El
respaldo de un magnate internacional de la minería a la Fundación
Calleja se podría volver en amenaza para una derogación de la
prohibición minera en El Salvador
El posible retorno de ARENA a la presidencia en 2019 ha puesto una alerta a la comunidad ambientalista local por el “fantasma” de la minería que ronda en El Salvador, nación que presuntamente es una “mina de oro” sin explotar… Nos preocupa, tenemos la sospecha y ya lo hicieron en otros países y aquí por qué no…, son las ideas que rondan en la comunidad antiminera salvadoreña.
Y no es para menos. El magnate de la minería, el canadiense Frank Giustra, visitó El Salvador el 9 de noviembre de 2015 junto al también multimillonario empresario Carlos Slim y al expresidente estadounidense Bill Clinton, para el lanzamiento del programa “Cultivando oportunidades” que ellos financian, y que Grupo Calleja impulsa como parte de su programa de responsabilidad social. Dicho programa habría servido para poner en el mapa político y mediático a Carlos Calleja, quien actualmente es uno de los precandidatos para 2019 del partido ARENA.
Ese acercamiento del magnate minero a Calleja enciende “las alarmas” en las organizaciones ambientalistas salvadoreñas.
Giustra ha estado vinculado a la empresa minera Pacific Rim, hoy Oceana Gold, que demandó al Estado salvadoreño por más de $300 millones de dólares ante el Centro Internacional de Arreglos de Diferencias del Banco Mundial (CIADI) debido a la prohibición de extracción minera en El Dorado, Cabañas. La demanda fue ganada por El Salvador en octubre de 2016.
El respaldo del empresario minero, ha generado expectativa en organizaciones sociales y ambientalistas, pues temen que aquel encuentro sea otro acercamiento de Giustra para influir en los tomadores de decisiones con el presunto objetivo de gestionar y obtener permisos para la explotación minera del oro de El Salvador, eliminando los obstáculos que se lo impiden actualmente como la reciente Ley antiminería aprobada el 29 de marzo de este año.
Lea también: El Salvador, primer país de AL en prohibir minería metálica
“Cuando vino Giustra y que anduvo con Calleja, lo más seguro es que era una estrategia para garantizar que en este país se desarrolle la explotación minera metálica. No dudamos que las empresas mineras siguen cabildeando con funcionarios públicos salvadoreños, y particularmente con diputados de derecha, así como con la empresa privada”, dijo a ContraPunto, Bernardo Belloso, miembro de la Mesa Nacional frente a la Minería Metálica.
Belloso considera que se trata de procedimientos de lobby que las mineras internacionales realizan con funcionarios salvadoreños, para acceder a la explotación de al menos 29 áreas de la zona norte de El Salvador donde habría abundante oro. Aunque estudios académicos indican que el valor estaría por debajo del costo ecológico y daños a los mismos lugareños de los alrededores de los yacimientos.
Calleja anunció el pasado 3 de julio que buscará la Presidencia de la República bajo la bandera del partido ARENA. Posterior a su anuncio, ha recorrido el país buscando acrecentar su capital político de cara a las elecciones presidenciales de 2019 en las que ARENA buscará recuperar el Ejecutivo salvadoreño en manos actualmente del FMLN.
Junto a Calleja, otras dos destacadas figuras del mundo empresarial optan por ser candidatos a la presidencia por ARENA: Javier Simán, que procede del sector industrial y Gustavo López, del sector farmacéutico.
“El temor grande que tenemos como organizaciones sociales es que estando la derecha el poder legislativo con mayoría, y en la Presidencia de la República, lo más seguro es que se atrevan a derogar la ley contra la minería. Ese es uno de los peligros inminentes que tenemos en el futuro”, agrega Belloso.
El respaldo de Clinton y los otros multimillonarios empresarios a Calleja, es parte, según medios internacionales como el New York Times y el Wall Street Journal, de una estrategia económica de la Fundación Bill Clinton y Guistra, con el fin de obtener una red política y financiera que le permita a Guistra establecer negocios de explotación minera en los países a cambio de programas de beneficios sociales, y a Clinton acumular aliados políticos.
