El escenario político postfallo de la CIJ

sobre el reclamo marítimo

El fallo de la Corte Internacional de Justicia no resultó el que esperaban los bolivianos. Por mayoría, el Tribunal rechazó la demanda del país andino, que planteaba que Chile estaba obligado a negociar una salida soberana al mar. Tras la desazón inicial, comenzaron las previsibles revanchas políticas y la búsqueda de réditos.
Enmarcadas en una confrontación de larga data entre los gobiernos de Chile y Bolivia, las expresiones de Sebastián Piñera apuntaron a socavar la gestión de su par boliviano. La militancia diplomática de Piñera en contra de los gobiernos progresistas de la región encontró en la victoria judicial más herramientas para descalificar a Evo Morales. Sostuvo, básicamente, que éste había creado falsas expectativas entre la población -con la consecuente frustración, de la que sería responsable-, y que todo ello era resultado de la ambición política del presidente y de la falta de pericia diplomática de su Gobierno al decidir llevar el reclamo a la Corte[1].
 En el plano interno, los principales cuestionamientos de los opositores no trascendieron las primeras semanas postfallo y tampoco tuvieron concreciones institucionales. El primer punto fue la exigencia de dar a conocer cuánto le había costado al Estado boliviano la ‘aventura’ de judicializar el reclamo marítimo. Uno de los portavoces fue el -posteriormente declarado- precandidato presidencial, Jaime Paz Zamora, quien puso en duda los números publicados por la Dirección de Reivindicación Marítima, que sumaron un total de 14 millones de dólares desde 2011. Prometió iniciar una auditoría al respecto, pero desde entonces -comienzos de octubre- hasta la fecha, el ímpetu parece haber quedado atrás. Lo mismo ocurrió con la iniciativa de algunos legisladores de la oposición, principalmente del Movimiento Demócrata Social, que buscaron que Morales compareciese ante la Asamblea Plurinacional para dar explicaciones[2].
 ¿Cómo impactó el fallo de la CIJ sobre la precandidatura de Evo Morales? El último relevamiento de Ipsos señala que casi la mitad de los bolivianos cree que el impacto será negativo (ver tabla 1). Sin embargo, la cercanía del relevamiento (del 3 al 15 de octubre) con la decisión tomada en La Haya puede indicar una desactualización del dato, en consonancia con la merma de protagonismo del tema en los medios de comunicación y las redes sociales desde mediados de octubre[3]. En el Gobierno, por su parte, destacan el reclamo marítimo como una causa de todos los bolivianos, la voluntad de reabrir el diálogo con el Gobierno chileno y la necesidad de profundizar la búsqueda de alternativas para el comercio marítimo de Bolivia. El mensaje de los políticos no oficialistas involucrados en las negociaciones, como el precandidato y exvocero de la causa, Carlos Mesa, también apuntaron en esa dirección: se hizo lo mejor posible[4].

Encuentros y desencuentros electorales rumbo a las primarias

Camino a las primarias, el tema que el arco político discute es fundamentalmente otro: la reelección, en la que poco se menciona el desenlace judicial por la salida soberana al mar.

Las primarias

Las elecciones primarias están establecidas para el domingo 27 de enero de 2019. El proceso será administrado por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) y participarán todos los partidos políticos registrados, siendo éste un hito necesario para concurrir a las elecciones generales. Los partidos tienen hasta el próximo 28 de noviembre para registrar a los candidatos que disputarán internas y el 8 de diciembre el Tribunal deberá publicar las listas de los candidatos habilitados e inhabilitados. Cabe destacar que la normativa electoral establece que sólo los militantes de cada partido pueden impugnar a los candidatos de su organización.
Polémica por cambios en el TSE
El pasado 22 de octubre renunció sorpresivamente a su cargo la presidenta del TSE, Katia Uriona. En su misiva de despedida, Uriona -comunicadora y activista feminista, destacó los logros de la institución durante su gestión, pero señaló que “en esta etapa, la Sala Plena, instancia colegiada y máxima para la toma de decisiones, ha llegado a una situación de estancamiento en la toma de decisiones referido a temas fundamentales para el resguardo de la institucionalidad”. La renuncia causó revuelo porque la oposición denunció que el alejamiento de Uriona respondía a presiones políticas sobre el Tribunal para que avalara la candidatura de Evo Morales y García Linera contrariando, según ellos, la voluntad popular expresada en el 21F[5]. Carlos Mesa interpretó el hecho como “una grave crisis de Estado”, y Tuto Quiroga señaló la necesidad de reestructurar completamente el organismo electoral. Uriona fue reemplazada por la aymara María Eugenia Choque, licenciada en Trabajo Social y magíster en Historia Andina. Su designación causó polémica porque Choque fue ministra interina de Asuntos Indígenas y Pueblos Originarios en el Gobierno de Mesa, actual candidato a la Presidencia por el Frente Revolucionario de Izquierda (FRI).
De este modo, quedan menos de 20 días para el esclarecimiento del mapa de las candidaturas para disputar las primarias. Hasta el momento, hay algunas definiciones y muchos desencuentros, particularmente en la oposición.

