Las agresiones diplomáticas y la amenaza de una posible guerra no se debe sólo a que la nación persa tiene importantes recursos naturales, sino a que el control de su territorio es clave para debilitar a Rusia y China.
Resumen Latinoamericano / Correo del Orinoco.- La posibilidad de que Estados Unidos emprenda una guerra contra Irán está en el tapete desde junio pasado, cuando el líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, denunció esa posibilidad en sus Reflexiones.
En aquella ocasión, el expresidente cubano reveló que “naves militares norteamericanas, incluido el portaaviones Harry S. Truman, escoltado por uno o más submarinos nucleares y otros buques de guerra con cohetes y cañones más potentes que los de los viejos acorazados utilizados en la última guerra mundial entre 1939 y 1945, navegaban hacia las costas iraníes a través del canal de Suez”.
Esta acción el comandante Castro la vinculaba con la resolución 1.929 del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas, emitida el 9 de junio, que establecía, entre otros puntos, que “todos los Estados deberán impedir el suministro, la venta o la transferencia al Irán, en forma directa o indirecta, desde su territorio o a través de él”.
La excusa de esta medida fue el programa nuclear con fines pacíficos de Irán, que pese a su compromiso de no desarrollar armas de destrucción masiva, el régimen estadounidense insiste en que es una amenaza para su seguridad.
LA PIEDRA EN EL ZAPATO
A la luz de los planteamientos de Fidel Castro, María Elena Álvarez, analista internacional cubana explicó que las agresiones diplomáticas hacia Irán y la amenaza de una posible guerra en su contra se deben a que la nación es la clave para la reconfiguración de la hegemonía de Estados Unidos en el mundo.
“Irán no sólo tiene importantes recursos naturales sino que geopolíticamente tiene una privilegiada posición, por ser el acceso a todo el comercio y el transporte en el Golfo Pérsico, que representa la mitad del petróleo del mundo”, indicó en entrevista con el Correo del Orinoco la profesora del Instituto Superior de Relaciones Internacionales de Cuba.
Esta observación permite entender que el control del territorio iraní le daría a Estados Unidos la posibilidad de controlar el paso de gasoductos y oleoductos, además del comercio de la región. Pero la Casa Blanca tiene otras razones para acosar a la nación persa, advierte la especialista: “Irán es un país contestatario hacia Estados Unidos y apoya causas progresistas en la zona, como la de Palestina, por lo que es el ‘mal ejemplo’ a eliminar”.
Al mismo tiempo, advierte Álvarez, Irán es la clave para debilitar también a los dos países que le disputan el liderazgo a la nación norteamericana: China y Rusia. “La nación persa es el flanco sur de Rusia y es uno de los principales proveedores de petróleo de China, segunda economía mundial. Si Estados Unidos quiere recuperar su hegemonía y reinstalar la unipolaridad, debe golpear a esos dos países, e Irán es clave para ello”, aseveró.
ISRAEL EN ESCENA
En medio del escenario que plantea, Álvarez señala que Israel se presenta como partícipe de una posible agresión bélica contra Irán, aunque piensa que esta nación no actuará sin el apoyo de Estados Unidos. Sin embargo, asegura que si llegara a hacerlo, la respuesta inmediata del potencia del Norte sería darle apoyo.
Israel es también un factor clave para debilitar a Rusia y a China, indicó Álvarez, quien señaló que debido a ello, en caso de una eventual agresión contra el país persa, la posibilidad de que alguna de estas dos potencias intervenga es nula, ya que la confrontación se convertiría en “la tercera guerra mundial”, un conflicto que ni la nación asiática ni la europea persiguen.
POSIBLES ESCENARIOS
Aunque los intereses de Estados Unidos plantean la necesidad de controlar el territorio iraní, la analistas vaticina las posibilidades de que se produzca una agresión bélica y para tomarlo se ven aminoradas por el alto costo que esa posible guerra le acarrearía al régimen que gobierna a la nación norteña.
“Para los estadounidenses el costo en vida humanas, económico, y de descrédito a nivel internacional, que lastimaría de sobremanera su liderazgo, sería tan alto que si se desarrollara la guerra eso nos demostraría la irracionalidad del sistema capitalista”, manifestó Álvarez.
Sin embargo, la especialista cubana advierte que Estados Unidos se se debate actualmente con una contradicción entre sus intereses como Estado-nación y sus intereses imperialistas, que hacen que el no atacar a Irán también tenga un alto costo.
“Como nación imperial, ese país no puede permitir que Irán continúe con una política independiente en una zona geopolíticamente estratégica. Para el interés imperial lo más coherente es recuperar a todo costo la hegemonía mundial, costo que lastima profundamente al Estado-nación que actualmente padece una crisis política y económica”, detalló.
Álvarez añade que, en todo caso, la decisión por parte de las autoridades estadounidenses de iniciar un conflicto armado contra Irán también sería irracional por el hecho de que “ese país ha demostrado que no puede con dos guerras juntas (Afganistán e Iraq), por lo que menos podrá con tres”.
“La guerra se daría entonces en dentro de un proceso de irracionalidad del capital. Pero el capital no tiene sentimientos y por eso puede prevalecer, a costos incalculables, la intención imperial de ganar terreno con el fin de revivir el orden unipolar”, enfatizó.
RESOLUCIÓN A LA CARTA
El pasado 25 de junio, Fidel Castro denunció que el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas, “a propuesta de Estados Unidos, con el apoyo de Gran Bretaña, Francia y Alemania, aprobó una dura resolución que no fue vetada por ninguno de los cinco países que ostentan ese derecho”.
Se trata de la resolución 1929 del 9 de junio, que señala: “todos los Estados deberán impedir el suministro, la venta o la transferencia al Irán, en forma directa o indirecta, desde su territorio o a través de él, por sus nacionales o personas sujetas a su jurisdicción o utilizando buques o aeronaves de su pabellón, e independientemente de si tienen o no origen en su territorio, de carros de combate, vehículos blindados de combate, sistemas de artillería de gran calibre, aeronaves de combate, helicópteros de ataque, buques de guerra, misiles o sistemas de misiles”.
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