Solo ha transcurrido una semana desde la publicación digital de mi investigación “BRENNAN DESENMASCARADO. El golpismo diplomático imperial en Nicaragua y Bolivia” y una cantidad importante de portales han replicado y subido inmediatamente el libro digital –e.g. Rebelión, la Haine–, en razón de la pertinencia que implica la cantidad de datos aportados sobre la nefasta y pobre figura del Encargado de Negocios de la embajada norteamericana en Bolivia, Peter M. Brennan.
Y, de hecho, si bien el texto fue desarrollado en un sentido estrictamente académico y despojado de tendencias sobre-ideologizadas, el presente artículo no lo es así, sino es más bien un artículo combativo y de denuncia pública.
Peter Brennan aún permanece en Bolivia, aun realiza todo el conjunto de actividades que “el cree” son parte de la diplomacia, y que “el cree” son compatibles con la labor de un representante de un estado extranjero, pero ello no es así. De ninguna manera los infantiles raciocinios pseudo-académicos de Brennan pueden esgrimir defensa alguna de su clara postura política e ideológica a favor de una derecha cavernaria y ridícula, que persigue afanosamente los favores y migajas de la Embajada estadounidense.
No se equivoque el lector, no minimizo la inteligencia de Brennan, el hecho de que no tenga un ápice de formación teórica no significa que no sea un político astuto, porque aquello que sabe hacer mejor no lo aprendió en la academia o en la reflexión filosófica de las cosas, la aprendió de sus andanzas y confabulaciones desestabilizadoras en sus misiones diplomáticas previas: Barbados, Republica Dominicana, Venezuela, Uruguay, Costa Rica, Nicaragua y Pakistán.
Pero es en Nicaragua donde todas las evidencias de su proceder confabulador e intervencionista salen a la luz y son indiscutiblemente evidentes. Y de hecho es aquel momento, el cual fue plenamente investigado a través del libro ya mencionado, haciéndose uso de todo el material disponible y trabajando directamente con las fuentes primarias –los cables de Brennan– no solamente se expone las intenciones de Brennan y el ex-embajador Paul Trivelli en 2006 y 2007, sino que también se expone a toda la masa de políticos mediocres de derecha que se encontraban confrontados entre sí mismos y que actuaban de la misma manera que lo hacen todos los ultra-conservadores, evangélicos y neoliberales en Bolivia.
Es más, la imagen que se desprende de las acciones de Brennan en Nicaragua, se asemejan a un deja vu, cuando se hace un repaso de la historia boliviana en los últimos cinco años. En Nicaragua, la derecha trabajaba con la iglesia católica, con evangélicos, con ONGs, con dirigentes indígenas, con empresarios, con figuras políticas estadounidenses, etc. E Incluso se llega a develar como se trabajó la campaña para fortalecer un escandaloso caso respecto a la figura de Ortega y su hijastra Zoilamérica Flores.
De la campaña de Brennan, y como en Bolivia, encontramos también pruebas de su accionar para la destrucción de misiles del ejército nicaragüense al mismo tiempo que en Bolivia sucedía lo mismo con los MANPADS. Y en tanto que Ortega y los sandinistas no estaban en el poder en 2005, Brennan se daba el lujo de presionar duramente a sus aliados políticos para la destrucción de los misiles.
De los cables, no solo evidenciamos que Brennan tenía constantes reuniones de coordinación con la oposición política, sino que todas las reuniones tenían la intención de socavar a los sandinistas antes y después de que Ortega asumió el poder en 2006.
Brennan no había llegado a Nicaragua para mejorar relaciones económicas, sino que llegó para coordinar el trabajo que más tarde concretaría de la mano del embajador Paul Trivelli. De quien Brennan aprendió todas las tácticas para enfrentar a un gobierno de raíz popular. Ciertamente, con Trivelli, Brennan aprendió a buscar un perfil en la oposición, ya que buscaban ex-sandinistas como Herty Lewites que pudieran fragmentar la cohesión de los sandinistas. Además, ya para entonces, tanto Brennan como Trivelli tenían definido su candidato de oposición favorito en la figura de Eduardo Montealegre.
En la basta cantidad de fragmentos que se extrajeron para demostrar las acciones de Brennan y Trivelli, se constata la verdadera función de todas las agencias de ayuda internacional que desplegó entonces Estados Unidos, como el Centro Carter, el IRI, el NDI y el IRI. No solo ello, tanto la Unión Europea la OEA y la ONU trabajaban de maneras directas e indirectas en la campaña para frenar a Ortega. La cantidad de diplomáticos y embajadores que se aliaron para evitar que Ortega ganara, también fue completamente importante, entre los aliados estaban los embajadores, del Japón, México, Noruega, España y Finlandia, al respecto léase el cable 06MANAGUA1429, 30 de junio de 2006.
