Daniel Ryser
El
relator especial de la ONU para casos de tortura, Nils Meizer, detalla
por primera vez en esta larga entrevista su investigación sobre la
operación política y judicial para acabar con el fundador de Wikileaks
El relator especial de las Naciones Unidas (ONU) para la tortura, Nils Melzer. EFE
Una denuncia de violación que termina en el cajón justo a tiempo, la
presión del Reino Unido para no abandonar el caso, un juez parcial, la
detención en una prisión de máxima seguridad y tortura psicológica.
Julian Assange ha pasado por todo esto y pronto correrá el riesgo de ser
extraditado a Estados Unidos, donde se enfrenta a hasta 175 años de
prisión por exponer crímenes de guerra.
Por primera vez, el relator especial de la ONU sobre tortura y otros
tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, Nils Melzer, da
detalles de los polémicos hallazgos de su investigación sobre el caso del
fundador de Wikileaks, Julian Assange.
Nils Melzer, ¿por qué
el relator especial de la ONU sobre tortura se interesa en Julian Assange?
Eso mismo me
preguntaron recientemente en el Ministerio de Relaciones Exteriores de
Alemania: ¿esta es realmente su principal obligación? ¿Assange es víctima de
tortura?
¿Qué respondió?
El caso se encuentra
dentro de mis obligaciones de tres maneras diferentes: primero, Assange publicó
pruebas de tortura sistemática. Pero en lugar de ser perseguidos los
responsables de la tortura, se está persiguiendo a Assange. Segundo, él mismo
ha sido maltratado hasta tal punto que ahora muestra síntomas de tortura
psicológica. Y tercero, puede ser extraditado a un país que mantiene a las
personas como él en condiciones de prisión que Amnistía Internacional ha
calificado como de tortura.
En resumen: Julian
Assange destapó la tortura, él mismo ha sido torturado y podría ser torturado
hasta morir en Estados Unidos. ¿Y se supone que un caso así no forma parte de
mi área de responsabilidad? Más allá de eso, el caso es de importancia
simbólica y afecta a todos los ciudadanos de un país democrático.
¿Por qué no asumió el
caso mucho antes?
Imagine una habitación
oscura. De repente, alguien ilumina a un elefante en la habitación que
representa a los criminales de guerra, la corrupción. Assange es el hombre que
sostiene el foco. Los Gobiernos se quedan brevemente en estado de shock, pero
luego hacen girar el foco con acusaciones de violación.
Esta es una maniobra
clásica cuando se trata de manipular a la opinión pública. El elefante, una vez
más, desaparece en la oscuridad quedándose detrás del foco y, en su lugar,
Assange se convierte en el foco de atención y comenzamos a hablar sobre si Assange está patinando en la embajada o
si alimenta a su gato correctamente. De repente,
todos sabemos que es un violador, un hacker, un espía y un narcisista. Pero los
abusos y crímenes de guerra que descubrió se desvanecen en la oscuridad. Yo
también perdí mi enfoque, a pesar de mi experiencia profesional, que debería
haberme hecho estar más alerta.
Comencemos por el
principio: ¿Qué le llevó a tomar el caso?
En diciembre de 2018
sus abogados me pidieron que interviniera. Al principio, me negué. Estaba muy
cargado con otras peticiones y no estaba muy familiarizado con el caso. Mi
impresión, en gran medida influenciada por los medios de comunicación, también
estuvo influida por el prejuicio de que Julian Assange era de alguna manera
culpable y de que quería manipularme.
En marzo de 2019, sus
abogados se me acercaron por segunda vez porque cada vez había más indicios de
que pronto Assange sería expulsado de la embajada ecuatoriana. Me enviaron
algunos documentos clave y un resumen del caso y pensé que mi integridad
profesional exigía que al menos le echara un vistazo al material.
¿Qué pasó entonces?
Rápidamente resultó
evidente que algo no estaba bien. Mi amplia experiencia en asuntos legales me
decía que había una contradicción que no tenía sentido: ¿por qué una persona
estaría sujeta a nueve años de investigación preliminar por violación sin que
nunca se hayan presentado cargos?
¿Eso es algo inusual?
Nunca he visto un caso
similar. Cualquiera puede iniciar una investigación preliminar en contra de
otra persona con tan solo ir a la policía y acusarla de un delito. Sin
embargo, las autoridades suecas nunca se interesaron por el
testimonio de Assange. Lo dejaron intencionalmente en el limbo.
Imagínese ser acusado de violación durante nueve años y medio por todo el
aparato estatal y medios de comunicación sin tener la oportunidad de defenderse
porque nunca se presentaron cargos.
Está diciendo que las
autoridades suecas nunca se interesaron por el testimonio de Assange. Pero los
medios de comunicación y las agencias gubernamentales han descrito un escenario
totalmente diferente a lo largo de los años: dicen que Julian Assange huyó del
poder judicial sueco para evitar rendir cuentas.
Eso fue lo que siempre
pensé, hasta que comencé a investigar. La verdad es lo contrario. Assange se
entrevistó con las autoridades suecas en varias ocasiones porque quería
responder ante las acusaciones. Pero las autoridades pusieron obstáculos.
¿Qué quiere decir con
poner obstáculos?
Permíteme comenzar por
el principio. Hablo sueco con fluidez y pude leer todos los documentos
originales. Apenas podía creer lo que leía: según el testimonio de la mujer en
cuestión, nunca se produjo una violación. Y no solo eso: después, la policía de
Estocolmo cambió el testimonio de la mujer sin que ella participara para que de
alguna manera pareciera una posible violación.