¿Con quién bailan los candidatos?

Sin dudas, Mesa es, por el momento, el candidato mejor posicionado en las encuestas (25%), por detrás de Evo Morales (39%). El pasado 6 de octubre, el expresidente anunció su candidatura a la Presidencia tras cerrar un acuerdo con el Frente Revolucionario de Izquierda (FRI), un partido que lleva 40 años operando formalmente en la vida política boliviana y que, con el tiempo, fue perdiendo toda raíz de izquierda y se ha vuelto muy minoritario. La retórica electoral de Mesa está centrada en mensajes como “fin de ciclo”, “Morales representa el pasado” y “respeto al resultado del referéndum”. Días atrás, el 30 de octubre, Mesa y Luis Revilla, alcalde de La Paz y líder de Soberanía y Libertad (Sol.bo), acordaron una nueva alianza, denominada Comunidad Ciudadana, por la que concurrirán juntos a las elecciones primarias[6]. También han manifestado el apoyo a Mesa dirigentes cocaleros de los Yungas, agrupaciones de maestros rurales y otros colectivos, organizaciones y movimientos de las principales ciudades del país[7].
Mesa aun no ha conseguido la adhesión de las organizaciones políticas de peso. Si bien la prensa dominante señala que la falta de acuerdos en esta instancia se debe a que no hay coincidencias en cuanto a ciertas ‘banderas’, como el federalismo y el pacto fiscal, es de suponer que la famosa ‘unidad’ no haya prosperado hasta el momento por razones de cálculo electoral. A casi un año de la primera vuelta electoral mucho puede suceder en un proceso que será clave para Bolivia y la región.
 Lo que marcará la tónica de la carrera electoral será, por un lado, la comunión de esfuerzos locales e internacionales para evitar que Evo Morales se postule o, en caso de no conseguirlo, que alcance nuevamente la Presidencia; por otro, las pujas en el arco opositor que, de quedar Mesa o Morales fuera de la carrera, podrían ver mejorar su performance en las encuestas -aunque este último escenario es poco probable-. De todos modos, de lograrse la ‘unidad’ antes de las primarias, costará mucho mantenerla sin fisuras durante 11 meses, dada la vocación atomizante de la derecha boliviana.
Lava Jato en Bolivia
La operación Lava Jato se ha colado en la campaña electoral boliviana. La comisión legislativa multipartidaria que desde el pasado mes de abril investiga los alcances de la operación Lava Jato en el país andino señaló a Carlos Mesa y otros exfuncionarios como involucrados en la trama de corrupción. Se trataría de coimas pagadas por las empresas Camargo Correa y Odebrecht a funcionarios de los gobiernos de Carlos Mesa y Rodríguez Veltzé para conseguir la adjudicación de la construcción de la carretera Roboré-El Carmen[8]. Mesa sostiene que es una persecución del oficialismo para borrarlo de la contienda electoral y tapar las supuestas irregularidades cometidas en los gobiernos de Morales y Rodríguez Veltzé con las constructoras brasileñas. Sin embargo, legisladores de UD también han instado al exmandatario a que se presente ante la Justicia a hacer su descargo. En caso de que el informe de investigación sea aprobado en el Legislativo, debe ser investigado por la Fiscalía.
Así, las principales figuras de la oposición no están dispuestas, por ahora, a formar un gran frente electoral común sin perder protagonismo. A pesar de los diálogos y negociaciones de última hora para constituir una gran alianza, ayer 13 de noviembre – último día para registrar alianzas en el TSE- quedó claro que no hay acuerdo: el Movimiento Demócrata Social (MDS), de Rubén Costas, y Unidad Nacional (UN), de Samuel Doria Medina, concurrirán a las primarias en paralelo a Mesa y Revilla. Renovando su unión inaugurada en 2014, MDS y UN conformaron así el segundo bloque de alianzas electorales, denominado Bolivia Dice No[9]. El resto de candidatos se presentará sin alianzas partidarias.
Han anunciado sus candidaturas el expresidente Paz Zamora, por el Partido Demócrata Cristiano (PDC), quien competiría en las internas con la diputada Norma Piérola; el exvicepresidente de Sánchez de Lozada, Víctor Hugo Cárdenas, por Unidad Cívica Solidaridad[10]; y Félix Patzi por el Movimiento Tercer Sistema (MTS)[11].
Por su parte, el Movimiento al Socialismo ha indicado que la fórmula será, nuevamente, la de Evo Morales y Álvaro García Linera, que será ya la cuarta vez que se presenta a las elecciones presidenciales. Según la última encuesta de Ipsos, la aprobación de la gestión de Morales (56%) sigue siendo mayor que su desaprobación (40%) para el total de Bolivia. Al observar el desempeño en las principales ciudades las cifras varían: de los 10 distritos relevados, Evo mantiene un margen positivo en 4 de ellos (La Paz, El Alto, Cochabamba y Trinidad). En relación al pasado año, su valoración ha mejorado sólo en las mencionadas ciudades, destacando los 23 puntos porcentuales más en Cochabamba. Su desaprobación es mayoritaria, destacando Tarija (77%) y Sucre (83%), así como el incremento de 33 puntos porcentuales de desaprobación en Cobija.
Las cifras totales también varían según los distritos relevados sean rurales o urbanos. En los primeros, la tasa de aprobación es del 70% (un punto menos que el año pasado) y la de rechazo a su gestión es del 24% (también con un punto porcentual menos). En las zonas urbanas, las tasas de aprobación y desaprobación son iguales (48%).
 Álvaro García Linera tiene una tasa de aprobación del 46% en el total de Bolivia, tasa menor en 4 puntos porcentuales respecto del mismo mes del pasado año. El índice de desaprobación a su gestión pasó del 46% en octubre de 2017 a 50% en octubre del presente año.

