Alfredo Jalife-Rahme
Quienes ignoran la cultura milenaria china de 6,000 años de
civilización podrían cometer un grave error de juicio si solo se
confinan a supuestos magros cuan vulgares logros mercantilistas,como
proclama The Financial Times,y soslayan la grave humillación del polémico Trump al haber bombardeado Siria antes de la invitación a cenar al mandarín Xi.
Luego para arrojar sal a la herida china,Trump envió el portaviones
USS Carl Vinson dotado de armas nucleares para amedrentar a Norcorea,
aliado de China.
Así las cosas,en lo referente al protocolo como a la escalada bélica
de EU con la presencia disuasiva de su portaviones en la península
coreana,Trump rebasa las supuestas “concesiones de China para los
próximos 100 días” en materia mercantilista.
La visita del primer nipón Shinzo Abe fue mas cálida y espectacular
—que incluyó un conspicuo saludo de varios segundos que intrigó en su
momento e,incluso perturbó al huésped de honor,además de una conspicua
partida de golf en la mansión millonaria de Trump—, mientras que el
mandarín Xi no juega golf ya que esta afición “occidental” es
despreciada por los exégetas del Partido Comunista Chino que lo
considera como una degradación.
Según Financial Times,“China ofreció concesiones para evitar una
guerra comercial con EU” cuando el mandarín Xi otorgó a Trump “el
prospecto de ganancias rápidas con el acceso al mercado en finanzas y
carnes”.
Curiosamente,China optó por un “abordaje transaccional”,que tanto
complace a Trump,y “se comprometió a comprar mas importaciones de EU en
la misma forma que lo hizo Japón en la década de los ochenta del siglo
pasado”,lo cual disminuirá el déficit comercial en “bienes”—en
“servicios” sucede todo lo contrario donde EU ostenta un superávit con
China.
En forma destacada,el plan de abordar en “100 días” el desequilibrio
comercial provino de China que se basó en la idea del presidente
Franklin Roosevelt para paliar la Gran Depresión de la década de los
treinta del siglo pasado.
A Wilbur Ross,Secretario del Comercio y anterior banquero de
inversiones del banco Rothschild en Nueva York,le encantó el formato del
“plan de 100 días” durante los cuales China “realizará concesiones en
todo,desde las importaciones agrícolas hasta las inversiones foráneas en
su sector financiero”.
En lugar de “limitar las exportaciones de China a EU,en forma
hábil,Beijing acepta el incremento de las exportaciones de EU a China
con el objetivo paralelo de disminuir su pletórica masa monetaria
y,además,paliar la inflación interna”,según confesión de los
negociadores chinos que reportó el mismo Wilbur Ross.
The Financial Times,portavoz de la globalización financierista —vinculado
cuádruplemente a la banca Rothschild,al Grupo Pearson, a BlackRock y a
la empresa de medios Nikkei de Japón—,cita en forma sesgada a los
apologistas ultra-reduccionistas del acuerdo mercantilista quienes en su
generalidad alegan que la “atmosfera de las charlas fue buena entre
Trump y el mandarín Xi” cuando “el comercio es el tema más preocupante
para EU y China”,en lo cual,a mi juicio,se equivocan rotundamente ya que
existen 4 temas mucho más relevantes,cuando se ejerce un abordaje
multidimensional:1.-El contencioso nuclear de Norcorea;2.-La soberanía
de China en el Mar Meridional de China; 3.-La disputa de las
islas Senkaku/Diaoyu entre China y Japón(con EU proveyendo su paraguas
nuclear a Tokio); y 4.-La instalación de misiles de defensa por EU en
Sudcorea,que propagandísticamente está diseñada para contrarrestar las
pruebas balísticas y atómicas de Norcorea,pero que,en realidad,está
dirigida contra China.
Steve Tsang,Director del School of Oriental and African Studies(SOAS)China Institute in London,diluye el embriagante vino triunfal de los
ultra-mercantilistas al poner en duda lo que se puede obtener en solo
100 días cuando Trump “carece de un equipo pleno para conducir las
negociaciones en forma efectiva” y tampoco “tiene una estrategia para
China”. Otros comentaristas arguyen que el “acuerdo transaccional” es
muy aparatoso y ruidoso,pero “demasiado discreto para tener un efecto
estructural (sic) al déficit comercial integral de EU”.
Larry Summers—anterior Secretario del Tesoro de EU y ex-Rector de la
Unversidad de Harvard,eyectado por su misoginia—aborda en The Washington
Post,rotativo del establishment,que no se consiguieron
“avances diplomáticos” ya que “los temas que preocupan a muchos
estadunidenses,no fueron abordados siquiera” cuando el trumponomics se ha extraviado en la “presunta manipulación de la divisa china”.
A juicio de Larry Summers,“en términos de volúmenes de reservas
dilapidadas y en la extensión de los controles de capital
impuestos,pocos (sic) países en años recientes han hecho tanto como
China para intentar de elevar la cotización de su divisa”.
Coincidentemente,no existe tal “manipulación de la divisa
china(yuan/renminbi):es todo lo contrario de lo que también alegó el
anterior Secretario de Hacienda,Luis Videgaray,que culpó a China de los
malestares económicos y “competitivos” del “México neoliberal itamita”.
En efecto,China dilapidó US$100,000 Millones de sus reservas que ahora se encuentran en US$3.1 Millones de Millones(Trillones en anglosajón),además que “más de US$540,000 Millones salieron de China en 2015,como reseña Jethro Mullen de CNN Money.
Larry Summers sustenta que “el futuro económico de EU estará
conformado más por las opciones políticas hechas en Washington,que
aquellas hechas en Beijing”. Sostiene que “si el comercio de China ha
trastornado a EU,ello es el resultado del crecimiento remarcable de
China y su incremento en la capacidad para producir,y no en políticas
comerciales injustas”,por lo que “enfocarse al déficit comercial de
China con EU es extensamente equivocado”.
Summers argumenta que China “busca proyectar su softpower en
el mundo por medios económicos”,como delató el mandarín Xi en su
discurso histórico de Davos en enero pasado y del que forman parte su
estrategia “OBOR(One Belt One Road)” que “vislumbra inversiones de
infraestructura y ayuda foránea para conectar China y Europa”,mediante
su banco AIIB que es el competidor del Banco Mundial.
Summers expone que hoy “las inversiones chinas en Latinoamérica y
África exceden en forma significativa las de EU,el Banco Mundial y los
bancos regionales de desarrollo” cuando China se apresta a ser el
principal exportador en las inversiones de energía limpia.
Lo que busca China en el largo plazo con sus inversiones en
Latinoamérica y África es “asegurar el acceso de China a las materias
primas,permitir a las empresas chinas de ganar economías de
escala”,aduce el anterior Secretario del Tesoro quien aconseja que “EU
debe enfocarse menos en intereses mercantiles específicos de corto plazo
y más en lo que los historiadores recordarán de aquí a un siglo”,lo
que,a mi juicio traduce en términos geoestratégicos,en el ámbito
económico,la decadencia de EU y el ascenso irresistible de China como la
nueva potencia hegemónica global geoeconómica.
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