La matanza de líderes
sociales ascendió a 4 por semana y la de excombatientes llegó a ser 2
por semana en el pasado mes de junio, exterminio con que el régimen
busca desaparecer disidentes, opositores y todo aquel que le proteste al
modelo capitalista de extracción acelerada de recursos naturales y
jugosas ganancias para Sarmiento Angulo el banquero más rico de
Colombia.
La Doctrina de Seguridad Nacional hecha en los Estados
Unidos y aplicada en Colombia las últimas 7 décadas, ordena clasificar
como “enemigo interno” a quienes se le opongan a su régimen, de este
forma son enemigos internos los líderes sociales, defensores de Derechos
Humanos y del Territorio, los activistas de izquierda, personalidades
progresistas, etc.
Para ejecutar el exterminio el régimen
combina acciones encubiertas de sus propias tropas con el uso de
sicarios suministrados por los Carteles de las drogas y las bandas
mafiosas, a quienes hacen aparecer como fuerzas paraestatales.
En las épocas del peor narco paramilitarismo, estas fuerzas de extrema
derecha mafiosa se tomaron la Agencia de espías estatal (DAS), a la que
tuvieron que deshacer por tal motivo. Antes, también las élites debieron
desarticular una Brigada militar completa, la BRIM, por la perpetración
de miles de Crímenes de Lesa Humanidad contra opositores.
Asociación estatal con el paramilitarismo en auge
La Comisión de Paz del Senado tras su visita a Tierra Alta, Córdoba;
aseguró que esa región es controlada por los paramilitares [1];
afirmación que fue negada por el Ministro de Defensa, Guillermo Botero,
quien en entrevista con Blu Radio, dijo: “no es que existan
paramilitares, sino personas malas que matan a gente buena” [2].
El 30 de junio, la prensa informó que Miguel Bastidas, jefe narco
paramilitar de la banda ‘La Constru’, era transportado en un carro
oficial del Ejército por el sur de Bogotá, propiedad del coronel Elkin
Argote, jefe del Estado Mayor de las Reservas del Ejército [3].
Otro camión oficial del Ejército fue pillado en Carepa, Antioquia, con
200 morrales de campaña con parrilla y etiquetas de identificación de la
Policía Nacional y 2.000 camisetas color verde con etiqueta del
Ejército, destinadas a las bandas y escuadrones narco paramilitares que
operan en Urabá, en límites con Panamá, según aclaró el conductor del
vehículo [4].
Incremento del desplazamiento forzoso
A lo largo de la última década, la población global de desplazados
forzosos creció sustancialmente de 43,3 millones en 2009 a 70,8 millones
en 2018 y alcanzó una cifra récord.
Según el informe
“Tendencias globales del desplazamiento forzoso en el 2018”, realizado
por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados
(ACNUR), por cuarto año consecutivo Colombia es catalogado como el país
con más desplazamiento forzoso interno, con 7’816.500 víctimas [5].
Los perseguidores no dan tregua
La persecución política del régimen crece por medio de amenazas,
atentados y judicializaciones en las que hacen aparecer a líderes
sociales como “auxiliadores de la subversión”.
Merly Xiomara
Peluffo , exconcejal y víctima del conflicto en tres oportunidades; el
pasado 2 de julio esta líder social del Carmen de Bolívar fue amenazada
por sujetos que llegaron hasta su casa y violentamente le advirtieron
que debía irse del pueblo.
El capitán del Cabildo indígena de
Sampues, Ferney Hernández, el pasado 5 de junio denunció que a través de
panfletos habían amenazado de muerte a los líderes de la etnia Zenú.
Yirley Velasco , lidera la Asociación “Mujer y Vida” en el
corregimiento del Salado, Carmen de Bolívar, en la que defiende
sobrevivientes de la violencia sexual y promociona los derechos de la
mujer; fue amenazada de muerte por medio de llamadas y cartas.
Carlos Fernández , defensor de derechos humanos del Putumayo y miembro
de la Comisión Intereclesial Justica y Paz; el 26 de junio fue amenazado
de muerte a través de llamada telefónica.
Danelly Estupiñán ,
promotora del paro cívico de Buenaventura que se desarrolló en esa
ciudad en el 2017, denunció que además de ser víctima de seguimientos
por parte de personas extrañas, ahora la están intimidando judicialmente
por sus denuncias sobre corrupción y genocidio en este Puerto del
Pacífico.
Francisco Ríos , víctima de desplazamiento y padre del
líder social y ex concejal Andrés Felipe Possú; había denunciado
amenazas y el pasado 2 de julio fue asesinado en el casco urbano de
Villa Rica, Cauca.
Tatiana Posso Espitía de 36 años, líder
social del Copey, Cesar y precandidata al Concejo municipal; el 3 de
julio fue asesinada en su vivienda frente a su madre y su hija de 12
años, por sicarios que le propiciaron múltiples impactos de bala.
Notas:
[5] Desplazamiento forzado en 2018. https://www.acnur.org/ 5d09c37c4.pdf
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