 ¿A quién prefieren los bolivianos?

 Tras casi tres meses sin información cuantitativa actualizada, Ipsos publicó la mencionada encuesta sobre intención de voto, cuyos datos fueron recabados entre el 3 y el 15 de octubre[12]. Las variaciones a nivel nacional con el relevo anterior son sustantivas: los dos punteros, Evo Morales y Carlos Mesa, que sólo tenían dos puntos porcentuales de diferencia en favor del primero, hoy ven acrecentada la diferencia. El actual mandatario cuenta con un 39% de intención de voto (29% en agosto), mientras Mesa cayó de 27% a 25%, con lo que la diferencia ha escalado 15 puntos porcentuales y se ubica en 17% a favor de Evo.
A los demás contendientes no les ha ido mucho mejor que a Mesa en el nuevo relevamiento general. Samuel Doria Medina, que ocupaba en agosto el tercer puesto en intención de voto pasó de 9% a 4%, siendo superado actualmente por Rubén Costas, que tiene 6% (perdió un punto porcentual). Tuto Quiroga -quien aun no descarta postularse- mantiene el 3%, y los demás nombres mencionados en la encuesta anterior -Waldo Albarracín, Félix Patzi y Luis Revilla (aliado con Mesa)- hoy están dentro de la opción ‘otros’, que secunda un 7% de los entrevistados.
Diseccionando la intención de voto en las ciudades de Bolivia consideradas por la encuesta, el crecimiento de los dos principales precandidatos es generalizado, aunque en proporción el crecimiento es notablemente mayor para Mesa. A la fecha, éste lidera en La Paz (43%), Sucre (73%), Oruro (53%), Tarija (50%) y Potosí (34%). El mayor aumento entre agosto y octubre se ha dado en La Paz (16 puntos), Oruro y Tarija (15 puntos), en tanto el declive más pronunciado se ha dado en Potosí (-6%). Morales, por su parte, lidera en El Alto (44%), Cochabamba (42%), Trinidad (27%) y Cobija (33%); en Santa Cruz está segundo con el 19% tras Rubén Costas (20%), y Mesa tercero (18%) Es de destacar el gran descenso en intención de voto en Tarija (-23 puntos porcentuales).
En cuanto a totales según zonas rural y urbana, en ambas lidera Evo Morales, con 53% y 32%, respectivamente. Carlos Mesa va segundo con 15% en las zonas rurales y 29% en las zonas urbanas. Rubén Costas ocupa el tercer lugar con 4% y 7%, respectivamente.

