Somos un Colectivo que produce programas en español en CFRU 93.3 FM, radio de la Universidad de Guelph en Ontario, Canadá, comprometidos con la difusión de nuestras culturas, la situación social y política de nuestros pueblos y la defensa de los Derechos Humanos.

miércoles, 18 de marzo de 2009

Paraguay: Esta película ya la vimos


José Antonio Vera
(especial para ARGENPRESS.info)

Hay actores nuevos, otra motivación y otro borrador, es innegable, pero el escenario es el mismo y el maquillaje también. Hasta ahora, la puesta en escena discurre muy lentamente y es incapaz de entusiasmar al grueso del público, que llegó ilusionado, esperanzado en el cambio que publicitaron los protagonistas principales.En poco tiempo, ¡qué pena!, apenas ocho meses, algunas manos prontas al aplauso comienzan a bajar, y los adherentes a disminuir, porque la obra no convence, aunque se aprecia que, entre muchos burócratas desganados, hay actores laboriosos y, algunos, hasta bien intencionados.La impresión, que se recoge entre los espectadores, pero también entre muchos que conforman el elenco, es que sus principales responsables van perdiendo la oportunidad histórica de conquistar ese sentimiento de pertenencia que genera el clásico carisma de masas del que se alimenta el compromiso social y político.

Para algunos, quizás los más exigentes, no por ellos equivocados, la actuación de la mayoría de los actores recuerda películas ya vistas, con alguna figura destacada, que hace excepción en una troupe mediocre, en el que el grueso sobresale por el mal gusto, la improvisación, suficiencia y el secular oportunismo de los avarientos.Al pueblo paraguayo, como a todos los pueblos del planeta, lo que más lo gana son los hechos, aunque algunos sean tenebrosos, como lo registra la historia humana, pero sin dudas que, en medio de los problemas cotidianos tan difíciles de resolver, los discursos vacíos desvalorizan aceleradamente las ilusiones y la palabra misma.

Múltiples hechos demuestran que, en este país mercosureño, con casi dos siglos de regímenes autoritarios y con largas décadas de represión y generalizada delincuencia institucional hay, no obstante, una reserva axiológica entre personas de todas las clases sociales que están aprendiendo a romper el silencio, la apatía y el miedo, que han observado durante muchas décadas.Desde finales del siglo XVI, las luchas montoneras dieron a Paraguay los primeros signos de Nación, pero la República recién existió entre 1815 y 1865, cuando la destrozó la invasión de Brasil, Argentina y Uruguay, al servicio del imperio británico. Desde entonces, subsiste el sueño de una refundación republicana.El pueblo comienza a reaccionarPrueba fehaciente de ese anhelo se dio el 20 de abril, hace casi un año, cuando el pueblo expulsó al Partido Colorado, amo absoluto en la pauperización y atraso del país durante 61 años, implosionado, fagocitado por sus profundas motivaciones tiránicas, la ignorancia en extremo penosa de sus dirigentes y la genuflexión y perversidad verificada fácilmente en todos sus actos.

El despertar de la conciencia colectiva del pueblo, que muy poco aprecian la dirigencia política y los medios de prensa, se está confirmando por la aparición de una actitud crítica frente al comportamiento del Estado, en especial del Ejecutivo. El único cambio, por ahora, se registra en el plano subjetivo de la población.Unas diez mil personas se han reunido estos últimos días en distintas regiones del interior del país, convocados por el novel Congreso Unitario Político y Social (CUPS), en actos que presentan como un primer paso de una plataforma de movilización popular envolvente, que culminará en Asunción.El CUPS, integrado por siete organizaciones sindicales, movimientos sociales y partidos políticos, tiene el propósito de elaborar un plan anticrisis, que represente la posición de la mayoría de la población, contrario al plan fondomonetarista elaborado por el influyente Ministro de Hacienda, Dionisio Borda.

Esas organizaciones reiteran la defensa y apoyo al proceso de cambios iniciado con la victoria electoral de Lugo y reclaman decisión al Gobierno para aplicar una reforma agraria integral, con la recuperación de ocho millones 712 mil hectáreas ocupadas en forma ilegítima, según la Comisión Verdad y Justicia.Asimismo, se comprometen a profundizar su lucha por la soberanía nacional, a partir del respeto de los derechos paraguayos sobre las represas binacionales con Argentina y Brasil, para lo cual consideran muy importante la solidaridad de las fuerzas progresistas de ambos países, como ya lo expresa el MST brasilero.Sin cambios solo se retrocedeHarta de la corrupción, de la inoperancia y de los abusos de los tres poderes del Estado, la mayoría votó por Fernando Lugo para Presidente porque el ex Obispo logró instalar una imagen de renovación y ganó cuotas de confianza entre un pueblo por años reprimido y testigo desarmado de la confiscación de la nación por una rosca mafiosa, indiferente a la creciente miseria de los sectores humildes.