Dice que la policía de
Estocolmo cambió el testimonio de la mujer, ¿cómo lo hicieron exactamente?
El 20 de agosto de
2010, una mujer llamada S.W. entró en la comisaría de Estocolmo junto con una
segunda mujer llamada A.A. La primera, S.W, dijo que había tenido relaciones
sexuales consentidas con Julian Assange, pero que él no había usado condón.
Dijo que ahora le preocupaba que pudiera estar infectada con VIH y quería saber
si podía obligar a Assange a hacerse una prueba de VIH. Ella dijo que estaba
realmente preocupada. La policía anotó su declaración e inmediatamente informó
a los fiscales.
Incluso antes de que
pudieran terminar las preguntas, se informó a S.W. de que Assange sería
arrestado bajo sospecha de violación. S.W. se sorprendió y se negó a continuar
con el interrogatorio. Mientras todavía estaba en comisaría, ella le escribió
un mensaje a una amiga diciéndole que no quería incriminar a Assange, que solo
quería que se hiciera una prueba de VIH, pero que la policía aparentemente
estaba interesada en «ponerle las manos encima».
¿Qué significa eso?
S.W. nunca acusó a
Julian Assange de violación. Ella se negó a responder a más preguntas y se fue
a su casa. Sin embargo, dos horas después, apareció un titular en la portada
de Expressen, un tabloide sueco, que decía que Julian Assange era
sospechoso de haber cometido dos violaciones.
¿Dos violaciones?
Sí, porque estaba la
segunda mujer, A.A. Ella tampoco quería presentar cargos, simplemente había
acompañado a S.W. a la comisaría. Ni siquiera la interrogaron ese día. Más
tarde dijo que Assange la había acosado sexualmente. Por supuesto, yo no puedo
decir si eso es cierto o no. Solo puedo señalar el orden de los
acontecimientos: una mujer entra a una comisaría. No quiere presentar cargos,
pero quiere exigir una prueba de VIH. La policía luego decide que esto podría
ser un caso de violación y un asunto para los fiscales. La mujer se niega a
aceptar esa versión de los hechos y luego se va a su casa y le escribe a un
amigo que esa no era su intención, pero la policía quiere «ponerle las
manos encima» a Assange.
Dos horas después, el
caso aparece en el periódico. Como sabemos hoy en día, los fiscales filtraron
la información a la prensa y lo hicieron sin siquiera invitar a Assange a
declarar. Y la segunda mujer, que presuntamente había sido violada según el
titular del 20 de agosto, fue interrogada el 21 de agosto.
¿Qué dijo la segunda
mujer cuando fue interrogada?
Ella dijo que había
puesto su apartamento a disposición de Assange, que se encontraba en Suecia
para una conferencia. Se trataba de un pequeño apartamento de una habitación.
Estando Assange en la casa, ella llegó antes de lo planeado, pero le dijo que
no había problema y que los dos podían dormir en la misma cama.
Esa noche tuvieron
sexo consentido con condón, pero ella dijo que, durante el acto, Assange había
roto intencionalmente el condón. Si eso es cierto, entonces por supuesto se
trata de un delito sexual conocido como stealthing. Pero la mujer
también dijo que no se dio cuenta de que el condón estaba roto hasta después.
Esa es una contradicción que debería haberse aclarado absolutamente. Si no lo
percibo, entonces no puedo saber si el otro lo rompió intencionalmente. No se
pudo detectar un solo rastro de ADN de Assange o A.A. en el condón que se
presentó como evidencia.
¿Cómo se conocieron
las dos mujeres?
Realmente no se
conocían. A.A., que estaba acogiendo a Assange y ejercía como su secretaria de
prensa, había conocido a S.W. en un evento en el que S.W. llevaba un jersey de
cachemir rosa. Al parecer, ella sabía por Assange que estaba interesado en
tener un encuentro sexual con S.W. porque una noche recibió un mensaje de un
conocido que decía que sabía que Assange se quedaría con ella y que, a él, el
conocido, le gustaría contactar con Assange. A.A. respondió: aparentemente
Assange está durmiendo en este momento con la «chica de cachemir». A la
mañana siguiente, S.W. habló con A.A. por teléfono y dijo que ella también se
había acostado con Assange y ahora le preocupaba haberse infectado de VIH.
Esta preocupación
aparentemente era real, porque S.W. incluso fue a una clínica para una
consulta. A.A. entonces sugirió: ‘Vayamos a la policía, ellos pueden hacer que
Assange se haga una prueba de VIH’. Sin embargo, las dos mujeres no fueron a la
comisaría más cercana, sino a una muy lejana donde trabaja como policía una
amiga de A.A. que luego interrogó a S.W. Al principio estaba presente A.A., lo
que no es una práctica adecuada. Sin embargo, hasta este punto el único
problema era, como máximo, la falta de profesionalidad.
La deliberada malicia
de las autoridades solo se hizo evidente cuando difundieron de inmediato la
sospecha de violación a través de la prensa sensacionalista. Y lo hicieron sin
preguntar a A.A. y contradiciendo la declaración dada por S.W.
Este hecho también
violó una prohibición clara de la ley sueca contra la publicación de los
nombres de presuntas víctimas o perpetradores en casos de delitos sexuales.
