Adital
El ataque ocurrió
en dos puntos diferentes del Departamento de Matagalpa, cuando la caravana se
desplazaba de Managua hacia municipios del norte de Nicaragua a fin de dejar a
los participantes de la festividad. Uno de los ataques ocurrió a las 21h, en El
Carmen, kilómetro 76 de la Carretera Panamericana, en Ciudad Darío. Tres horas
después, otro grupo atacó la caravana que se desplazaba entre San Ramón y la
comunidad El Jobo, en Matiguás. Yeltzin Talavera Galeano fue una de las
víctimas fatales y Bismark Arteta Mena, chofer del ómnibus, quedó herido.
De acuerdo con el
Partido Socialista, este tipo de ataque no es común en el escenario político
nicaragüense, pues tuvo como blanco a la población civil y desarmada. La
Iglesia Católica y los partidos políticos de la oposición manifestaron su
reprobación al ataque. En este momento, el Ejército y la Policía están
trabajando para identificar a los culpables de esa "gigantesca provocación
contra el gobierno”.
"Exigimos al gobierno sandinista que realice una investigación y que
castigue a los culpables. Llamamos a la unidad de acción democrática contra
estos grupos de extrema derecha que, bajo la bandera de lucha contra el fraude
electoral, cometen crímenes contra la población civil. La lucha democrática
implica el derecho de todos a gozar de las libertades, y ello implica el
derecho que también tienen los militantes sandinistas de movilizarse libremente
y celebrar el 19 de julio y cualquier otra fiesta popular”, demandan.
Dos días antes del
atentado, en la madrugada del 17 de julio, integrantes del grupo armado Fuerza
Democrática Nicaragüense Comandante 380 hicieron una ocupación simbólica de la
Carretera Panamericana, en las proximidades de la frontera con Honduras. No
hubo incidentes y la acción fue sólo una propaganda armada del grupo
guerrillero. El Psoca denuncia que este tipo de acción es criticada, pero los
grupos armados de extrema derecha están actuando aún peor.
La actividad de los
grupos armados de extrema derecha sería una reminiscencia de la guerra civil
(1982-1990) nicaragüense. En algunas regiones del país, la situación es tensa a
causa de sus actividades. El gobierno sandinista reconoce la existencia de esos
grupos, pero no estaría dándoles importancia política, definiéndolos como pandillas
involucradas en el robo de ganado y en el secuestro de ganaderos, y no como
guerrilleros que luchan contra el gobierno y en favor de un estado de derecho.
Traducción: Daniel
Barrantes - barrantes.daniel@gmail.com
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