Anunciar las acciones no busca efectividad, sino efecto mediático, dicen
En varias ciudades, protestas contra las
cruelespolíticas de Trump
▲ En 50 estados y la capital se desarrolló ayer la vigilia Luces por la
Libertad. En la imagen, el parque Lafayette, cerca de la Casa Blanca, en
Washington.
Nueva York. El presidente Donald Trump confirmó ayer que
su régimen realizará redadas masivas de indocumentados alrededor del
país este fin de semana, mientras alcaldes y autoridades municipales,
legisladores, defensores de derechos humanos, líderes de migrantes,
religiosos y médicos denuncian las políticas
cruelesde la Casa Blanca y se preparan para enfrentar las consecuencias en por lo menos 10 ciudades, incluyendo ésta.
En contra de la práctica de las agencias de seguridad pública, y en
particular de las autoridades migratorias, de no anunciar operativos por
adelantado, Trump confirmó ayer versiones filtradas por altos
funcionarios esta semana de que se preparan redadas masivas de
inmigrantes, empezando este domingo.
Para algunos observadores, anunciarlo de esta manera indica que el
propósito real no es la efectividad de las redadas –ya que alertar de
cualquier operativo de seguridad pública reduce las posibilidades de
cumplir con sus metas– sino su impacto mediático al nutrir el temor en
las comunidades migrantes.
Se inician el domingo, van a sacar a la gente y los van a regresar a sus países, afirmó Trump, y agregó que
no hay nada por lo cual guardar secretosobre lo que llamó una
operación mayor.
La agencia encargada de las redadas, el Servicio de Inmigración y
Aduanas (ICE), enfoca su operación en por lo menos 10 ciudades mayores,
incluyendo Los Ángeles, Nueva York, Chicago, Atlanta, Houston, Miami,
Denver, Baltimore y San Francisco, entre otras. Fuentes oficiales
anónimas indicaron que la operación podría extenderse varios días, y
podría empezar incluso antes del domingo.
El propósito, según fuentes del Departamento de Seguridad Interna
(sede del ICE y otras agencias encargadas de inmigración), es capturar a
por lo menos 2 mil indocumentados, incluyendo familias y no sólo a
adultos con historial criminal, como se ha justificado anteriormente.
Aparentemente, según versiones de funcionarios del Departamento de
Seguridad Interna compartidas con algunos medios nacionales, un objetivo
es disuadir a potenciales migrantes de ingresar a Estados Unidos
mostrando imágenes de familias y sus menores de edad capturados y
llevados a centros de detención en este país.
Alcaldes y concilios municipales de casi todas las ciudades –y
algunos gobernadores, como el de California y Nueva Jersey– donde se
realizarán las redadas deploraron el operativo y anunciaron que sus
agencias de seguridad pública locales no asistirán a ICE ni compartirán
con las agencias federales datos sobre sus residentes migrantes. Por lo
menos seis de estas ciudades ya se habían declarado oficialmente
santuarios, donde existen instrucciones de no cooperar con agentes federales de migración.
A la vez, se han redoblado esfuerzos para ofrecer asistencia a
comunidades afectadas, incluyendo números de emergencia, apoyo legal y
medidas para asistir a familias separadas, sobre todo con menores de
edad que podrían quedar abandonados si sus padres son detenidos (con
frecuencia, adultos indocumentados tienen hijos con ciudadanía
estadunidense).
Estamos haciendo todo lo que podemos para frenar lo que está haciendo el gobierno de Trump, comentó la nueva alcaldesa de Chicago, Lori Lightfoot, quien ordenó a su departamento de policía negar al ICE acceso a su banco de datos, mientras sus contrapartes en otras ciudades hicieron eco de estas afirmaciones de repudio y resistencia.
Mientras tanto, organizaciones de defensa y apoyo a comunidades
migrantes intensifican sus actividades de educación sobre derechos
básicos. Se les informa, por ejemplo, que no se tiene que permitir el
ingreso de un agente de ICE a un hogar sin orden judicial, como tampoco
se debe responder a ninguna pregunta u ofrecer documentos sobre la
calidad migratoria. A la vez, se alistan redes de respuesta rápida para
brindar apoyo inmediato a familias afectadas.
Es como prepararse para un huracán, describió Melissa Taveras, de la Coalición de Inmigración de Florida a USA Today. Muchas familias, informan organizaciones de apoyo, están preguntando si deberían ir a trabajar, llevar a sus hijos a la escuela o sólo salir de sus viviendas para comprar alimentos y otras necesidades.
Muchos activistas señalaron que sus comunidades han estado viviendo
bajo ataque y temor desde que llegó Trump a la presidencia, e incluso
recordaron que su antecesor, Barack Obama, deportó a unos 3 millones de
indocumentados, y que esta situación es más bien parte de un juego
político-electoral que de la idea de buscar soluciones al problema
migratorio.
En realidad es sólo otro ejemplo de una acción llena de odio, dirigida a sembrar temor y división en las comunidades y entusiasmar a la base de su campaña electoral, comentó Óscar Chacón, director ejecutivo de Alianza Américas, red de organizaciones de migrantes.
Junto con las condenas por el anuncio de las redadas masivas,
diversas coaliciones de organizaciones y agrupaciones de defensa de
migrantes, religiosas, de libertades civiles, de médicos, legisladores,
sindicatos y más continuaron denunciando las políticas de separación de
familias y el trato a los menores de edad en centros de detención.
Anoche, en cientos de actos en los 50 estados y la capital, se
realizó la vigilia nacional Luces por la Libertad, para poner fin a los
campamentos de detenciónde migrantes y repudiar las redadas. Cientos, entre ellos líderes municipales, sindicales, religiosos, maestros, médicos y más participaron en Nueva York con veladoras en Foley Square, frente a los tribunales, con sus nobles lemas de justicia para todos.
Por otro lado, la organización Médicos por Derechos Humanos convocó a los ciudadanos a poner fin
a la detención y separación de niñosdespués de
un año de negligencia médica, temor, intimidación y trauma sicológicocon la separación de miles de niños de sus padres en este régimen (https://phr.org).
Foto Afp
David Brooks
Corresponsal Periódico La Jornada
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