Condena el gabinete de Hamid Karzai las repetidas matanzas
de inocentes
Avión bombardea en Uruzgan un convoy de tres minibuses en que viajaban 42 personas
El general McChrystal ofrece disculpas y promete una investigación sobre lo ocurrido
Martes 23 de febrero de 2010, p. 16
Kabul, 22 de febrero. Un torpe ataque en Afganistán ha asestado a los esfuerzos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) por ganar las mentes y los corazones
el tercer golpe en una semana. Kabul afirma que en el bombardeo perecieron 27 civiles, entre ellos mujeres y niños.
Funcionarios del gobierno afgano informaron que los aviones de la OTAN atacaron un convoy de tres minibuses en los que viajaban 42 personas, todas civiles, en la provincia montañosa de Uruzgan la noche del domingo, al tomarlos por insurgentes talibanes que se preparaban para atacar a las tropas de la organización.
El gabinete del presidente Hamid Karzai condenó como injustificables las repetidas matanzas de civiles por las fuerzas de la OTAN
, y apremió a la coalición a coordinar más de cerca y ejercer el máximo cuidado
antes de llevar a cabo cualquier operación militar para evitar nuevas bajas civiles.
El error
, el peor ataque contra civiles por fuerzas de la OTAN en seis meses, pone en vergüenza al comandante de la alianza trasatlántica, el general Stanley McChrystal, cuya renovada
campaña de contrainsurgencia se basa supuestamente en proteger civiles en vez de matar combatientes.
Amenazan con ensombrecer la operación Moshtarak
Uruzgan es también la provincia afgana donde operan las fuerzas holandesas de la misión. La carnicería ocurrió apenas un día después de la caída del gobierno holandés a causa de una misión militar que es profundamente impopular en los Países Bajos. La crisis política holandesa y la fragmentación de la unidad de la OTAN amenazan a la alianza con la pérdida de mil 600 efectivos hacia finales del año y abre la perspectiva de que otros aliados nerviosos de Estados Unidos, como Canadá, Australia y Alemania, también se retiren.
Con tres ataques fallidos en siete días, el ángulo emotivo de las bajas civiles también amenaza con ensombrecer la operación Moshtarak, nombre de la ofensiva de la OTAN en Helmand que es a la fecha el ejemplo de más alto perfil de la nueva estrategia.
Dieciséis civiles han perecido en el centro de Helmand desde que comenzó la ofensiva, y los ataques en Uruzgan, aunque sin relación con esa operación, contradicen la afirmación de la OTAN de que se tiene extremo cuidado en proteger a civiles.
Al mismo tiempo, exacerban tensiones entre el gobierno afgano y las potencias extranjeras que lo sustentan.
El general McChrystal presentó excusas a Karzai en el palacio presidencial y prometió que la organización participará en una investigación conjunta de lo ocurrido. También emitió una disculpa pública, en la que expresó: Nos causa profunda tristeza la trágica pérdida de vidas inocentes. He dejado en claro a nuestras fuerzas que estamos aquí para proteger al pueblo afgano, y que dar muerte o lesionar a civiles socava la confianza en nuestra misión. Redoblaremos esfuerzos para recuperar esa confianza.
Desde que asumió el control de la misión de la OTAN, el año pasado, el general McChrystal ha instaurado reglas más estrictas para limitar el uso de los ataques aéreos y reducir el número de afganos muertos por las fuerzas extranjeras.
Este incidente siguió al ocurrido el jueves pasado cuando, según la OTAN, una patrulla en la provincia norteña de Kunduz fue atacada con armas de fuego. La unidad solicitó apoyo aéreo, el cual dejó caer metralla para apoyar a las tropas en contacto
, informó la organización. Más tarde se descubrió, según el parte, que varios policías afganos resultaron muertos y heridos en esta operación
.
Tres días antes, un ataque aéreo dio muerte a cinco civiles en la provincia de Kandahar, luego que una patrulla observó a individuos que cavaban en un camino y creyó que emplazaban un aparato explosivo
.
En un discurso ante el parlamento, Karzai advirtió: necesitamos llegar al punto en que no se produzcan bajas civiles. Continuaremos con nuestras críticas y esfuerzos hasta que se logre ese objetivo
.
Sin embargo, al mismo tiempo que amonesta a sus aliados, Karzai los ha horrorizado al remover unilateralmente a los tres miembros extranjeros obligatorios de un órgano antifraude que le retiró casi un millón de votos obtenidos durante el fiasco electoral del año pasado.
Como The Independent reportó la semana pasada, Karzai también quiere limitar el número de mujeres en el parlamento y levantar barreras a la postulación de candidaturas. Nada de esto agradará a las potencias occidentales que lo apoyan, cuya campaña de contrainsurgencia está basada en la idea de aislar de la población a los militantes del talibán mediante la instauración de un gobierno competente, que rinda cuentas a los ciudadanos.
© The Independent
Traducción: Jorge Anaya
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