MONTEVIDEO
(Sputnik) — La postura del presidente de EEUU, Donald Trump, respecto a
Cuba coincide con la que tenía el expresidente Barack Obama
(2009-2017),en lo único en lo que se diferencian es en el método que
utilizan, dijo a Sputnik el investigador panameño asociado del Centro de
Estudios Latinoamericanos (CELA), Marco A. Gandásegui (hijo).
Lea más: El 'sacrificio cubano': ¿qué busca Trump deteriorando las relaciones con La Habana?
"Obama creía viable darle el abrazo mortal a Cuba, Trump, en cambio, simpatiza con una política agresiva de contención; esto parte del supuesto (falso) que la Revolución cubana está dedicada a subvertir el orden político en el hemisferio, en el fondo quiere un enemigo a 100 kilómetros de sus costas a quien puede amenazar (igual que Corea, Irán, Siria) para incrementar los gastos militares de EEUU", sostuvo el catedrático.
Gandásegui, quien también es el coordinador del grupo de trabajo "Estudios sobre EEUU" del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), aseguró que Trump pretende "neutralizar (contener al estilo de la Guerra Fría) a Cuba y concentrar sus esfuerzos desestabilizadores en Venezuela".
El pasado martes un alto funcionario del Departamento de Estado dijo a la prensa en Washington que la decisión de expulsar a los 15 diplomáticos no es una señal de cambio en la política entre ese país y La Habana.
Hasta el momento, los gobiernos de ambos países han afirmado que siguen investigando el origen del presunto ataque sónico que generó complicaciones de salud en los diplomáticos norteamericanos y que sirvió de argumento a la Casa Blanca para expulsar a funcionarios cubanos de Washington.
"Trump
y Obama coinciden en señalar que hay que destruir la Revolución Cubana,
difieren en el método", afirmó Gandásegui a raíz de la crisis
diplomática desatada con la retirada de funcionarios de las respectivas
embajadas.
El
martes, el presidente de EEUU, Donald Trump, ordenó la expulsión de 15
diplomáticos de la embajada de Cuba en Washington, además de ordenar la
pasada semana que regresara al país el 60% de los empleados que
trabajaban en la embajada de EEUU en La Habana por haber sido afectados
por unos supuestos ataques sónicos a los que Gandásegui caracterizó como
un "show".
Además, Trump canceló la emisión de visados en su
embajada por tiempo indeterminado y emitió una alerta para que los
ciudadanos estadounidenses no viajen a la isla caribeña.Lea más: El 'sacrificio cubano': ¿qué busca Trump deteriorando las relaciones con La Habana?
"Obama creía viable darle el abrazo mortal a Cuba, Trump, en cambio, simpatiza con una política agresiva de contención; esto parte del supuesto (falso) que la Revolución cubana está dedicada a subvertir el orden político en el hemisferio, en el fondo quiere un enemigo a 100 kilómetros de sus costas a quien puede amenazar (igual que Corea, Irán, Siria) para incrementar los gastos militares de EEUU", sostuvo el catedrático.
El
profesor de Sociología de la Universidad de Panamá piensa que las
medidas tomadas por el Gobierno estadounidense respecto a Cuba tendrán, a
corto plazo, pocas repercusiones para los ciudadanos de ambos países.
"A
largo plazo significa mantener un estado de guerra entre ambos países,
una situación asimétrica donde EEUU tiene el sartén por el mango, la
heroica resistencia cubana de 57 años se tendrá que extender aún más",
concluyó.Gandásegui, quien también es el coordinador del grupo de trabajo "Estudios sobre EEUU" del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), aseguró que Trump pretende "neutralizar (contener al estilo de la Guerra Fría) a Cuba y concentrar sus esfuerzos desestabilizadores en Venezuela".
El pasado martes un alto funcionario del Departamento de Estado dijo a la prensa en Washington que la decisión de expulsar a los 15 diplomáticos no es una señal de cambio en la política entre ese país y La Habana.
La
decisión de Estados Unidos fue calificada como "infundada e
inaceptable" por La Habana, y se instó a las autoridades competentes de
EEUU a no continuar politizando este asunto.
"Trump consolida, con
lo actuado con Cuba, su imagen impulsiva y consistente, quiere dejar
claramente expuesto a quienes considera amigos y enemigos en el
escenario mundial, no busca negociaciones políticas; hay espacio, sin
embargo, para tratos comerciales (business)", aseguró el especialista.Hasta el momento, los gobiernos de ambos países han afirmado que siguen investigando el origen del presunto ataque sónico que generó complicaciones de salud en los diplomáticos norteamericanos y que sirvió de argumento a la Casa Blanca para expulsar a funcionarios cubanos de Washington.
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