Si, por efecto de una hipótesis mágica, la conformación de la Corte Suprema de Justicia, hubiera estado puesta a consideración del electorado, seguramente el país se habría evitado la vergüenza actual de verla conformada por Ministros que, sin el más mínimo pudor, se han auto designado inamovibles hasta sus 75 años.Hijo de una tradición centralista, con absoluto predominio de la presidencia, el pueblo pensó que Lugo, sólo, desde su puesto de mando, podía resolver la mayor parte de los problemas, una visión errónea alimentada por el desconocimiento de la Constitución Nacional, de 1992, que privilegió al poder parlamentario.La población se equivocó al prestar poca atención a la conformación del Legislativo, elegido en los últimos veinte años mediante listas-sábanas, trampa electorera con muchos candidatos desconocidos por el pueblo, pero familiarizados con la policía antinarcóticos y la que debería combatir el contrabando.Al recordarse este fin de marzo el décimo año del asesinato del Vicepresidente Luis María Argaña, en una calle de Asunción y, al día siguiente, en plena plaza del Congreso, de ocho jóvenes que defendían la democracia amenazada, muchas personas se han manifestado en distintos sitios del país, reclamando a Lugo que comience a cumplir sus promesas.

Casi al unísono, miles de campesinos llegaron a la capital, en su XVI marcha anual, para reclamar la reforma agraria, cada día más alejada, aunque fue uno de los caballos de batalla de la plataforma electoral de la ganadora Alianza Patriótica para el Cambio (APC), encabezada por el pastor católico.Desde el 15 de agosto, cuando Lugo asumió, las banderas populares, que la APC dijo hacer suyas, siguen sin concretarse y el pueblo comienza a desanimarse y a perder la paciencia, pensando que esto es algo de lo mismo, dado que el Gobierno, con una política tributaria cobarde, responde a las exigencias de la élite económica dominante.Las Plazas Uruguay, Italia, la del Parlamento y la de la Catedral, todas en pleno Asunción, están desbordadas por cientos de familias marginadas, que exhiben su profunda miseria, parte de una población de seis millones, con uno emigrado y más del 50 por ciento en situación caótica, según el Programa de la ONU para el Desarrollo (PNUD).

Los indígenas, que no llegarían a cien mil, sumadas las 17 etnias de todo el país, son parias, diezmados por el hambre, el alcoholismo, la tuberculosis y el sida, sin que el gobierno sepa qué hacer con ese drama social.Lugo prometió acabar con las injusticias y las desigualdades sociales, limpiar el país de delincuentes, en especial de las altas esferas y los enquistados en el Estado, barriendo los parásitos que reciben suculentos salarios de los entes autárquicos, pero nada de ello ocurre, aunque se diga lo contrario, aplicando algunas medidas que, a poco de ver, son más efectistas que efectivas.Vicios de los colorados se reeditan en varias empresas públicas, que de hecho no lo son porque, prisioneras de los partidos políticos funcionan como privadas, consecuencia de la aplicación del sistema de cuoteo partidario en la elección de sus autoridades y también del personal.Un ejemplo es la Administración Nacional de Puertos, donde fueron cesadas unas 180 personas que figuraban en el cobro de salario pero que nunca trabajaron.

El nuevo director contrató otra cantidad similar por el único mérito de pertenecer al Partido liberal o por parentesco o amistad con los otros grupos políticos de la APC.Algo similar ocurre en Aduanas, en las represas binacionales de Itaipú y Yaciretá y en algunos Ministerios y Secretarías de Estado. El acceso por concurso de méritos, los ascensos condicionados al rendimiento y la capacitación profesional del funcionariado, son otras deudas de la Alianza Patriótica con el pueblo.Redistribuir algo de la renta, en beneficio de los más pobres, impulsar la creación de puestos de trabajo, aunque sea de media jornada en labores de utilidad social, y estimular los emprendimientos productivos pequeños y medianos, figuran entre las medidas pensadas por Lugo y la parte progresista del Ejecutivo, pero sin ninguna ejecución hasta ahora.

Miles de niños siguen durmiendo en las calles.Las reivindicaciones gremiales son decepcionadas con buena voluntad, pero las reuniones con el mandatario tienen más olor a monasterio que a escenarios de lucha por imponer a la patronal el pago del salario mínimo a todo el personal y no sólo al 20 por ciento, como ocurre.Sólo un sector de la clase media alta puede enfrentar el costo del contenido de una canasta familiar, pero el Gobierno rechaza la propuesta sindical de recuperar parte del salarial, con un 25 por ciento de aumento, pagado en forma escalonada. Sibilinos hombres del Estado fingen reconocer la justicia del reclamo pero, de todas maneras, usted tiene razón pero marche preso.

Foto: Paraguay – El presidente Fernando Lugo con periodistas locales. /
Autor: Presidencia Paraguay

No hay comentarios: