Las Fuerzas Armadas y la policía hondureñas detuvieron a 150 campesinos en una operación represiva en el Valle del Aguán, incluida la finca El Tumbador, donde fueron asesinados cinco trabajadores rurales el pasado 15 de noviembre.
Así lo denunció este lunes el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) de Honduras y la Red Morazánica de Información (RMI).
Por su parte, el diario La Tribuna recordó que el despliegue militar en El Tumbador lleva 15 días y es justificado por el régimen de Porfirio Lobo con la búsqueda de armas, supuestamente en manos de campesinos que reclaman la devolución de tierras usurpadas por los terratenientes.
El propio ejecutivo hondureño reconoció que en lo que va de 2010 han sido asesinados 30 labriegos en Tocoa, principalmente en la región de El Aguán.
Los últimos cinco fueron masacrados en El Tumbador a manos de paramilitares organizados por el terrateniente Miguel Facussé, vinculado con las fuerzas golpistas que derrocaron al presidente legítimo Manuel Zelaya en junio de 2009.
Desde el FNRP responsabilizaron al régimen de Lobo de propiciar el sicariato y militarizar la región para favorecer a latifundistas que han usurpado las tierras otorgadas a los campesinos.
Mientras, organismos de derechos humanos internacionales revelaron que el Banco Mundial (BM) ha otorgado un préstamo de 30 millones de dólares a Facussé, con lo cual contribuye al financiamiento de los paramilitares.
Días atrás, el viceministro hondureño de Seguridad, Armando Calidonio, reafirmó el argumento oficial diciendo que en el Bajo Aguán las supuestas armas de grueso calibre provendrían de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc).
El funcionario del régimen apenas señaló que lo único que podía informar era la existencia de “indicios”, ya que “estamos investigando los supuestos nexos que puedan tener grupos terroristas del sur del continente, específicamente las Farc”.
Calidoni además sostuvo, sin mostrar pruebas, que los campesinos son entrenados militarmente por los insurgentes colombianos.
A ser consultado sobre las pistas reales que tiene la Policía Nacional sobre el posible nexo de las Farc se limitó a decir que “tenemos una gran cantidad de indicios que no podemos compartir”.
La situación de represión que viven los campesinos hondureños ha sido denunciada en reiteradas ocasiones por organizaciones sociales de Honduras y del extranjero.
AVN
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