MONTEVIDEO
(Sputnik) — Tres centrales sindicales de Brasil criticaron ante la
Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) la reforma
laboral que empezará a regir en ese país en noviembre, advirtiendo que
supone una regresión para los derechos de los trabajadores.
La
aprobación de la reforma laboral, que entrará en vigor el 11 de
noviembre, supone la retirada de derechos ya consagrados en la
Constitución y propuestas como la jornada de 12 horas con posibilidad de
30 minutos de descanso "son una regresión", señalaron representantes de
la Central Única de Trabajadores (CUT), la Nueva Central Sindical y la
Unión General de Trabajadores (UGT) en la 165 audiencia de la CIDH
realizada en el Poder Legislativo en Uruguay.
Lea más: Amnistía Internacional lanza campaña contra políticas que atacan los DDHH en Brasil
La nueva legislación laboral pone por delante los acuerdos a los que lleguen empresas y trabajadores sobre lo que marca la ley y pretende flexibilizar aspectos como la división de las vacaciones, la reducción de jornada, la participación en beneficios y resultados, el banco de horas extra y el descanso para el almuerzo.
Más aquí: ¿Está el FMI detrás de las reformas laborales en Francia y América Latina?
También indicaron que el contrato de trabajo que propone la ley ya existe en países como Estados Unidos, Portugal, Italia y Francia.
También
las normas marcadas por la Organización Internacional del Trabajo (OIT)
sobre el trabajo esclavo "están siendo violadas", añadieron los
sindicatos durante su exposición en la audiencia.
El acceso a la
justicia, añadieron, también está siendo violado, y es un derecho que
está en la Constitución, recordaron los denunciantes, al tiempo que
pidieron a esta comisión que haga justicia contra la reforma laboral del
Gobierno de Temer.Lea más: Amnistía Internacional lanza campaña contra políticas que atacan los DDHH en Brasil
La nueva legislación laboral pone por delante los acuerdos a los que lleguen empresas y trabajadores sobre lo que marca la ley y pretende flexibilizar aspectos como la división de las vacaciones, la reducción de jornada, la participación en beneficios y resultados, el banco de horas extra y el descanso para el almuerzo.
El
Gobierno de Temer considera esta reforma como uno de los pilares de su
política económica y un aspecto clave para estimular la creación de
empleo, mientras que la oposición critica que se haya aprobado
rápidamente y sin apenas diálogo con la sociedad civil, con derechos de
los trabajadores conquistados durante décadas.
En la 165 sesión de
la CIDH, los representantes del Estado brasileño señalaron que el
proyecto de ley se creó para generar crecimiento económico y empleo y
que se fundamentó en consolidar derechos.Más aquí: ¿Está el FMI detrás de las reformas laborales en Francia y América Latina?
También indicaron que el contrato de trabajo que propone la ley ya existe en países como Estados Unidos, Portugal, Italia y Francia.
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