Josefina Vázquez Mota formuló por primera vez su trascendental propuesta en el mitin realizado en Tantoyuca, Veracruz. Pidió a sus seguidoras “ser las primeras en acudir a las urnas”, pero les dijo “no vengan solas. Y el señor que no venga no habrá ‘cuchi cuchi’ un mes” (César Vázquez Chagoya, Información de Veracruz, 17-VI-12).
Con tanto mitin y discurso durante la campaña presidencial resultan comprensibles los excesos retóricos, dislates y fórmulas coloquiales para engatusar votantes, descreídos como están 43 de cada 100 de la naturaleza no limpia y transparente, fraudulenta, de los procesos electorales, lo que deprime mucho al intelectual estelar de Televisa. Pero resulta que la señora Mota ya se prendó de su decimonónico descubrimiento.
En Atlixco, Puebla, el 19 de junio, Vázquez rectificó para ampliar su propuesta sexual: “Me escribió un hombre, quien me dijo: ‘A ver, Josefina, ¿por qué nada más en negativo? ¿Cuál es el premio si votamos?’. Le dije que sin voto, un mes sin cuchicuchi, y con voto, doble cuchicuchi”.
Con posturas mujeriles, que no feministas, y actitudes hilarantes como la de ofrecerse como cuidadora de “todas las familias mexicanas” –como dice formó a la suya, lo que no saben los electores es cómo fue, pues a una de sus hijas la exhibe muy poco–, la señora de la sonrisa plástica pretende regular las relaciones sexuales de las parejas durante julio y agosto de 2012, a la vez que insiste obcecadamente en defender “la vida desde la concepción”, para lo cual los panistas reformaron las constituciones de 17 estados en alianza con legisladores del Partido Revolucionario Institucional y de Beatriz Paredes Rangel, para criminalizar el aborto y llevar a prisión a las practicantes voluntarias e involuntarias.
Seguramente ésta muy moderna plataforma para el siglo XVIII en que está anclada Josefina Vázquez, explica que nuevamente se encuentra en segundo lugar en las preferencias ciudadanas, con 29 por ciento de la intención de voto, frente al 27 de por ciento de Andrés Manuel López Obrador. Lo anterior de acuerdo a la encuesta más reciente que “ha sido financiada en su totalidad por Grupo Imagen Multimedia-Excélsior mediante contrato con BGC, Ulises Beltrán y Asociados”. Lo que no precisan los editores del consorcio de Olegario Vázquez Raña es que cuando AMLO se encontraba dos puntos arriba lo denominaron “empate técnico”, tampoco que Beltrán auguró este cambio desde el 10 de junio por la noche y que pregona en Forotv la conveniencia para la “estabilidad” de que AMLO quede en tercer lugar.
Naturalmente que el puntero, Enrique Peña Nieto, tiene el 42 por ciento de las preferencias en la encuesta que financió el empresario consentido del sexenio de Vicente Fox, mismo porcentaje que le asigna el Grupo Reforma sin mediar explicación alguna respecto a los cuatro puntos de distancia en que colocaba a AMLO hace 18 días. Milenio GEA/ISA le otorga 17.3 por ciento de ventaja al mexiquense, tendencia que defiende con intransigencia Ciro Gómez.
Y lo que aún padecerá la ciudadanía con encuestas convertidas en instrumentos de propaganda política e inductoras del voto, más que como fotografías de la voluntad del electorado.
Lo que no acaba de cuadrar es el creciente nerviosismo de la elite priísta que intensifica las acciones divisionistas contra #YoSoy132, descubre conjuras del Movimiento Progresista para impugnar los resultados de la elección presidencial, publicitadas ruidosamente por Grupo Televisa e intelectuales a su servicio, y ahora Excélsior anuncia la manipulación de los posibles rechazados de los centros de educación superior. No tienen la menor idea de la dinámica del movimiento social.
Acuse de recibo
“Ay, qué lástima, querido Eduardo. El desplegado venía embargado para la primera hora del lunes”, me recuerda gentilmente Francisco Gómez Maza sobre Basta de asesinatos de periodistas (18-VI-12). Respetado fue el embargo… Arturo Sandoval, de Mercadotecnia y Publicidad, agrega al tema: “No veo cómo se pueda proteger a tantos periodistas que cubren fuente de riesgo. En mi opinión, ni leyes ni nada los protege a ellos ni a sus familias. Claro es mejor hacer algo que nada, pero la realidad indica negro panorama. Sin embargo, haciendo a un lado este pesimismo, que no es fatalismo, se puede obligar al Estado, responsable de procurar seguridad, a que cubra un seguro de vida de un mínimo de 5 millones de pesos o más por periodista muerto y en caso de heridos o que queden incapacitados cubrir todos los gastos de salud, su sueldo y una compensación fuerte por daño psicológico a él y familiares”… El profesor Adolfo Lozano Pérez, conocido en la guerrilla como Mariano, cayó en Las Islas de Ciudad Universitaria el 15 de junio de hace 37 años, recuerda el docente José Luis Alonso Vargas… Pensiones en México, la próxima crisis, de Pedro Vásquez Colmenares Guzmán, será presentado el miércoles 20, a las 19 horas, en el Club de Industriales, Andrés Bello 29, Polanco. Lo comentará José Narro, rector de la UNAM.
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