Luego el caso llegó a la fiscal general de la capital, quien suspendió la
investigación de violación unos días después estableciendo que, aunque las
declaraciones de S.W. eran creíbles, no había evidencia de que se hubiera
cometido un delito.
Pero entonces el caso
cogió carrerilla ¿Por qué?
Entonces el supervisor
de la agente que realizó el interrogatorio le escribió un correo electrónico
diciéndole que volvieran a escribir la declaración de S.W.
¿Qué cambios hizo la
agente?
No lo sabemos, porque
la primera declaración se escribió directamente en el programa de ordenador y
ya no existe. Solo sabemos que la declaración original, según la fiscal
general, aparentemente no contenía ningún indicio de que se hubiera cometido un
delito. El formulario editado dice que los dos mantuvieron relaciones sexuales
varias veces, de manera consentida y con condón.
Pero a la mañana
siguiente, según la declaración modificada, la mujer se despertó porque él
intentó penetrarla sin condón. Ella pregunta: «¿Estás usando condón?»
Él dice: «no». Entonces, ella responde: «Es mejor que no tengas
VIH» y le permite a él continuar. La declaración fue modificada sin
involucrar a la mujer en cuestión y no fue firmada por ella. Esta es una
evidencia manipulada, a partir de la cual las autoridades suecas luego crearon
una historia de violación.
¿Por qué las
autoridades suecas harían algo así?
El momento es
decisivo: a finales de julio, Wikileaks, en cooperación con varios medios
internacionales, publicó los ‘diarios de la Guerra de Afganistán‘. Esta fue
una de las filtraciones de información más grandes de la historia del ejército
de EEUU.
Inmediatamente
después, Estados Unidos exigió que sus aliados inundaran a Assange de casos
criminales. No estamos familiarizados con toda la correspondencia, pero
Stratfor, una consultora de seguridad que trabaja para el Gobierno de Estados
Unidos, aconsejó a los funcionarios estadounidenses aparentemente inundar a
Assange con todo tipo de casos criminales
durante los próximos 25 años.
¿Por qué Assange no
fue a la policía en ese momento?
Lo hizo, lo mencioné
anteriormente. Assange se enteró de las acusaciones de violación por la prensa.
Contactó con la policía para poder dar su declaración. A pesar de que el
escándalo llegó al público, solo se le permitió hacerlo nueve días después,
cuando la acusación de haber violado a S.W. ya se había abandonado. Pero los
procedimientos relacionados con el acoso sexual a A.A. estaban en curso.
El 30 de agosto de
2010, Assange apareció en la comisaría para declarar. Fue interrogado por el
mismo policía que había ordenado la revisión de la declaración de S.W. Al
comienzo de la conversación, Assange dijo que estaba listo para ofrecer su declaración,
pero agregó que no quería leer nada de ella en la prensa una vez más. Ese era
su derecho y se le garantizó que así sería.
Sin embargo, esa misma
noche todo volvió a aparecer en los periódicos. Solo pudo haber venido de las
autoridades porque nadie más estuvo presente durante su interrogatorio.
Claramente, la intención era la de manchar su reputación.
¿De dónde sale la
historia de que Assange buscaba evadir la justicia sueca?
Esta versión fue
fabricada y no es consistente con los hechos. Si él hubiera estado intentando
esconderse, no habría aparecido en la comisaría de policía por su propia
voluntad. Basándose en la declaración modificada de S.W., se presentó una
apelación contra el intento de la fiscal de suspender la investigación y el 2
de septiembre de 2010 se reanudaron los procedimientos sobre la violación.
Claes Borgström fue
nombrado representante legal de las dos mujeres con dinero público. El hombre
era socio del bufete de abogados del anterior ministro de Justicia, Thomas
Bodström, bajo cuya supervisión el personal de seguridad sueco había capturado
a dos hombres que Estados Unidos había declarado como sospechosos en mitad de
Estocolmo. Los hombres fueron capturados sin ningún tipo de procedimiento legal
y luego entregados a la CIA, que procedió a torturarlos. Eso muestra con
más claridad el enorme trasfondo transatlántico de este asunto.
Después de reanudarse
la investigación sobre violación, Assange indicó en varias ocasiones a través
de su abogado que deseaba responder a las acusaciones. La fiscal responsable
siguió retrasando el asunto. En una ocasión, no encajaba en su horario, en
otra, el oficial de policía responsable estaba enfermo. Tres semanas después,
su abogado escribió finalmente que Assange de verdad debía ir a Berlín para una
conferencia y preguntó si se le permitía abandonar el país. La oficina del
fiscal público le dio permiso por escrito para salir de Suecia por cortos períodos
de tiempo.
¿Y entonces?
El punto es: el día en
que Julian Assange salió de Suecia, en un momento en que no estaba claro si se
iba por corto o largo plazo, se emitió una orden de arresto. Voló con Scandinavian
Airlines (SAS) de Estocolmo a Berlín. Durante el vuelo, sus
ordenadores portátiles desaparecieron de su equipaje facturado. Cuando llegó a
Berlín, Lufthansa solicitó una investigación de SAS, pero la aerolínea
aparentemente se negó a proporcionar ningún tipo de información.
¿Por qué?