De hecho, los referidos medios internacionales recogen que Clinton realizó en 2010 un lobby con el expresidente colombiano Álvaro Uribe y el entonces candidato presidencial Juan Manuel Santos (actual presidente de Colombia) para generar los espacios de un programa social denominado “Fondo Acceso” para entregar insumos y créditos de bajos interés a agricultores. La alianza, habría permitido a Giustra hacerse con la explotación de importantes campos petroleros de Colombia.
“Cultivando oportunidades” en El Salvador es un modelo parecido al ejecutado en Colombia, en el que la empresa fundada por la Fundación Clinton llamada “Acceso Oferta Local” (AOL) sirve de intermediario entre Grupo Calleja y agricultores locales para comprarles sus productos y darles beneficios crediticios.
Si bien la Ley antiminería se aprobó en marzo pasado con 70 votos incluidos los de ARENA, por ser una ley secundaria, se requiere únicamente mayoría simple de 43 votos para derogarla, lo que la vuelve vulnerable legislativamente hablando si ARENA obtiene mayoría de diputados en las elecciones de 2018, pues a juicio del abogado ambientalista, Luis González, es la derecha la que acuerpa los intereses económicos de las transnacionales.
“Las empresas mineras internacionales actúan de la misma manera comprando voluntades, pagando campañas políticas, fiestas patronales, es decir, buscan a los tomadores de decisión para poder realizar su actividad comercial”, expresa González, quien también es miembro de la Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES).
González sostiene que mientras haya oro en el país, la amenaza de la minería siempre prevalecerá, aunque es optimista en el sentido que ha sido la población que antes de la ley antiminera, defendía sus territorios de esa amenaza. Tanto González como Belloso, concuerdan en que debe ser la población la que vigile a quiénes dará su voto y recomiendan no dejarse sorprender con “falsos discursos ambientalistas”.
“No dudamos que el Grupo Calleja a través de su máxima representación como es Carlos Calleja, que los tratos y convenios que ellos están haciendo con la gran empresa transnacional, están en función de quererse hacer más ricos o de querer explotar al máximo los bienes naturales del país. De la derecha todo podemos esperar”, señala Belloso.
El Salvador es uno de los países más vulnerables ambientalmente hablando, por lo que ambos ambientalistas sostienen que de aprobarse nuevamente la explotación minera, el país y su gente sufriría las graves consecuencias como contaminación del agua y enfermedades causadas por el cianuro y otros compuestos utilizados en la minería.
Y no es para menos. El magnate de la minería, el canadiense Frank Giustra, visitó El Salvador el 9 de noviembre de 2015 junto al también multimillonario empresario Carlos Slim y al expresidente estadounidense Bill Clinton, para el lanzamiento del programa “Cultivando oportunidades” que ellos financian, y que Grupo Calleja impulsa como parte de su programa de responsabilidad social. Dicho programa habría servido para poner en el mapa político y mediático a Carlos Calleja, quien actualmente es uno de los precandidatos para 2019 del partido ARENA.
Ese acercamiento del magnate minero a Calleja enciende “las alarmas” en las organizaciones ambientalistas salvadoreñas.
Giustra ha estado vinculado a la empresa minera Pacific Rim, hoy Oceana Gold, que demandó al Estado salvadoreño por más de $300 millones de dólares ante el Centro Internacional de Arreglos de Diferencias del Banco Mundial (CIADI) debido a la prohibición de extracción minera en El Dorado, Cabañas. La demanda fue ganada por El Salvador en octubre de 2016.
El respaldo del empresario minero, ha generado expectativa en organizaciones sociales y ambientalistas, pues temen que aquel encuentro sea otro acercamiento de Giustra para influir en los tomadores de decisiones con el presunto objetivo de gestionar y obtener permisos para la explotación minera del oro de El Salvador, eliminando los obstáculos que se lo impiden actualmente como la reciente Ley antiminería aprobada el 29 de marzo de este año.
Lea también: El Salvador, primer país de AL en prohibir minería metálica
“Cuando vino Giustra y que anduvo con Calleja, lo más seguro es que era una estrategia para garantizar que en este país se desarrolle la explotación minera metálica. No dudamos que las empresas mineras siguen cabildeando con funcionarios públicos salvadoreños, y particularmente con diputados de derecha, así como con la empresa privada”, dijo a ContraPunto, Bernardo Belloso, miembro de la Mesa Nacional frente a la Minería Metálica.
