La amistad y la censura
Eduardo Ibarra Aguirre
En un gobierno de la República como el actual, sellado por el amiguismo y las cuotas de poder a todos los que hicieron posible el "Haiga sido como haiga sido", la Subsecretaría de Normatividad de Medios no tenía por qué ser la excepción.
La dependencia de la Secretaría de Gobernación es una pieza clave en el trazo y la operación de las políticas del gobierno para castigar, hasta desaparecerlas, a las publicaciones que no informan y comentan al gusto de Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, paradójicamente el mismo señor que la semana pasada hizo un comentado discurso sobre la inexistencia de la verdad oficial y de la censura presidencial, así como sobre la existencia de la libertad de expresión sin cortapisas. Todo ello al presentar Discutamos México, uno de los programas gubernamentales para celebrar el bicentenario del Grito de Dolores y el centenario de la convocatoria de Francisco Indalecio Madero González a la insurrección para derrocar al dictador. En contrapartida, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano comentó con extraña pero pertinente claridad: "No hay nada que festejar".
Festejos, discursos y descubrimientos aparte, ya resulta asfixiante la línea del manejo discriminatorio de la publicidad institucional –que se paga con los impuestos de todos los mexicanos-- para premiar lealtades y castigar disidencias, al bloquear en grado diverso a diarios y revistas como Proceso –durante nueve años consecutivos--, La Jornada, Por Esto! (en sus ediciones yucateca y quintanarroense), Contralínea, Fortuna, Síntesis, La Tijereta, Expresión Autónoma y Forum.
Exactamente como antes lo hicieron con Monitor Radio y Diario Monitor hasta destruirlos, al igual que presionaron a empresas privadas para que cancelaran las suscripciones con La Carpeta Púrpura como medio impreso. Logrado el efímero objetivo de desaparecerla, ahora opera desde internet con mayor penetración e influencia.
Esta modalidad de la censura --típica del gobierno de leyes que dice encabezar Calderón Hinojosa-- se le revirtió, también, con la revista catorcenal Contralínea que dirige Miguel Badillo Cruz, misma que desde marzo pasado circula como semanaria; de la misma manera que el gobernador panista de Guanajuato tuvo que levantar, por recomendación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, el veto publicitario a los dos diarios a.m. Y Marcelo de los Santos Fraga se largó del Palacio de Gobierno, en medio de huevazos, sin lograr la destrucción de La Jornada San Luis.
La política de censura cínica generó la crítica –aún insuficiente-- de la opinión pública y, por ello, pretenden envolverla en papel celofán con la maniobra de inventar una disposición presidencial de no anunciar a las dependencias en las revistas. Es sabido que para los amigos del grupo gobernante que son accionistas o dueños de revistas, existen caminos lícitos e ilícitos para "darle la vuelta" al memorando de Los Pinos.
Parte vital de este trabajo faccioso lo realizó Irma Pía González-Luna Corvera, subsecretaria de Normatividad de Medios sólo hasta el próximo 1 de febrero. La noticia de su relevo se dio a conocer el 26 de enero, un día antes de que la jalisciense cumpliera dos años en el encargo que le asignó Juan Camilo Mouriño Terrazo.
Hermana de María Teresa de Jesús --consejera del Instituto Federal Electoral--, amiga de Margarita Zavala Gómez del Campo y del atrabiliario exgobernador de Jalisco, Francisco Javier Ramírez Acuña –quien ahora cobra como presidente de la Cámara de Diputados--, la nada piadosa funcionaria deja tras de sí una estela de destrozos de medios de comunicación repudiados por su jefe y amigo, por supuesto que al amparo del discurso de la libertad de expresión.
Acuse de recibo
Arturo Martínez Nateras comunicó el lunes 25: "Nuestro querido camarada Arturo Zama Escalante falleció hoy víctima de un infarto, justo en el momento que impartía su clase en el CCH. Murió de pie cumpliendo con su deber y su responsabilidad". Martínez Nateras hizo el recuento que le comparto resumidamente: hermoso estudiante de derecho, consejero universitario que conmovió a Bellas Artes en enero de 1967 con su grito de rebeldía ante Gustavo Díaz Ordaz, dirigente de la Central Nacional de Estudiantes Democráticos y de la Juventud Comunista de México, cabeza de la Marcha estudiantil por la ruta de la libertad, partícipe de la huelga nacional de 1967 y del II Congreso de la JCM, estuvo en Morelia en junio en la elaboración del programa nacional de lucha y poco después al frente de la manifestación del 26 de julio (1968). Fue detenido en la cacería de comunistas de esa noche, procesado, sentenciado y salió de Lecumberri en mayo del 71, autoexiliado a Canadá. Protagonizó una huelga de hambre de 40 días y la criminal agresión del 1 de enero de 1970. Arturo nunca abandonó los ideales y la causa socialista. Fue uno de los conquistadores de la democracia en la UNAM… Yo extrañaré, y mucho, los ilustrativos y bellos videos con que alimentaba breves descansos en largas jornadas de trabajo cibernético.
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