Ese es exactamente el
problema. En este caso, constantemente suceden cosas que no serían posibles a
menos que las mires desde un ángulo diferente. De todos modos, Assange continuó
hacia Londres, pero no trató de esconderse del poder judicial. A través de su
abogado sueco, ofreció a los fiscales varias fechas posibles para ser
interrogado en Suecia: esta correspondencia existe. Luego, sucedió lo
siguiente: Assange se enteró de que se había abierto un caso criminal secreto
contra él en Estados Unidos. En ese momento, no fue confirmado por EEUU,
pero hoy sabemos que era cierto. A partir de ese momento, el abogado de Assange
comenzó a decir que su cliente estaba preparado para testificar en Suecia, pero
exigió garantías diplomáticas de que Suecia no lo extraditaría a Estados
Unidos.
¿Realmente era posible
que eso ocurriera?
Absolutamente. Algunos
años antes, como ya mencioné, el personal de seguridad sueco había entregado a
dos solicitantes de asilo –ambos registrados en Suecia– a la CIA sin ningún
procedimiento legal. El abuso comenzó en el aeropuerto de Estocolmo, donde
fueron maltratados, drogados y trasladados
a Egipto, donde fueron torturados. No sabemos si fueron los únicos
casos, pero conocemos estos casos porque los hombres sobrevivieron. Más tarde,
ambos presentaron denuncias ante las agencias de derechos humanos de la ONU y
ganaron su caso. Suecia se vio obligada a pagarles a cada uno medio millón de
dólares por daños.
¿Aceptó Suecia las
demandas de Assange?
Los abogados dicen
que durante los casi siete años en que Assange vivió en la
embajada ecuatoriana, hicieron más de 30 ofertas para que Assange
visitara Suecia a cambio de una garantía de que no sería extraditado a Estados
Unidos. Los suecos se negaron a proporcionar tal garantía argumentando que
Estados Unidos no había hecho una solicitud formal de extradición.
Julian Assange a su llegada al Tribunal de Magistrados de Westminster. VICTORIA JONES / PA WIRE / DPA / EUROPA PRESS
¿Cuál es su opinión
sobre la demanda hecha por los abogados de Assange?
Tales garantías
diplomáticas son una práctica internacional rutinaria. Las personas solicitan
garantías de que no serán extraditadas a lugares donde existe el peligro de
violaciones graves de los derechos humanos, independientemente de si el país en
cuestión ha presentado una solicitud de extradición o no. No es un
procedimiento legal, sino político.
Este es un ejemplo:
digamos que Francia exige que Suiza extradite a un empresario kazajo que vive
en Suiza, pero que es buscado por Francia y Kazajstán por acusaciones de fraude
fiscal. Suiza no ve peligro de tortura en Francia, pero cree que tal peligro
existe en Kazajstán. Entonces Suiza le dice a Francia: vamos a extraditarlo,
pero queremos una garantía diplomática de que no será extraditado a Kazajstán.
La respuesta de los franceses no sería: «¡Kazajstán ni siquiera ha
presentado una solicitud!» Debería ser que, por supuesto, otorgarían tal
garantía.
Los argumentos
procedentes de Suecia fueron tenues en el mejor de los casos. Esa es una parte
del asunto. La otra, y lo digo basándome en toda la experiencia que tengo en la
práctica internacional estándar, es que si un país se niega a proporcionar tal
garantía diplomática, todas las dudas sobre las buenas intenciones del país en
cuestión están justificadas ¿Por qué Suecia no proporcionaría tales garantías?
Desde una perspectiva legal, después de todo, Estados Unidos no tiene absolutamente nada que ver con
los procedimientos de delitos sexuales suecos.
¿Por qué Suecia no
quiso ofrecer esa garantía?
Solo hay que ver cómo
se gestionó el caso: para Suecia, nunca se trató de los intereses de las dos
mujeres. Incluso después de solicitar las garantías de no ser extraditado,
Assange todavía quería testificar. Él dijo: Si no pueden garantizarme que no
seré extraditado, entonces estoy dispuesto a ser interrogado en Londres o por
videoconferencia.
¿Pero es normal o
aceptable que las autoridades suecas viajen a un país diferente para tal
interrogatorio?
Ese es otro indicio de
que Suecia nunca estuvo interesada en encontrar la verdad. Para exactamente este
tipo de asuntos judiciales existe un tratado de cooperación entre el Reino
Unido y Suecia que prevé que los funcionarios suecos puedan viajar al Reino
Unido, o viceversa, para realizar interrogatorios o que el interrogatorio pueda
realizarse por videoconferencia.
Durante el periodo de
tiempo en cuestión se hicieron este tipo de interrogatorios entre Suecia e
Inglaterra en otros 44 casos. Fue solo en el caso de Julian Assange en el que
Suecia insistió en que era esencial para él presentarse personalmente.
¿Por qué sucedió de
esa manera?
Solo hay una única
explicación para todo esto: la negativa a otorgar garantías diplomáticas, la
negativa a interrogarlo en Londres: querían detenerlo para poder extraditarlo a Estados
Unidos.
El número de
infracciones registradas en Suecia en las primeras semanas de la investigación
criminal preliminar es simplemente grotesco. El Estado asignó un asesor legal a
las mujeres que les dijo que la interpretación criminal de lo que habían vivido
dependía del Estado y no de ellas.
Cuando al asesor legal
se le preguntó sobre las contradicciones en el testimonio de las mujeres y la
narrativa a la que se adhirieron funcionarios públicos, el asesor dijo, en
referencia a las mujeres: «Ah, pero ellas no son abogadas».