Belloso considera que se trata de procedimientos de lobby que las mineras internacionales realizan con funcionarios salvadoreños, para acceder a la explotación de al menos 29 áreas de la zona norte de El Salvador donde habría abundante oro. Aunque estudios académicos indican que el valor estaría por debajo del costo ecológico y daños a los mismos lugareños de los alrededores de los yacimientos.
Calleja anunció el pasado 3 de julio que buscará la Presidencia de la República bajo la bandera del partido ARENA. Posterior a su anuncio, ha recorrido el país buscando acrecentar su capital político de cara a las elecciones presidenciales de 2019 en las que ARENA buscará recuperar el Ejecutivo salvadoreño en manos actualmente del FMLN.
Junto a Calleja, otras dos destacadas figuras del mundo empresarial optan por ser candidatos a la presidencia por ARENA: Javier Simán, que procede del sector industrial y Gustavo López, del sector farmacéutico.
“El temor grande que tenemos como organizaciones sociales es que estando la derecha el poder legislativo con mayoría, y en la Presidencia de la República, lo más seguro es que se atrevan a derogar la ley contra la minería. Ese es uno de los peligros inminentes que tenemos en el futuro”, agrega Belloso.
El respaldo de Clinton y los otros multimillonarios empresarios a Calleja, es parte, según medios internacionales como el New York Times y el Wall Street Journal, de una estrategia económica de la Fundación Bill Clinton y Guistra, con el fin de obtener una red política y financiera que le permita a Guistra establecer negocios de explotación minera en los países a cambio de programas de beneficios sociales, y a Clinton acumular aliados políticos.
De hecho, los referidos medios internacionales recogen que Clinton realizó en 2010 un lobby con el expresidente colombiano Álvaro Uribe y el entonces candidato presidencial Juan Manuel Santos (actual presidente de Colombia) para generar los espacios de un programa social denominado “Fondo Acceso” para entregar insumos y créditos de bajos interés a agricultores. La alianza, habría permitido a Giustra hacerse con la explotación de importantes campos petroleros de Colombia.
“Cultivando oportunidades” en El Salvador es un modelo parecido al ejecutado en Colombia, en el que la empresa fundada por la Fundación Clinton llamada “Acceso Oferta Local” (AOL) sirve de intermediario entre Grupo Calleja y agricultores locales para comprarles sus productos y darles beneficios crediticios.
Si bien la Ley antiminería se aprobó en marzo pasado con 70 votos incluidos los de ARENA, por ser una ley secundaria, se requiere únicamente mayoría simple de 43 votos para derogarla, lo que la vuelve vulnerable legislativamente hablando si ARENA obtiene mayoría de diputados en las elecciones de 2018, pues a juicio del abogado ambientalista, Luis González, es la derecha la que acuerpa los intereses económicos de las transnacionales.
“Las empresas mineras internacionales actúan de la misma manera comprando voluntades, pagando campañas políticas, fiestas patronales, es decir, buscan a los tomadores de decisión para poder realizar su actividad comercial”, expresa González, quien también es miembro de la Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES).
González sostiene que mientras haya oro en el país, la amenaza de la minería siempre prevalecerá, aunque es optimista en el sentido que ha sido la población que antes de la ley antiminera, defendía sus territorios de esa amenaza. Tanto González como Belloso, concuerdan en que debe ser la población la que vigile a quiénes dará su voto y recomiendan no dejarse sorprender con “falsos discursos ambientalistas”.
“No dudamos que el Grupo Calleja a través de su máxima representación como es Carlos Calleja, que los tratos y convenios que ellos están haciendo con la gran empresa transnacional, están en función de quererse hacer más ricos o de querer explotar al máximo los bienes naturales del país. De la derecha todo podemos esperar”, señala Belloso.
El Salvador es uno de los países más vulnerables ambientalmente hablando, por lo que ambos ambientalistas sostienen que de aprobarse nuevamente la explotación minera, el país y su gente sufriría las graves consecuencias como contaminación del agua y enfermedades causadas por el cianuro y otros compuestos utilizados en la minería.
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