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miércoles, 9 de junio de 2010

Bajo la Lupa

Israel-patía: ¿lastre para EU y el mundo?

Alfredo Jalife-Rahme

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Protesta en Estrasburgo, Francia, por el asalto israelí a un barco de ayuda humanitaria que iba a la franja de Gaza el 31 de mayo pasadoFoto Reuters

Antecedentes: el término Israel-patía que acuñamos (ver Bajo la Lupa, 6.6.10) ha gustado mucho, visto por las entusiastas reacciones de los dilectos lectores de La Jornada.

Forma parte de la Israel-patía que, mientras la dupla Netanyahu-Lieberman se ganaba la máxima cotización de la condena universal debido a su piratería homicida del barco turco de pacifistas activistas, cundía la euforia en la Bolsa de Tel Aviv por el suculento descubrimiento de gas frente a las costas israelíes (Haaretz, 31.5.10), extensivo a las pletóricas reservas de gas en la franja de Gaza palestina hoy sitiada por cielo, mar y tierra por el Estado sionista (Detrás de la guerra de Israel contra Gaza: el gas, Bajo la Lupa, 28.1.09).

Hasta la revista filosionista neoliberal británica The Economist (3.6.10) colocó en su portada la mentalidad de estado de sitio de Israel, en la fase de Netanyahu, quien vive detrás de sus alambres paranoicos de púas con los que se ha cercado.

Dicha mentalidad de alambre de púas refleja la intensa paranoia de la Israel-patía donde destaca la anterior profesión de guarura de cabaret del canciller (sic) Avigdor Lieberman, lo cual ha llevado al patético aislamiento del Estado sionista y golpea las entrañas del establishment militar de EU donde el cinismo del sionismo financiero global ha abusado del control que ejerce en el Congreso (mediante el cabildeo antipatriota de AIPAC, más leal a Israel que al país que los refugió), sus omnipotentes multimedia, Hollywood, la banca de Wall Street (v.gr el felón banquero Bernard Madoff, la maligna banca de inversiones Goldman Sachs, la aseguradora AIG, etcétera), la Reserva Federal, el FMI y el Banco Mundial –hasta la OCDE que teledirige Jacob Aharon Frenkel (quien epitomiza los intereses sionistas de JP Morgan, AIG, Merrill Lynch, FMI, el banco central de Israel y la Universidad de Chicago) a través de su instrumento tropical: el tamaulipeco zedillista-cordobista Ángel Gurría Treviño, uno de los principales demoledores de la banca mexicana para favorecer al banco sionista Goldman Sachs.

Hechos:

Jim Lobe, equilibrado analista de asuntos internacionales de IPS (3.6.10), aborda un tema considerado tabú –debido al otrora blindaje inexpugnable de 62 años, hoy totalmente desfondado, que habían eregido los multimedia sionistas globales (incluido Televisa, un canal donde pululan los comentaristas de la Israel-patía)–: Crecen las dudas sobre el valor de Israel como aliado de EU.

Desde el clásico libro escrito en 2007 sobre el pernicioso cabildeo israelí y la política exterior de EU, de dos insignes politólogos, John J. Mearsheimer y Stephen M. Walt, el debate se ha acentuado vertiginosamente debido al mesianismo bélico de la dupla Netanyahu-Lieberman de gatillo fácil.

¿Sirve realmente Israel a los intereses estratégicos de EU que están siendo arrastrados al aislamiento del Estado sionista carente de humildad, remordimiento y penitencia?

Lobe cita a Meir Dagan, mandamás del vilipendiado espionaje foráneo del Mossad (cuyas jeremiadas habíamos expuesto en Bajo la Lupa, 2.6.10), quien ante los comités de Relaciones Exteriores y de Defensa del parlamento confesó que Israel se está volviendo gradualmente (sic) de ser un activo a un lastre (sic) de EU, como consecuencia de la extinción de la URSS y el fin de la guerra fría.