Pero durante cinco
largos años la Fiscalía sueca evitó interrogar a Assange sobre la supuesta
violación, hasta que sus abogados finalmente solicitaron a la Corte Suprema de
Suecia que obligara a la Fiscalía a presentar cargos o cerrar el caso. Cuando
los suecos le dijeron al Reino Unido que podrían verse obligados a abandonar el caso,
los británicos respondieron con preocupación: «¡No se atrevan a echarse
atrás!».
Correo electrónico de la Fiscalía británica a la fiscal general de Suecia, Marianne Ny.
¿Está hablando en
serio?
Sí, los británicos, o
más específicamente el Servicio de Fiscalía de la Corona, querían evitar que
Suecia abandonara el caso a toda costa. Aunque realmente los ingleses deberían
haber estado contentos de que ya no tendrían que gastar millones en dinero de
los contribuyentes para mantener a la embajada ecuatoriana bajo vigilancia
constante para evitar que se fugara Assange.
¿Por qué los
británicos estaban tan ansiosos por evitar que los suecos cerraran el caso?
Debemos dejar de creer
que realmente había interés en llevar a cabo una investigación sobre un delito
sexual. Lo que hizo Wikileaks es una amenaza para la élite política de Estados
Unidos, Gran Bretaña, Francia y Rusia en igual medida. Wikileaks publica
información secreta de Estado. Y en un mundo, incluso en las llamadas
democracias maduras, donde la expansión de secretos se ha generalizado, eso se
considera una amenaza fundamental. Assange dejó en claro que los países ya no están
interesados en la confidencialidad legítima, sino en la supresión de
información importante sobre corrupción y delitos.
Tomemos el arquetípico
caso de Wikileaks sobre las filtraciones de información proporcionadas
por Chelsea Manning: el vídeo llamado
«Asesinato colateral». (Nota del editor: El 5 de abril de 2010,
Wikileaks publicó un vídeo clasificado del ejército
estadounidense que mostraba el asesinato de varias personas en Bagdad ejecutado
por soldados estadounidenses, incluidos dos empleados de la agencia de noticias
Reuters).
Como asesor legal
durante mucho tiempo en el Comité Internacional de la Cruz Roja y delegado en
zonas de guerra, puedo decirle que el vídeo sin duda documenta un crimen de
guerra. Un equipo de helicópteros simplemente acribilla a un grupo de personas.
Incluso podría ser que una o dos de estas personas llevaran un arma, pero las
personas heridas fueron atacadas de forma intencionada. Eso es un crimen de
guerra.
«Está
herido», se puede escuchar decir a un estadounidense. «Estoy
disparando». Y luego se ríen. Luego, una camioneta llega para salvar a los
heridos. El conductor está con sus dos hijos. Puedes escuchar a los soldados
decir: Bueno, es su culpa por traer a sus hijos a una batalla. Y luego abren
fuego. El padre y los heridos son asesinados de inmediato, aunque los niños
sobrevivieron con heridas graves. A través de la publicación del vídeo, nos convertimos en testigos directos de una masacre
criminal e inconcebible.
¿Qué debe hacer una
democracia constitucional ante tal situación?
Una democracia
constitucional probablemente investigaría a Chelsea Manning por violar el
secreto oficial porque le pasó el vídeo a Assange. Pero ciertamente no iría
tras Assange, porque publicó el vídeo como interés público, de acuerdo con las
prácticas clásicas del periodismo de investigación. Sin embargo, sobre todas
las cosas, una democracia constitucional investigaría y castigaría a los
criminales de guerra. Estos soldados deberían estar entre rejas. Pero no se
inició ninguna investigación criminal contra ninguno de ellos.
Al contrario, el
hombre que informó al público está encerrado en prisión preventiva en Londres y
se enfrenta a una posible sentencia en Estados Unidos de hasta 175 años
de prisión. Esa es una sentencia completamente absurda. En
comparación: los principales criminales de guerra en el tribunal de Yugoslavia
recibieron sentencias de 45 años. 175 años en prisión en condiciones que han
sido consideradas inhumanas por el relator especial de la ONU y por Amnistía
Internacional. Pero lo realmente horrible de este caso es la anarquía que se ha
desarrollado: los poderosos pueden asesinar sin temer a ser castigados y el
periodismo se transforma en espionaje. Se está convirtiendo en un crimen decir
la verdad.
¿Qué le espera a
Assange una vez que sea extraditado?
No recibirá un juicio
acorde a un Estado de derecho. Esa es otra razón por la cual no se debe permitir su
extradición. Assange recibirá un juicio con un jurado en Alexandria,
Virginia, el famoso «Tribunal de Espionaje», donde Estados Unidos
juzga todos los casos de seguridad nacional. Esta ubicación no ha sido elegida
al azar, porque los miembros del jurado deben elegirse en proporción a la
población local y el 85% de los residentes de Alexandria trabajan en la
comunidad de seguridad nacional: en la CIA, la NSA, el Departamento de Defensa
y el Departamento de Estado.
Cuando las personas
son juzgadas por dañar la seguridad nacional frente a un jurado como ese, el
veredicto es claro desde el principio. Los casos siempre se juzgan frente al
mismo juez a puerta cerrada y con base a pruebas clasificadas. Nadie ha salido
absuelto de allí en un caso como ese. El resultado es que la mayoría de los
acusados llegan a un acuerdo, en el que admiten una culpa parcial para recibir
una sentencia más leve.
¿Está diciendo que
Julian Assange no recibirá un juicio justo en Estados Unidos?