Brennan y Trivelli ejecutaron estrictamente todos los elementos de la política exterior de George W. Bush, de ello no hay duda, por ejemplo, en el cable 06MANAGUA348, de febrero de 2006 la embajada norteamericana coordinó con el personal de la Cancillería nicaragüense para que apoye las políticas anti-palestinas de Estados Unidos. Y más adelante en un siguiente cable, el 06MANAGUA432, también de febrero de 2006 se expuso e informó al entonces subsecretario del Departamento de Estado, Thomas Shannon, de las ventajas de su futura visita a Nicaragua, con la que podría fortalecer a la derecha nicaragüense, así como estimular el apoyo sobre el candidato elegido para enfrentar a los sandinistas y para continuar las políticas pro-estadounidenses, Eduardo Montealegre del PLC.
La embajada estadounidense era toda una maquinaria política de intervención, en un siguiente cable, el 06MANAGUA432, canalizó a través del IRI, 400 mil dólares para el Movimiento por Nicaragua. Y si hablamos de montos, otro cable, el 06MANAGUA1105 de mayo de 2006, se expone que una ONG pro-oposición presento una propuesta de 1.3 millones de dólares al IRI para capacitar candidatos y observadores de la oposición.
Y si bien los datos sobre financiamientos, sobre reuniones, sobre planes y sobre estrategias para fortalecer a la oposición anti-sandinistas saltan plenamente, lo que más llama la atención es la promoción, entonces, del Caso Narváez. Aquel caso implicaba un supuesto abuso sexual por parte de Ortega contra su hijastra, caso que había quedado sin ser demostrado y archivado desde 1998, sin embargo en el cable 06MANAGUA1105, se afirma: “La embajada está sacando de sus fondos para la democracia, para que la CIDH ayude a Narváez en la promoción de su propio caso, así como también en el fortalecimiento de su fundación Sobrevivientes (…) y luego desea viajar a Washington para reunirse con funcionarios de la OEA y del Departamento de Estado, así como con las ONG, que estén posiblemente interesadas en promover su caso. La misión ha buscado la asistencia del despacho para organizar citas en el Departamento de Estado, y con las ONG. Al facilitar los esfuerzos de Narváez para obtener audiencia, la atención será arrastrada hacia las cuestiones de carácter y género de Ortega en Nicaragua.”.
Si bien son muchos los episodios que puedo rememorar de la campaña intervencionista de Brennan en Nicaragua, es la anterior la más importante, porque es en Bolivia donde a raíz de un caso controversial y escandaloso se lograría atacar la figura de Evo Morales para el referéndum del 21 de febrero de 2016, ello con la presencia de Peter Brennan y con la evidencia plena de una reunión que sostuvo con el ex director de Inteligencia y represor fascista, Carlos Valverde, el 11 de diciembre de 2015.
Y de hecho, con la revisión del pasado de Brennan, y a través de él, es que se denuncia tácitamente, que PETER MEIER BRENNAN fue el responsable del escándalo Zapata en febrero de 2016, en todo sentido es completo y coherente, no solo el perfil de un agente político para la intervención, sino que son sus acciones criminales realizadas en Nicaragua, y las que realizó en Bolivia a través de la organización de la campaña opositora en 2016, las actuales impelen la exigencia de su expulsión, así como a la revisión exhaustiva de las relaciones entre Bolivia y Estados Unidos.
Por lo tanto, hay que dejar de lado los idealismos y las posiciones infantiles de buen trato con los representantes norteamericanos que nos visitan o trabajan en Bolivia, como también expuse en el libro, la misma figura de Michael J. Fitzpatrick, quien visitó Bolivia el 20 de marzo de 2017, está comprometida con la desestabilización, como se leerá en el capítulo IV sobre Bolivia, Fitzpatrick tuvo un episodio de espionaje contra Bolivia totalmente probado, al respecto léase el cable 08ASUNCION661 de 2008.
