaron su rechazo al proyecto, que consideran "una gran
improvisación por parte del oficialismo en una materia delicada".
Los parlamentarios del gobernante Frente Amplio, sin embargo, se
mostraron abiertos a negociar la redacción de algunos artículos para
ampliar la base de consenso.
Otros, aun indecisos, pidieron tiempo para estudiar detenidamente el proyecto antes de pronunciarse.
Según trascendió, entre las distintas iniciativas del proyecto figura
la venta máxima de 40 gramos de marihuana por mes por persona, previo
registro en una base de datos.
Asimismo, el proyecto inicial autoriza el autocultivo de esas plantas sin precisar cómo será su regulación.
El Estado asumiría el control de la importación, exportación,
plantación, cultivo, cosecha, producción, adquisición, almacenamiento,
comercialización y distribución de cannabis o sus derivados.
Para ello, crearía el Instituto Nacional del Cannabis (INCA)
responsable del otorgamiento de licencias a los interesados en la
plantación de marihuana, además de una oficina de monitoreo que informe
anualmente al Parlamento.
El proyecto, aseguraron fuentes
parlamentarias, no establece precios de venta, pero es probable
-dijeron-- que serán similares al que ya existe en el mercado ilegal.
Los promotores del proyecto, quienes rechazan la promoción del consumo,
dicen aspirar a una política sanitaria que prevenga y opere contra el
consumo abusivo de la sustancia, a la vez que la separe del mercado
negro de la droga.
Aunque son muchos y muy delicados los temas
a discutir en las próximas semanas, el Gobierno aspira a que la Cámara
de Diputados apruebe el proyecto antes de fin de año, tras lo cual debe
ser aprobada por el Senado, el primer semestre del 2013.
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