Enviado especial de la radio cubana.
Para Alternativa Latinoamericana - Mujeres Por La Democracia
CFRU 93.3 FM, Radio de la Universidad De Guelph, Ontario, Canada
Fue un día de paz, de tranquilidad; pasó un mes exactamente de aquel fatídico 12 de enero.
Comenzaron tres días de duelo nacional este viernes. Las calles habitualmente colmadas de vehículos, transeúntes y vendedores ambulantes, se nos presentaron ante los ojos prácticamente vacías.
Una apreciable cantidad de haitianos elegantemente vestidos se reunieron en iglesias y templos de las diferentes congregaciones que existen aquí en Haití. Cada cual, con su rezo o plegaria, ofreció respeto y recordación por los que ya no están entre ellos: familiares, amigos, vecinos o simplemente conocidos.
Cientos se concentraron en los alrededores de la céntrica Plaza Champs de Mars de Puerto Príncipe para rendir su tributo, mientras que otros lo hicieron en otros lugares del país como Leogane, Carrefour, Jacmel, puntos fuertemente golpeados por la destrucción y la muerte.
La Universidad de Notre Dame fue la sede del acto oficial. Allí el presidente René Preval expresó: “Haití no morirá, no debe morir”.
Nos parece ahora muy lejano ese día. Apenas un mes y nos parece que han pasado muchos más, quizás por las largas jornadas compartidas con los colaboradores de la misión médica cubana que se encontraban en ese momento en Haití y que fueron los primeros en socorrer al pueblo haitiano tratando de salvar la mayor cantidad de vidas.
Me vinieron a la mente los recuerdos a nuestra llegada, 24 horas después de la catástrofe que sumió a los haitianos en el sufrimiento y que cambió el rostro a Puerto Príncipe, la ciudad capital, y otras localidades cercanas al epicentro del sismo.
Pasan unas a otras las imágenes de desolación, angustia, dolor, llanto, rezo, las que perduran en este lapso de tiempo demorado, como sucede cuando se trata de horas amargas como las pasadas junto a ellos.
Hace exactamente un mes que estamos aquí reportando para Cuba y para el mundo. Dando a conocer la evolución de los acontecimientos y las proezas realizadas por nuestros médicos internacionalistas, así como el apoyo y la ayuda incondicional del gobierno cubano y sus dirigentes.
En este día de paz en Haití acompañamos a su pueblo y nos prestamos, como ayer y hoy, a estar junto a él por siempre.
AUDIO
Comenzaron tres días de duelo nacional este viernes. Las calles habitualmente colmadas de vehículos, transeúntes y vendedores ambulantes, se nos presentaron ante los ojos prácticamente vacías.
Una apreciable cantidad de haitianos elegantemente vestidos se reunieron en iglesias y templos de las diferentes congregaciones que existen aquí en Haití. Cada cual, con su rezo o plegaria, ofreció respeto y recordación por los que ya no están entre ellos: familiares, amigos, vecinos o simplemente conocidos.
Cientos se concentraron en los alrededores de la céntrica Plaza Champs de Mars de Puerto Príncipe para rendir su tributo, mientras que otros lo hicieron en otros lugares del país como Leogane, Carrefour, Jacmel, puntos fuertemente golpeados por la destrucción y la muerte.
La Universidad de Notre Dame fue la sede del acto oficial. Allí el presidente René Preval expresó: “Haití no morirá, no debe morir”.
Nos parece ahora muy lejano ese día. Apenas un mes y nos parece que han pasado muchos más, quizás por las largas jornadas compartidas con los colaboradores de la misión médica cubana que se encontraban en ese momento en Haití y que fueron los primeros en socorrer al pueblo haitiano tratando de salvar la mayor cantidad de vidas.
Me vinieron a la mente los recuerdos a nuestra llegada, 24 horas después de la catástrofe que sumió a los haitianos en el sufrimiento y que cambió el rostro a Puerto Príncipe, la ciudad capital, y otras localidades cercanas al epicentro del sismo.
Pasan unas a otras las imágenes de desolación, angustia, dolor, llanto, rezo, las que perduran en este lapso de tiempo demorado, como sucede cuando se trata de horas amargas como las pasadas junto a ellos.
Hace exactamente un mes que estamos aquí reportando para Cuba y para el mundo. Dando a conocer la evolución de los acontecimientos y las proezas realizadas por nuestros médicos internacionalistas, así como el apoyo y la ayuda incondicional del gobierno cubano y sus dirigentes.
En este día de paz en Haití acompañamos a su pueblo y nos prestamos, como ayer y hoy, a estar junto a él por siempre.
AUDIO
Cronica en la voz Isidro Fardales desde Haiti
No hay comentarios:
Publicar un comentario