Revés para Trump
El presidente autorizó la obra en 2017, anulando una prohibición de Obama por motivos medioambientales
▲ Líderes indígenas y ambientalistas se manifestaron ante una sucursal
del Chase Bank en Seattle, el 8 de mayo de 2017, contra el
financiamiento bancario al oleoducto Keystone XL y otros proyectos.
Washington. Un juez federal de Estados Unidos detuvo
temporalmente la construcción del polémico oleoducto Keystone XL, al
estimar que la administración del presidente Donald Trump no justificó
de manera adecuada por qué levantó la prohibición del proyecto impuesta
por su predecesor Barack Obama en 2015.
El fallo del juez de Montana, Brian Morris, sobre el oleoducto que
pretende unir la provincia canadiense de Alberta con las refinerías del
Golfo de México es un revés para Trump y la industria petrolera y una
importante victoria para los grupos ecologistas y de defensa de
indígenas.
Se proyecta que Keystone XL, con una extensión de mil 900 kilómetros,
de los cuales mil 400 se encuentran en territorio estadunidense, se
conecte a la existente red de oleoductos en Estados Unidos. El proyecto,
cifrado en 8 mil millones de dólares, data de 2008 y permitiría
transportar diariamente alrededor de 830 mil barriles de petróleo.
Trump autorizó la construcción del oleoducto tras llegar a la Casa
Blanca en enero de 2017, con el alegato de que crearía puestos de
trabajo y estimularía el desarrollo de infraestructuras. Anuló así una
decisión tomada por el ex presidente Obama en 2015, quien negó el
permiso al oleoducto, esencialmente por razones medioambientales.
El fallo del jueves pasado es temporal y requiere que el gobierno
estudie a profundidad cómo afectará el proyecto al medio ambiente, los
recursos culturales y la fauna.
El juez Morris alegó que el análisis medioambiental llevado a cabo
por la administración Obama en 2015 para negar el permiso al oleoducto
fue ignorado por el Departamento de Estado, el cual
se limitó a descartar las conclusiones previas relativas al cambio climático para justificar su cambio de posición.
Agregó que dicho departamento no tomó en cuenta factores tales como
el precio del crudo, el impacto del proyecto en las emisiones de gases
de efecto invernadero y los riesgos de derrames de petróleo.
En noviembre de 2017, 5 mil barriles de petroleo fueron vertidos a
las llanuras de Dakota del Sur, en Estados Unidos, tras una fuga en el
oleoducto Keystone, una de las ramas del Keystone XL. La gigantesca
infraestructura transfronteriza es operada por TransCanada, y ha sido
combatida por las comunidades autóctonas de los territorios que
atraviesa por los daños medioambientales que podría provocar.
Foto Afp
Afp
Periódico La Jornada
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