Se equivoca rotundamente Dagan al revés: Israel, todavía sin el paroxismo de su sicopatología colectiva subsecuente, no aprovechó la corriente histórica que le favorecía para normalizar su presencia en el Medio Oriente al haber sucumbido lamentablemente en la Israel-patía: la khazarización de Palestina –colonización artificial por un millón de ex soviéticos de raza centroasiática que no es semita y que se convirtió a la religión judía– sumada del bushismo bélico controlado por Paul Dundes Wolfowitz y Richard Perle, al unísono de Bibi Netanyahu, mediante el Proyecto por un Nuevo Siglo Estadunidense (PNAC, por sus sigas en inglés).

La derrota del PNAC en todos los frentes –bélicos y financieros (a través de la banca sionista global)– puso en la picota a la matriz operativa de la Israel-patía: una enfermedad colectiva etnodemográfica de la geopolítica y las geofinanzas, hoy en pleno desgarramiento existencial que causa más daño que beneficio a sus progenitores y/o protectores en la antesala del nuevo orden mundial multipolar.

A nuestro juicio, el error estratégico de la Israel-patía consistió en no aprovechar la dinámica de la paz durante la unipolaridad y hoy, en la incipiente multipolaridad –que subsume las emergencias tanto del BRIC (Brasil, Rusia, India y China) como del BIT (Brasil, Irán y Turquía)–, pretende aplicar sus guerras mesiánicas paleobíblicas en forma unilateral y que ya perjudican a sus progenitores y/o protectores.

La israel-patía siempre ha hecho lo mismo, pero con mejor maquillaje hollywoodense, desde su creación desde hace 62 años por los banqueros esclavistas Rothschild; lo único que cambió es que tiene las corrientes históricas en su contra. Es la incipiente multipolaridad la que ha convertido a la Israel-patía en un lastre para EU, la Unión Europea, el Medio Oriente y el mundo.

¿Cuál es el beneficio de la Israel-patía para el género humano, ya no se diga la multipolaridad?

Lobe cita profusamente el ensayo ¿Israel, un lastre estratégico? (CSIS, 2.6.10), de Anthony Cordesman, miembro distinguido del poderoso Centro Estratégico de Estudios Internacionales (CSIS, por sus siglas en inglés), anterior consejero en seguridad nacional del senador republicano incondicional de Israel John McCain y, a su juicio, un centrista de los más respetados analistas del Medio Oriente en Washington.

La crudeza de Cordesman es brutal: En el mejor de los casos, un gobierno israelí que prosiga el camino de la paz provee algo (sic) de espionaje, algunos menores avances en tecnología militar y una potencial (sic) fuente de estabilidad militar que ayuda a Jordania (Nota: otra entidad monárquica artificial que no ha sido derrocada por la mayoría palestina justamente debido a la hipoteca sionista). ¡Eso y nada es lo mismo!

Viene la pontificación de Cordesman –en la línea del general David Petraus, quien reclamó a Israel poner en riesgo la vida de soldados estadunidenses en Irak y Afganistán: Es tiempo de que Israel se percate de que tiene obligaciones (sic) con EU, así como EU con Israel, por lo que debe ser más cuidadoso (sic) sobre la amplitud en la que pone a prueba la paciencia (sic) de EU y explota el apoyo de los judíos estadunidenses, ya que Israel debe ser sensible (sic) a que sus actos afectan los intereses estratégicos de EU en el mundo árabe y en el mundo islámico cuando debe tomar en cuenta que representa un interés estratégico terciario (¡supersic!) en un mundo demandante y complejo.

Finalmente, Lobe cita al influyente semanario National Journal que, en vísperas de la toma de posesión de Obama, realizó un simposio bajo la interrogante pertinente: ¿Es Israel un lastre estratégico para EU? Un sorprendente número de respetados analistas en seguridad nacional respondieron en forma afirmativa. Amén.

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