Estados Unidos y Corea del Sur siguen realizando maniobras militares conjuntas en el Mar Amarillo. Corea del Norte se mantiene a la expectativa ante cualquier posible ataque enemigo, según informó la agencia de noticias Yonhap.
Por su parte, China se ha comprometido a buscar la distensión. El gigante asiático invitó este domingo a una reunión urgente en Pekín a las partes implicadas para evitar una escalada militar.
En una rueda de prensa, el viceministro de Asuntos Exteriores chino, Wu Daiwei, convocó este encuentro, que debería celebrarse en diciembre con la participación de los delegados de las dos Coreas, Estados Unidos, China, Rusia y Japón.
Sin embargo, la propuesta china ha tenido una rápida respuesta y desde Corea del Sur ya han replicado que no es momento para el diálogo, desmarcándose así de la reunión.
Las maniobras conjuntas norteamericanas y surcoreanas, que se llevan a cabo al sur de la disputada frontera marítima entre las dos Coreas, ya se habían planificado hace meses, antes del incidente militar.
Además, EEUU contaba ya con 28.500 soldados en territorio surcoreano, lo que hace sospechar a Corea del Norte que el incidente ocurrido sea sólo un pretexto para una futura invasión.
Asimismo, las maniobras han sido duramente criticadas por China y calificadas de “amenaza de guerra” por Corea del Norte, que ha advertido que se defenderá si se violan sus aguas jurisdiccionales.
Entre tanto, el Ministerio de Defensa surcoreano ha ordenado a los periodistas que abandonen la isla de Yeonpyeong y muchos residentes evacuados anteriormente han anunciado que, de momento, no quieren regresar.
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