Sin duda. Mientras los
empleados del Gobierno estadounidense obedezcan las órdenes de sus superiores,
pueden participar en guerras de agresión, crímenes de guerra y tortura sabiendo
perfectamente que nunca tendrán que responder a sus acciones. ¿Qué pasó con las
lecciones aprendidas en los juicios de Nuremberg? He trabajado el tiempo
suficiente en zonas de conflicto como para saber que se cometen errores en las
guerras. No siempre se trata de actos criminales sin escrúpulos. Muchas veces
todo esto ocurre producto del estrés, el agotamiento y el pánico.
Por eso puedo entender
absolutamente cuando un Gobierno dice: «Sacaremos a la luz la verdad y,
como Estado, asumiremos toda la responsabilidad por el daño causado. Pero si no
se puede asignar la culpa directamente a los individuos, no impondremos
castigos rigurosos». Pero es extremadamente peligroso cuando se silencia
la verdad y los criminales no son llevados ante la justicia. En la década de
1930, Alemania y Japón abandonaron la Liga de las Naciones. 15 años después, el
mundo yacía en ruinas.
Hoy, Estados Unidos se
ha retirado del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y, ni la masacre del
«Asesinato colateral», ni la tortura de la CIA después del 11 de
septiembre, ni la guerra de agresión contra Irak han acabado en investigaciones
criminales.
Ahora, el Reino Unido
está siguiendo ese ejemplo. El Comité de Seguridad e Inteligencia en el propio
Parlamento del país publicó dos informes extensos en 2018 que muestran que Gran
Bretaña estaba mucho más involucrada en el programa secreto de tortura de la
CIA de lo que se creía anteriormente. El comité recomendó una investigación
formal. Lo primero que hizo Boris Johnson después de convertirse en primer
ministro fue anular esa investigación.
En abril, la policía
británica sacó a Julian Assange de la embajada ecuatoriana. ¿Qué opina sobre
estos eventos?
En 2017 se eligió un
nuevo Gobierno en Ecuador. En respuesta, Estados Unidos escribió una carta
indicando que estaba ansioso por cooperar con Ecuador. Había, por supuesto,
mucho dinero en juego, pero había un obstáculo en el camino: Julian Assange. El
mensaje era que Estados Unidos estaba preparado para cooperar si Ecuador
entregaba Assange a Estados Unidos. En ese momento, la embajada ecuatoriana
comenzó a aumentar la presión sobre Assange. Le hicieron la vida difícil. Pero
él se quedó. Entonces Ecuador anuló su amnistía y le dio a Gran
Bretaña luz verde para arrestarlo.
Como el Gobierno
anterior le había otorgado la ciudadanía ecuatoriana, debieron revocar su pasaporte porque la
constitución ecuatoriana prohíbe extraditar a sus propios ciudadanos. Todo eso
sucedió de la noche a la mañana y sin ningún procedimiento legal. Assange no
tuvo oportunidad de hacer una declaración ni de recurrir a un procedimiento
legal. Fue arrestado por los británicos y llevado ante un juez británico ese
mismo día, que le condenó por violar las condiciones de la libertad
condicional.
¿Qué opina de este
veredicto tan rápido?
Assange solo tuvo 15
minutos para prepararse con su abogado. El juicio en sí también duró solo 15
minutos. El abogado de Assange puso un archivo grueso sobre la mesa e hizo una
objeción formal a una de las juezas por conflicto de intereses porque su esposo
había sido expuesto en 35 casos de Wikileaks. Pero el juez principal echó a un
lado las preocupaciones sin examinarlas más a fondo. Dijo que acusar a su
colega de un conflicto de intereses era una afrenta. Assange solo pronunció una
frase durante todo el proceso: «Me declaro inocente». El juez se
volvió hacia él y le dijo: «Eres un narcisista que no puede ver más allá
de sus propios intereses. Te declaro culpable de violar la libertad
condicional».
Si le entiendo
correctamente, desde el inicio Julian Assange nunca tuvo una oportunidad
Ese es el punto. No
estoy diciendo que Julian Assange sea un ángel o un héroe. No se trata de eso.
Estamos hablando de derechos humanos y no de derechos de héroes o ángeles.
Assange es una persona y tiene derecho a defenderse y ser tratado de manera
humana. Independientemente de lo que se le acuse, Assange tiene derecho a un
juicio justo. Pero se le ha negado deliberadamente ese derecho: en Suecia,
Estados Unidos, Gran Bretaña y Ecuador. Por el contrario, lo dejaron pudrirse
durante casi siete años en el limbo de una habitación.
De repente, fue sacado
de allí y condenado en cuestión de horas y sin ningún tipo de preparación por
una violación de fianza que consistió en haber recibido asilo diplomático de
otro Estado miembro de la ONU sobre la base de persecución política, tal y como
lo plantea el derecho internacional y que innumerables chinos, rusos y otros
disidentes han hecho en embajadas occidentales.
Es obvio que estamos
tratando con un caso de persecución política. En Gran Bretaña, las infracciones
por violar la libertad condicional rara vez conducen a penas de prisión,
generalmente están sujetas a multas. Assange, por el contrario, fue sentenciado
en un proceso rápido a 50 semanas en una prisión de máxima seguridad.
Claramente se trata de una pena desproporcionada que tenía un solo propósito:
mantener a Assange el tiempo suficiente para que Estados Unidos preparara su
caso de espionaje contra él.
