QUITO
(Sputnik) — El insurgente ELN y una delegación del partido político de
izquierda FARC, surgido de la extinta guerrilla de las FARC, expresaron
desde Ecuador su voluntad de continuar y mantener el proceso de paz en
Colombia, pero pidieron al Gobierno de Juan Manuel Santos trabajar para
eliminar el paramilitarismo y la corrupción.
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De allí que hicieron un llamado a las organizaciones de víctimas, defensoras de derechos humanos, y a los sectores democráticos y alternativos a la organización, "a la denuncia, la resistencia, la movilización, defensa de la vida, del territorio, las garantías y los derechos humanos de los colombianos".
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Por ello creen que es necesario "actuar con sensatez" y que el Estado "cumpla los compromisos adquiridos con las comunidades" a través de la implementación de planes de sustitución, programas de inversión social, transparencia en el manejo de los recursos, así como "la formalización de la propiedad de la tierra y el fortalecimiento de la convivencia".
Las delegaciones iniciaron el 23 de octubre en Ecuador un ciclo de conversaciones que tenía como fin que ambos grupos compartan sus experiencias en el proceso de los diálogos de paz con el Gobierno colombiano.
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El 20 de octubre, el Gobierno de Colombia autorizó a una delegación de la FARC para que se reúna con los negociadores de paz del ELN, que desde febrero mantienen negociaciones de paz con Colombia.
"Expresamos
nuestra firme decisión de llegar a la paz completa y a los cambios y
transformaciones que anhela la mayoría de los colombianos y
colombianas", señala un comunicado difundido el 23 de octubre desde la
provincia de Manabí (oeste).
Asimismo, manifestaron su interés de
realizar una "defensa conjunta" del proceso de paz y de "explorar
mecanismos comunes para que se cumpla el acuerdo suscrito" entre el
Gobierno y la FARC, además del avance "de la agenda de conversaciones
pactada entre el Gobierno y el ELN, así como armonizar los dos
procesos".
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AP Photo/ Efrain Patino
Por
ello pactaron la creación de un mecanismo conjunto "entre las dos
fuerzas, cuyos resultados estaremos informando al Gobierno, al país y a
la comunidad internacional".
Asimismo, aprovecharon el encuentro
para rechazar "la persecución, manifestada en el creciente número de
asesinatos y encarcelamientos de líderes sociales, defensores de
derechos humanos y el asesinato de 30 excombatientes de la FARC", hechos
"que en su mayoría permanecen en la impunidad a tiempo que la Fiscalía
General de la Nación insiste de manera equivocada en no hallar conexidad
en los mismos".Lea más: ONU entrega a Colombia 69.000 kilos de armas destruidas de las FARC
De allí que hicieron un llamado a las organizaciones de víctimas, defensoras de derechos humanos, y a los sectores democráticos y alternativos a la organización, "a la denuncia, la resistencia, la movilización, defensa de la vida, del territorio, las garantías y los derechos humanos de los colombianos".
En
esa línea, reiteraron que el paramilitarismo "es la mayor amenaza para
la paz de Colombia, la sociedad y la democracia", por lo que es
necesario "tomar medidas efectivas e inmediatas para el desmantelamiento
definitivo de las operaciones y organizaciones paramilitares y sus
redes de apoyo".
Las organizaciones consideran además que la
solución "al complejo problema de los cultivos de uso ilícito" no puede
seguir siendo "un tratamiento exclusivamente represivo, de resultados
nefastos como los que se vienen presentando en Tumaco y que amenaza con
extenderse a otras regiones para dar cumplimiento a compromisos
adquiridos con los Estados Unidos".Más aquí: Decenas de campesinos e indígenas asesinados en Colombia el último año
Por ello creen que es necesario "actuar con sensatez" y que el Estado "cumpla los compromisos adquiridos con las comunidades" a través de la implementación de planes de sustitución, programas de inversión social, transparencia en el manejo de los recursos, así como "la formalización de la propiedad de la tierra y el fortalecimiento de la convivencia".
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REUTERS/ Jaime Saldarriaga
Asimismo,
mostraron su preocupación "por la corrupción desbordada que ha invadido
la estructura social del país", lo que podría poner en peligro "la
posibilidad de la paz y el devenir de una democracia real a la que
aspiramos".
"Por el bien de Colombia, afirmamos desde la Ciudad
Alfaro Montecristi, Ecuador, que ninguna dificultad —por grande que
sea-, nos hará desfallecer en la conquista de la paz, construida sobre
los cimientos de la equidad social, la soberanía, la verdad y la
democracia", agrega el texto.Las delegaciones iniciaron el 23 de octubre en Ecuador un ciclo de conversaciones que tenía como fin que ambos grupos compartan sus experiencias en el proceso de los diálogos de paz con el Gobierno colombiano.
Escuche: "Las FARC inscriben su partido para las presidenciales"
El 20 de octubre, el Gobierno de Colombia autorizó a una delegación de la FARC para que se reúna con los negociadores de paz del ELN, que desde febrero mantienen negociaciones de paz con Colombia.
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