La marcha iniciada este jueves por movimientos estudiantiles chilenos, acompañados también por la ciudadanía y trabajadores de la educación, fue reprimida por la policía, que arremetió con gases lacrimógenos y camiones lanza agua.
De
acuerdo con estimados de los organizadores, más de 150.000 personas
marcharon este jueves en Santiago en rechazo al lucro en la educación.
En un enorme lienzo extendido en la fachada del edificio central de la Universidad de Chile, frente al que desfilaron los manifestantes, se pudo leer: “En un país desigual todos debemos luchar. Educación pública gratuita para cambiar la sociedad”.
En un momento determinado de la marcha, aparecieron algunos policías que comenzaron a reprimir a los manifestantes. La estrategia de los cuerpos policiales fue la de colocarse a la mitad de la marcha con carros para lanzar gases lacrimógenos.
Tras ser dispersados, los estudiantes se reagruparon y volvieron a avanzar, para posteriormente ser dispersados nuevamente con gases lacrímogenos.
La cabecera de la manifestación se acercó al Palacio de la Moneda (Sede del Gobierno), para entregar un documento al presidente Sebastián Piñera.
En las calles, los olores a gas lacrimógeno eran muy fuertes y se originaron enfrentamientos entre estudiantes y policías mientras ciudadanos y dirigentes sindicales trataban de avanzar y hacerle frente a las bombas lacrimógenas.
De este modo las fuerzas policiales chilenas vuelven a reprimir al movimiento estudiantil que se moviliza para exigir reformas en el sistema educativo. Dos semanas atrás, las fuerzas policiales también arremetieron contra una marcha que pretendía entregar un documento al gobierno; incluso fueron detenidas varias personas entre ellas, un observador de una ONG.
“En Chile pasamos de la dictadura militar a la dictadura del mercado”. “Pero este país lo cambiaremos”, advirtió Gabriel Boric, dirigente estudiantil.
Telesur / El Ciudadano
En un enorme lienzo extendido en la fachada del edificio central de la Universidad de Chile, frente al que desfilaron los manifestantes, se pudo leer: “En un país desigual todos debemos luchar. Educación pública gratuita para cambiar la sociedad”.
En un momento determinado de la marcha, aparecieron algunos policías que comenzaron a reprimir a los manifestantes. La estrategia de los cuerpos policiales fue la de colocarse a la mitad de la marcha con carros para lanzar gases lacrimógenos.
Tras ser dispersados, los estudiantes se reagruparon y volvieron a avanzar, para posteriormente ser dispersados nuevamente con gases lacrímogenos.
La cabecera de la manifestación se acercó al Palacio de la Moneda (Sede del Gobierno), para entregar un documento al presidente Sebastián Piñera.
En las calles, los olores a gas lacrimógeno eran muy fuertes y se originaron enfrentamientos entre estudiantes y policías mientras ciudadanos y dirigentes sindicales trataban de avanzar y hacerle frente a las bombas lacrimógenas.
De este modo las fuerzas policiales chilenas vuelven a reprimir al movimiento estudiantil que se moviliza para exigir reformas en el sistema educativo. Dos semanas atrás, las fuerzas policiales también arremetieron contra una marcha que pretendía entregar un documento al gobierno; incluso fueron detenidas varias personas entre ellas, un observador de una ONG.
“En Chile pasamos de la dictadura militar a la dictadura del mercado”. “Pero este país lo cambiaremos”, advirtió Gabriel Boric, dirigente estudiantil.
Telesur / El Ciudadano
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