Como relator especial
de la ONU sobre la tortura, ¿qué tiene que decir sobre sus condiciones actuales
de encarcelamiento?
Gran Bretaña no ha
permitido que Julian Assange contacte con sus abogados de Estados Unidos, donde
es objeto de procedimientos secretos. Su abogada británica también se ha
quejado por no tener ni siquiera acceso suficiente a su cliente para revisar
documentos y pruebas judiciales con él. En octubre no se le permitió tener
ningún documento de su expediente en su celda. Se le negó su derecho
fundamental a preparar su propia defensa, como lo garantiza el Convenio Europeo
de Derechos Humanos. Además, está su casi total confinamiento en solitario y el
castigo completamente desproporcionado por violar la libertad condicional. Tan
pronto como sale de su celda, vacían los pasillos para evitar que tenga
contacto con otros reclusos.
¿Y todo eso debido a
una simple violación de la libertad bajo fianza? ¿En qué punto el
encarcelamiento se convierte en tortura?
Julian Assange ha sido
torturado psicológicamente de manera intencional por Suecia, Gran Bretaña,
Ecuador y Estados Unidos. Primero a través del manejo altamente arbitrario de
los procedimientos en su contra. La forma en que Suecia hizo seguimiento del
caso, con la asistencia activa de Gran Bretaña, tenía como objetivo ponerlo
bajo presión y atraparlo en la embajada. Suecia nunca estuvo interesado en
encontrar la verdad y ayudar a estas mujeres, sino en colocar a Assange contra
la espada y la pared.
Se ha abusado de los
procesos judiciales destinados a empujar a una persona hacia una posición en la
que no puede defenderse. Además de eso, están las medidas de vigilancia, los
insultos, las humillaciones y los ataques de los políticos de estos países,
incluso las amenazas de muerte. Este abuso constante del poder del Estado ha
desencadenado un estado grave de estrés y ansiedad en Assange y ha resultado en
daños cognitivos y neurológicos medibles.
Visité a Assange en su
celda en Londres en mayo de 2019 junto con dos médicos experimentados y
ampliamente respetados que se especializan en examen forense y psicológico de
las víctimas de tortura. El diagnóstico al que llegaron los dos médicos fue
claro: Julian Assange muestra síntomas típicos de tortura psicológica. Si no
recibe protección pronto, es probable que su salud se deteriore rápidamente y
podría morir.
Medio año después de
que Assange fuera puesto en prisión preventiva en Gran Bretaña, Suecia abandonó
silenciosamente el caso en su contra en noviembre de 2019, después de nueve
largos años. ¿Por qué hizo eso entonces?
El Estado sueco pasó
casi una década presentando intencionalmente a Julian Assange al público como
un delincuente sexual. Luego, de repente, abandonaron el caso en su
contra debido al mismo argumento que utilizó la primera fiscal de Estocolmo en
2010, cuando inicialmente suspendió la investigación después de solo cinco
días: aunque la declaración de la mujer era creíble, no había pruebas de que
hubiera cometido un delito. Es un escándalo increíble.
Pero la sincronía no
fue accidental. El 11 de noviembre se hizo público un documento oficial que yo
envié al Gobierno sueco dos meses antes de que se hiciera público. En el documento,
solicité al Gobierno que diera explicaciones sobre unos 50 puntos relacionados
con las implicaciones de derechos humanos por la forma en que manejaban el
caso.
¿Cómo es posible que
la prensa fuera informada de inmediato a pesar de la prohibición de hacerlo?
¿Cómo es posible que se hiciera pública una sospecha a pesar de que el
interrogatorio aún no se había realizado? ¿Cómo es posible que usted diga que
ocurrió una violación a pesar de que la mujer involucrada impugna esa versión
de los hechos? El día en que el documento se hizo público, recibí una miserable
respuesta de Suecia: el Gobierno no tiene más comentarios sobre este caso.
¿Qué significa esa
respuesta?
Es una admisión de
culpa.
¿De qué manera?
Como relator especial
de la ONU, la comunidad internacional me ha encomendado investigar las
denuncias presentadas por las víctimas de tortura y, si es necesario, solicitar
explicaciones o investigaciones a los Gobiernos. Ese es el trabajo diario que
hago con todos los Estados miembros de la ONU. De acuerdo con mi experiencia,
puedo decir que los países que actúan de buena fe casi siempre están
interesados en proporcionarme las respuestas que necesito para resaltar la
legalidad de su comportamiento.
Cuando un país como
Suecia se niega a responder las preguntas sobre tortura presentadas por el
relator especial de la ONU, muestra que el Gobierno es consciente de la
ilegalidad de su comportamiento y no quiere hacerse responsable. Se
desentendieron y abandonaron el caso una semana después porque sabían que yo no
desistiría. Cuando países como Suecia se dejan manipular de esa manera,
nuestras democracias y nuestros derechos humanos se enfrentan a una amenaza
fundamental.
¿Crees que Suecia era
plenamente consciente de lo que hacía?
Sí. Desde mi punto de
vista, Suecia actuó muy claramente de mala fe. Si hubieran actuado de buena fe,
no hubiesen tenido ningún motivo para negarse a responder mis preguntas. Lo
mismo ocurre con los británicos: después de mi visita a Assange en mayo de
2019, tardaron seis meses en responderme en una carta de una sola página que se
limitaba principalmente a rechazar todas las acusaciones de tortura y todas las
inconsistencias en los procedimientos legales.
