El salvadoreño Chávez Abarca, procesado en Cuba por terrorismo, confesó que cumplió orientaciones del terrorista confeso Posada Carriles, en la oleada de atentados en la mayor de las Antillas en 1997. La justicia también pasó a 30 años de prisión la pena de muerte a la que fue sentenciado Cruz León
Kaos. Cuba | Prensa Latina / Telesur
La Sala de los Delitos contra la Seguridad del Estado del Tribunal Provincial Popular de Ciudad de La Habana, impuso este martes 21 de diciembre la sanción de 30 años de privación de libertad al salvadoreño Francisco Antonio Chávez Abarca por el delito de terrorismo.
Con un minucioso acto de presentación de pruebas periciales, documentales y testificales, sesionó el tribunal para esclarecer los hechos terroristas ejecutados y orientados por Francisco Chávez Abarca a sus contratados para poner bombas en instalaciones turísticas cubanas.
Las declaraciones demostraron cómo el acusado reclutó, adiestró, organizó y financió a ciudadanos guatemaltecos y salvadoreños que viajaron a Cuba a finales de la década del 90 para continuar instalando artefactos explosivos, tal como él mismo lo había hecho previamente en hoteles de la capital cubana.
Entre los testimoniantes se encontraban víctimas de los sucesos y otros testigos oculares. También se presentaron los ciudadanos de El Salvador y Guatemala, Raúl Ernesto Cruz León y Nader Kamal Musallam Barakat, respectivamente, quienes reconocieron objetos entregados por el acusado para ejecutar las acciones terroristas en Cuba.
Ambos fueron juzgados y sancionados con anterioridad en los tribunales cubanos por el delito de terrorismo que realizaron cumpliendo órdenes de Francisco Chávez Abarca, cabecilla de un brazo armado estructurado en Centroamérica por Luis Posada Carriles, la Fundación Nacional Cubanoamericana y el resto de la mafia anticubana.
Al adoptar esta decisión, el Tribunal tuvo en cuenta lo aprobado en abril de 2008 por el Consejo de Estado respecto a las sanciones de muerte que fueron conmutadas, así como el arrepentimiento del acusado.
Contra la sanción impuesta, Francisco Chávez Abarca podrá interponer en su momento recurso de casación ante la sala correspondiente del Tribunal Supremo Popular.
El salvadoreño Francisco Chávez Abarca, procesado en Cuba por terrorismo, confesó que cumplió orientaciones del terrorista confeso Luis Posada Carriles, en la oleada de atentados en la mayor de las Antillas en 1997.
Chávez Abarca admitió su responsabilidad durante la primera vista de su juicio oral que, desde este lunes, se celebra en el Tribunal Provincial de La Habana.
El sitio Web del diario Granma reseñó que durante el proceso judicial el detenido reconoció haber recibido y cumplido "órdenes directas" de Posada Carriles y también haber reclutado a varios ciudadanos centroamericanos para cometer actos terroristas en la isla.
Entre los centroamericanos reclutados, que ya fueron juzgados por los tribunales cubanos, se encuentra su compatriota Raúl Ernesto Cruz León.
Este mes de diciembre la justicia cubana conmutó a 30 años de prisión la pena de muerte a la que fue sentenciado en 1998, Cruz León, por haber colocado bombas en La Habana.
Uno de los artefactos colocados por el salvadoreño Cruz León, además de causar lesiones y daños materiales, provocó la muerte del turista italiano Fabio Di Celmo, quien se hallaba en el hotel Copacabana, en la capital cubana.
Las acciones terroristas que se perpetraron en Cuba, por iniciativa de Posada Carriles, buscaban crear un clima de inestabilidad y afectar el desarrollo económico de la isla caribeña.
Posada Carriles, terrorista confeso, es imputado en la isla por la autoría intelectual del estallido en pleno vuelo de un avión de la aerolínea Cubana de Aviación en 1976, en donde perdieron la vida 73 pasajeros.
El ex agente de la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA, por su sigla en inglés), además es acusado de varios intentos de magnicidio en contra del líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro.
El terrorista cubano nacionalizado venezolano, se encuentra libre en Estados Unidos, pese a ser reclamado por las justicias de las naciones antes mencionadas.
Entretanto, Francisco Chávez Abarca fue capturado en Venezuela el 1 de julio del año en curso y posteriormente extraditado a Cuba, donde era reclamado por terrorismo.
El salvadoreño fue detenido en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía (estado Vargas, norte) cuando pretendía ingresar utilizando una identidad falsa, con el objetivo de realizar acciones violentas.
El 7 de julio de 2010 fue trasladado a Cuba en acatamiento a la orden de circulación realizada por la isla caribeña a la Policía Internacional (Interpol).
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