México: El gobierno ataca mesa política y a comerciantes de la APPO
Otra confrontación irrumpe en la ciudad de Oaxaca
Nancy Davies | Narco News
Una vez más los inspectores municipales de gobierno abordaron a un grupo de vendedores de la APPO en el zócalo. La APPO había instalado una mesa para recolectar firmas para la condena de Ulises Ruíz y su gobierno por la violencia cometida en contra del pueblo en 2006. Los vendedores afiliados usaron la presencia de la APPO como refugio legal para vender sus productos, ya que, el gobierno de la ciudad había prohibido la presencia de vendedores ambulantes en el área. Esta prohibición, irónicamente, es para proteger supuestamente a los turistas—testigos horrorizados de una nueva confrontación—y a los comerciantes establecidos y sus trabajadores. Por casualidad, miembros de la oposición política tuvieron un papel al desafiar a la policía.
Los funcionarios, y a quienes personalmente había visto recibir dinero de los vendedores del zócalo, abordaron a los vendedores, no para robarles, sino para desalojarlos, de acuerdo con la política actual. Al mismo tiempo, tomaron ventaja del momento para terminar con la mesa de firmas que denunciaban al gobernador.
El desalojo tuvo lugar el viernes antes del mediodía en un zócalo soleado y caluroso lleno de paseantes y compradores. De acuerdo con el reportero de Noticias, Luis Ignacio Velásquez, los funcionarios del PRI exhortaron a policías estatales y municipales para que atacaran a los veinte vendedores y les destruyeran la mesa política con los papeles y firmas que denunciaban al gobernador. La APPO se refugia, al igual que todos los ciudadanos, en la protección jurídica que permite la recolección de firmas. Las firmas que juntaron demandan la justicia política en contra de Ulises Ruíz, a quien la Suprema Corte declaro culpable por las violaciones a los derechos humanos en 2006, pero el dictamen de la corte no implica un procesamiento judicial. Por lo tanto, sería necesario un dictamen del Congreso local de Oaxaca para impugnar a Ruiz.
Mientras tanto, en la mesa de la APPO y en el campamento, el ex preso político Marcelino Coache Verano se mantiene en huelga de hambre. En la refriega, éste grito: “¡No voy a permitir esta nueva agresión en contra de mis compañeros, lo que están haciendo es ilegal, no tienen justificación para llevarse la mercancía! ¡Ellos [la policía] están pisoteando los bienes que le pertenecen a esa niña, no pueden hacer eso!” Un inspector lo agarro por el cuello tratando de pegarle en la cara, pero no pudo. Coache es un hombre pequeño de tal vez 1.52 metros de estatura y que pesa no más de 45 kilos. Fue torturado en prisión.
El jefe de la policía, Pedro Cruz, trató de coordinar el tumulto, gritándole a los policías: “Tu cubre, tu cubre, no puedes estar mirando sin hacer nada, ¡chíngatelos!” Para su crédito, la policía parecía renuente. Formaron un cinturón de seguridad para proteger a los funcionarios municipales mientras los comerciantes y los simpatizantes de la APPO trataron de recuperar su mercancía. La policía le gritaba a ambos que se calmaran, con pobres resultados, mientras una mujer en el piso lloraba: “¡Eso es mío, eso es mío!” mientras trataba de recuperar una bolsa de plástico llena de mercancía que los inspectores habían tomado.
“Tú mataste a nuestra gente. Yo se que tú eres uno de los auxiliares [paramilitares] de Alejandro Barrita, tu participaste en la Caravana de la Muerte”, Coache acusaba a un policía estatal, quien de acuerdo al reportero de Noticias se encogió y se dio la vuelta.
Cuando estalló la violencia, miembros del Foro Ciudadano: la Transición Democrática de Oaxaca y la Convención Estatal Democrática Oaxaca Libre se encontraban charlando con el líder estatal del PRD José Montero Garnica en uno de los cafés de la plaza. Junto con él se encontraban miembros de la alianza política actual: Francisco Martínez Neri, Luis Ugarteche Begné, Víctor Raúl Martínez Vásquez, Faustino Díaz Montes y Pedro Sosa Gutiérrez, entre otros. Éstos se apuraron a defender a los vendedores, tomando la tribuna del campamento de la APPO.
“Condenamos la brutalidad policiaca, no puede ser que un grupo que recolecte firmas de forma pacífica en el zócalo de Oaxaca sea tratado de esta forma, lo condenamos y llamamos al comandante [Pedro Cruz] para que regrese las mercancías que arrebataron; no podemos consentir con el trato que se le da a la gente. No más violencia en Oaxaca, Oaxaca no se reconciliará con la presencia de la policía”, afirmó Ugartechea a los micrófonos.
“¿El buscar juicio político contra Ulises Ruiz es un crimen?, ¿mientras visitantes nacionales internacionales lo atestigüan? Esa es la respuesta del gobierno, así es cómo funciona en Oaxaca, asi es cómo actua la policía municipal, ellos son los que se han robado el poder y continúan castigando a los ciudadanos”, afirmaba César Mateos, simpatizante de la APPO.
Y entonces, súbitamente, la multitud comenzó a gritar: “¡Asesinos! ¡Asesinos! ¡Asesinos!” y “¡Ojo por ojo, diente por diente, Ulises asesino la cuenta está pendiente!” Algo para que tomen en serio los que trabajan en la coalición de la oposición política, así como otro increíble ejemplo de la arrogancia de la máquina príista.
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