Grupos anti-inmigrantes de California iniciaron una campaña para promover una ley federal contra los indocumentados, según afirma la prensa estadounidense.
El objetivo del plan, de mayoría conservadora y republicana, es frenar el previsible éxodo de esas personas desde Arizona, donde las patrullas fronterizas están autorizadas a actuar contra los ilegales.
Michael Erickson, dirigente del derechista ”Tea Party” en San Francisco, dijo a medios de prensa de Sacramento que la ley de Arizona, virtualmente aprobada “plegaría de indocumentados y de drogas” a California.
El proyecto californiano, seguidor del ejemplo de los encaminados en Arizona y Texas, autorizaría a oficiales de la patrulla de carreteras, a alguaciles y policías a investigar la condición migratoria de las personas.
La iniciativa criminaliza a los indocumentados que busquen trabajo y castiga a quienes contraten a ilegales, con o sin intención de violar la ley.
En su momento el presidente estadounidense, Barack Obama, calificó de irresponsable y mal encaminada la ley antiinmigrante de Arizona y dijo que tales medidas podrían violar los derechos civiles.
Pero esos comentarios fueron desoídos por la gobernadora de ese estado, Jan Brewer, quien dio curso a la ley más intransigente del país contra la inmigración ilegal.
Por igual senda transitó Texas, donde una ley similar está frenada por la justicia federal y ahora despunta el estado de California.
Prensa Latina
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