Si vas a hacer las
cosas de esa manera, ¿cuál es el sentido de mi mandato? Soy el relator especial
sobre tortura de las Naciones Unidas. Tengo el mandato de hacer preguntas
claras y exigir respuestas. ¿Cuál es la base legal para negarle a alguien su
derecho fundamental a defenderse? ¿Por qué un hombre que no es peligroso ni
violento está recluido en régimen de aislamiento durante varios meses cuando
las normas de la ONU prohíben legalmente el régimen de aislamiento por períodos
superiores a 15 días? Ninguno de estos Estados miembros de la ONU inició una
investigación, ni respondieron mis preguntas ni demostraron interés en el
diálogo.
¿Qué significa que los
Estados miembros de la ONU se nieguen a proporcionar información a su propio
relator especial sobre tortura?
Que es un asunto
previamente acordado. Se usará un juicio a manera de espectáculo para colocar a
Julian Assange como ejemplo. El objetivo es intimidar a los demás periodistas.
La intimidación, por cierto, es uno de los propósitos principales para usar la
tortura en todo el mundo. El mensaje para todos nosotros es: esto es lo que te
sucederá si haces lo mismo que Wikileaks.
Es un modelo que es
muy peligroso porque es muy sencillo: las personas que obtienen información
confidencial de sus Gobiernos o empresas transfieren esa información a
Wikileaks, pero el denunciante permanece anónimo. La reacción muestra cuán
grande se percibe la amenaza: cuatro países democráticos unieron fuerzas
(Estados Unidos, Ecuador, Suecia y el Reino Unido) para aprovechar su poder y
retratar a un hombre como un monstruo para que luego pudiera ser quemado en la
hoguera sin que nadie protestara. El caso es un gran escándalo y representa el
fracaso del Estado de derecho occidental. Si Julian Assange es condenado,
condenarán a muerte a la libertad de prensa.
¿Qué puede significar
este posible precedente para el futuro del periodismo?
A un nivel práctico
significa que usted, como periodista, debe defenderse ahora. Porque si el
periodismo de investigación se clasifica como espionaje y puede ser incriminado
en todo el mundo, la censura y la tiranía seguirán. Se está creando un sistema
asesino ante nuestros propios ojos. Los crímenes de guerra y tortura no se
están persiguiendo.
En YouTube circulan
vídeos en los que los soldados estadounidenses se jactan de llevar a las
mujeres iraquíes al suicidio con violaciones sistemáticas. Nadie los está
investigando. Al mismo tiempo, una persona que expone tales cosas está siendo
amenazada con 175 años de prisión. Durante toda una década, ha sido inundado
con acusaciones que no se pueden probar. Están acabando con él y nadie se hace
responsable.
Esto marca una
degradación del contrato social. Otorgamos poder a los países y lo delegamos a
los Gobiernos, pero a cambio deben ser responsables de cómo ejercen ese poder.
Si no exigimos que se les haga responsables, perderemos nuestros derechos tarde
o temprano. Los humanos no son democráticos por naturaleza. El poder se
corrompe si no se supervisa. La corrupción ocurre cuando no insistimos en que
se controle el poder.
Estás diciendo que
atacar a Assange amenaza el núcleo mismo de las libertades de prensa.
Veamos dónde estamos
dentro de 20 años si Assange es condenado y sobre lo que usted podrá escribir
como periodista. Estoy convencido de que estamos en grave peligro de perder las
libertades de prensa. Ya está sucediendo: de repente, la sede de ABC News en Australia fue allanada por el caso
de los ‘diarios de la Guerra de Afganistán’. ¿El motivo? Una vez
más, la prensa descubrió el mal comportamiento de los representantes del
Estado.
Para que la división
de poderes funcione, el Estado debe ser supervisado por la prensa como el
cuarto poder. WikiLeaks es la consecuencia lógica de un proceso continuo de
secretismo extendido: si la verdad ya no se puede examinar porque todo se
mantiene en secreto, si los informes de investigación sobre la política de
tortura del Gobierno de Estados Unidos se mantienen en secreto e incluso se
ocultan grandes secciones del resumen publicado, en algún momento las
filtraciones de información serán inevitables.
WikiLeaks es la
consecuencia de ese secretismo desenfrenado y refleja la falta de transparencia
en nuestro sistema político moderno. Hay, por supuesto, áreas donde el secreto
puede ser vital. Pero si ya no sabemos qué están haciendo nuestros Gobiernos y los
criterios que están siguiendo; si los crímenes ya no se investigan, entonces
representa un grave peligro para la integridad social.
¿Cuáles son las
consecuencias?
Como relator especial
de la ONU sobre torturas y, antes de eso, como delegado de la Cruz Roja, he
visto muchos horrores y violencia y he visto cuán rápido los países pacíficos
como Yugoslavia o Ruanda pueden transformarse en infiernos.
La raíz de tales
desarrollos es siempre una falta de transparencia y un poder político o
económico desenfrenado combinado con la ingenuidad, la indiferencia y la
maleabilidad de la población. De repente, lo que siempre sucedió al otro
(tortura, violación, expulsión y asesinato impunes) puede sucedernos fácilmente
a nosotros o a nuestros hijos. Y a nadie le importará. Puedo jurarte que es
así.
*Esta entrevista fue originalmente
publicada en inglés en Republik. Traducido del inglés por Mary Gómez,
de Agência Pública
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative
Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
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