Consideraciones finales

 Para el 6 de diciembre, dos días antes de la fecha en que el TSE publicará las listas definitivas de candidatos para las elecciones primarias, está previsto un paro cívico ‘por el 21F’. Las expectativas de los opositores al Gobierno están puestas en que este organismo ‘respete’ la voluntad popular que, en el referendum, rechazó por poco margen la repostulación de Morales y Linera[13]. Previsiblemente, las presiones hacia el TSE se conviertan en abiertas acusaciones de cooptación institucional por parte del MAS hasta la celebración de las elecciones, con las consecuentes estrategias internas y externas de desestabilización ya probadas en otras latitudes. En esta contienda histórica que se avecina, la oposición aun no consigue unirse. Por el momento, la única voluntad que los aglutina -desterrar del poder al MAS-, no parece ser suficiente para lograr acuerdos. Carlos Mesa sigue siendo el preferido de los votantes opositores (25%) y los representantes de las otras dos siglas políticas, Doria Medina y Rubén Costas, suman hoy un 10% de la intención de voto. Pero nada está dicho a casi un año de las elecciones.

__________ [1] https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-45715199 [2] https://mundo.sputniknews.com/americalatina/201810041082461502-oposicion-boliviana-pide-informe-derrota-la-haya/ [3] Sobre el tema ha sido fundamentalmente el silencio del Gobierno chileno respecto de la petición boliviana de continuidad del diálogo. [4] http://www.lostiempos.com/actualidad/pais/20181001/mesa-fallo-haya-hicimos-que-creiamos-adecuado-dando-mejor [5] https://www.eldeber.com.bo/bolivia/TSE-se-queda-sin-presidenta-y-crece-la-desconfianza–20181022-9542.html [6] https://www.eldeber.com.bo/bolivia/Carlos-Mesa-y-Luis-Revilla-firman-alianza-de-cara-a-las-elecciones-primarias-20181030-8304.html?fbclid=IwAR0ttN4wTwcppESVQpUrZwwiQvB7r6hWmrSc8O2AT1fOfg3sIZ1iUhx0_b8 [7] http://correodelsur.com/politica/20181018_mesa-suma-adhesiones-y-tuto-pide-definir-en-julio.html [8] https://elpais.com/internacional/2018/11/07/actualidad/1541617648_744159.html [9] http://www.la-razon.com/nacional/animal_electoral/Democratas-Elecciones_2019-Bolivia-Ruben_Costas-Samuel_Soria_Medina-candidatura_0_3036896306.html [10] http://correodelsur.com/politica/20181018_victor-hugo-cardenas-sera-candidato-en-alianza-con-ucs.html [11] https://erbol.com.bo/noticia/politica/10112018/patzi_es_ratificado_como_candidato_por_el_mts [12] Se encuestaron 1.000 personas de las nueve ciudades capitales, El Alto, 6 localidades urbanas y 14 localidades rurales. Tiene un margen de error del 3,1%. [13] https://www.celag.org/bolivia-configuraciones-iniciales-contienda-presidencia/