¿Qué actitud debiéramos tomar frente a la revelación del verdadero perfil de un diplomático que procuraba mantener bajo perfil en Bolivia? La duda, la sospecha, el realismo sobre los sujetos e individuos que vienen por parte de un gran poder aun hegemónico. Brennan en 2007 dijo sobre el apoyo a los opositores: “A través de USAID, organizaremos reuniones de seguimiento para los líderes de las bancadas con el NDI y el IRI. La oposición de la Asamblea Nacional (…) podría estar produciendo algunos efectos positivos.” (07MANAGUA466, 21 de febrero de 2007, confidencial).
Brennan sabía muy bien que no podía dar dinero de forma directa a los opositores en Nicaragua, pero si sabía que podía entregarlo a través de organizaciones afines y fundaciones. Además, Brennan les sugirió a los opositores que establecieran una fundación para que a través de ella se pueda apoyar mejor al partido de la oposición, la ALN, léase el cable 07MANAGUA493 de febrero de 2007.
Y cuando se hace referencia a un apoyo económico de los norteamericanos contra los sandinistas, quiero expresar lo siguiente: 4 millones de dólares para fortalecimiento de los partidos políticos, 250 mil dólares por año para capacitación de las fuerzas de oposición, 2 millones de dólares adicionales para proyectos, 250 mil dólares anuales para el fondo para la democracia de respuesta rápida y 500 mil dólares anuales para el fondo de concientización publica para los aliados de la embajada. Estos números son todos expuestos y detallados en el cable 07MANAGUA583 de marzo de 2007.
Es más, Brennan confiesa en otro cable como Silvio Díazy Gerardo Bravo eran contactos clave de la embajada por muchos años dentro del Ministerio de Defensa nicaragüense, y como sus salidas del ministerio complicaría la forma de obtención de información de los norteamericanos, ello en el cable 07MANAGUA1537 de junio de 2007. Un dato sumamente importante, porque del mismo comprendemos el peligro de la existencia de personal nacional formado en Estados Unidos, ya que ellos se convirtieron en satélites y conductos de información, así como filtración de datos sensibles que son luego usados por la embajada estadounidense.
Es por esa razón que la embajada norteamericana, así como otras embajadas procuran ofrecer becas y cursos de capacitación a determinado personal dentro de cualquier estado receptor, que les es conveniente como contacto clave y aliado.
Ya finalizando, son muchos los aspectos que se pueden detallar para exponer la bajeza y miseria de Peter Brennan, pero todos ellos fueron ya expuestos en el trabajo de investigación, para destacar solo algunos, aquí los más relevantes al final de su campaña desestabilizadora en Nicaragua: apoyo del caso controversial de los Miskitos con 500 mil dólares por dos años, promoción comunitaria en las áreas opositoras con 365 mil dólares al año, fomento de liderazgo político en 60 comunidades con 250 mil dólares, Congreso Permanente de Trabajadores y sindicatos opositores con 182 mil novecientos dólares por dos años, etc. Véase el cable 07MANAGUA1543 de junio de 2007.
Brennan a su salida de Nicaragua en 2007 se dirigiría a Costa Rica, donde también –y como se expone completamente en el libro– conspiraría a favor de los intereses políticos norteamericanos, dando apoyo a Laura Chinchilla como la continuación de las políticas hegemónicas de Estados Unidos sobre Costa Rica.
Con posterioridad fue enviado de nuevo al Departamento de Estado –Homologo de Cancillería en Bolivia– y posteriormente a Pakistán, lugar donde trabajó arduamente para reconstruir la imagen norteamericana, después de la operación militar que dio muerte a Osama Bin Laden en Abbottabad, Pakistán, el 2 de mayo de 2011. Y ya para el 28 de junio de 2014 Brennan llegaría a Bolivia, siendo el resto de sus acciones conocidas por la prensa boliviana, algunas más analizadas que otras, pero todas recién vinculantes ahora bajo un orden lógico a la luz de sus acciones en Nicaragua.
Y es en razón de las acciones plenamente expuestas ahora con el libro BRENNAN DESENMASCARADO, que queda totalmente evidenciado que no existen coincidencias en la política, y con más énfasis si consideramos la política exterior proveniente de Estados Unidos.
Al final del trabajo se entregan no solo pruebas de declaraciones de y entorno a Brennan, sino que una lista de sus reuniones conspirativas en Nicaragua, por lo que bajo la prueba y los datos no hay más que pedir la expulsión de Peter Brennan de Bolivia y la revisión en términos realistas de la relación Bolivia-Estados Unidos.
* Iván F. Mérida A., es abogado internacionalista, es Master en Relaciones Internacionales, ateo, y socialista libertario.
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