El Salvador: “Mons. Romero dio las bases para construir un país en paz y democracia”

Iván Escobar (COLATINO)

Convencido que la Iglesia –tanto evangélica como Católica- se han alejado de su verdadero rol en la sociedad actual, el padre Antonio López, cree que las bases para lograr construir un país en paz y democracia fueron expuestas tres décadas atrás por Monseñor Óscar Arnulfo Romero.En el marco de las actividades conmemorativas del 29 aniversario del crimen de Monseñor Romero, en la Cripta de Catedral Metropolitana, el padre Antonio, ofreció una charla en la cual consideró que las necesidades en el pueblo son muchas, y la iglesia las está ignorando.Sin tapujos y con la mayor convicción que le caracteriza, este religioso cree que la iglesia se ha convertido en un “instrumento” más del sistema consumista que actualmente impera en el mundo, y en El Salvador.

Producto de las economías neoliberales y métodos excesivos del consumismo, las iglesias han caído en este círculo, llevándose de encuentro a miles de personas que buscan esperanzadoramente respuestas a sus problemas.“El ídolo del poder del dinero tiene amarrada a la iglesia, eso es lo que existe”, aseveró.

Tras insistir que “el dios del mercado, es decir, el dios dinero necesita de construir una religión, iglesias inclusive funcionarios eclesiales, funcionarios religiosos que conviertan a la religión en un fin, que perdure y mantenga al gran dios del mercado, convirtiendo a la vez la religión en una idolatría, en un bien en sí mismo, en donde venda servicios religiosos para que la gente consuma bienes que les sientan felices, cómodos, tranquilos y que puedan convivir pacíficamente con el otro dios (dinero)”.El padre Antonio, de la parroquia San Francisco de Asís, de Mejicanos, considera que todo esto fue advertido a su vez por Monseñor Romero, de ahí una de las razones por las cuales también se le criticó.Ya que esta formación desde la iglesia, no vaya más que según el padre Antonio, a “ignorar” la realidad que se vive, los problemas sociales, económicos, y políticos de una sociedad que por ahora permanece dormida, pero que poco a poco retoma las palabras del “gran profeta” Monseñor Romero, un hombre que asegura “que nos apuntaba cuales deberían ser las bases de un verdadero país, que creciese en paz y en democracia, en donde la vida de las víctimas estuviese por encima”.

Además, aprovechó para hacer un llamado al nuevo gobierno, para que no cometa los mismos errores del gobierno actual, y evitar a dar paso a un ambiente de revanchismo o intolerancia, que al final reproduzca el modelo que hasta ahora ha imperado en las últimas dos décadas.“Nosotros tenemos que tener cuidado de no convertir al nuevo gobierno en un fin en si mismo, en la absolutización de bien. No, es un instrumento para poder trabajar por una sociedad más equitativa, más democrática, una sociedad en donde los pobres sean prioridad para este gobierno, esta euforia que hay ahora hay que aprovecharla y capitalizarla para trabajar por los más necesitados o la gente que está crucificada por la economía, y como dijo Monseñor Romero, hay que ir a la raíz, cambiando y revirtiendo el sistema económico salvadoreño, el problema de El Salvador es de raíz”, precisó.