Abuelas de Plaza de Mayo encontró a la nieta 129
Página/12
| Las Abuelas de Plaza de Mayo anunciaron la recuperación de la nieta 129. Lo hicieron junto a su padre y su hermano. “Es una alegría enorme”, dijo Estela de Carlotto, que llamó a redoblar la búsqueda: “el tiempo es hoy”. El padre recordó “las miles de noches que pasó sin dormir, esperando este momento”. |
“El tiempo es hoy, ayudemos a reparar las heridas que la dictadura nos
dejó”, exhortó la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de
Carlotto, tras anunciar el hallazgo de la nieta 129. Junto a Carlotto
estuvo sentado Carlos Alberto Solsona, padre de la joven recuperada.
“Nadie tiene idea de las miles de noches que yo pasé sin poder dormir,
esperando este momento”, describió Solsona, quien luego de 42 años de
búsqueda podrá encontrarse con su hija, arrancada de los brazos de su
madre Norma Síntora, militante del PRT-ERP, detenida y desaparecida
durante la última dictadura cívico-militar.
“Es la nieta número 129, que podrá conocer a su padre, a sus
hermanos. Es una alegría enorme”, indicó la titular de Abuelas en el
inicio de la conferencia de prensa realizada para confirmar el hallazgo
de la joven, que vive actualmente en España y se realizó voluntariamente
la prueba de ADN. “Su papá la espera para abrazarla. Pedimos que se
respeten los tiempos y la privacidad de la familia”, solicitó la titular
de Abuelas.
El 21 de mayo de 1977, Norma –a quien Solsona describió como una
mujer “inteligente, amable y persistente”– fue secuestrada junto a sus
compañeros de militancia y dueños de la casa donde se alojaba en Moreno,
Isolina Beatriz Rocchi y Rubén Castro. Según indica el comunicado
difundido por Abuelas, al momento del secuestro, Carlos Alberto se
encontraba fuera del país y luego debió exiliarse. La familia
Solsona-Síntora pretendía escapar de la dictadura y reencontrarse en
España: Norma con su hijo mayor Marcos y su bebé –a quien pensaban
llamar Pablo, si era varón, o Soledad, si era mujer–, con Carlos, ya
fuera de Argentina. Norma, Isolina y Rubén continúan desaparecidos. Del
bebé nacido en cautiverio no se supo nada más.
En junio de 2017, pudieron establecer vínculo con la joven,
incentivada a buscar su origen por un allegado. Ese amigo, que vive en
la Argentina, fue atendido por el equipo jurídico y el de Presentación
Espontánea de Abuelas para despejar dudas y restablecer los puentes para
que la mujer accediera finalmente a analizarse. Hace dos semanas la
nueva nieta ingresó al país y, por una notificación de Migraciones, se
presentó a la Justicia el miércoles 3 de abril. Allí, con intervención
del equipo interdisciplinario de la Comisión Nacional por el Derecho a
la Identidad (Conadi), aceptó realizarse voluntariamente el análisis en
el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), que arrojó que es hija de
Síntora y Solsona.
“Sabía que podía ser cierto que no llegara nunca este momento, y por
eso activé una especie de mecanismo de autodefensa que, para evitar que
me destruyera y que me desgastara antes de tiempo, fue generando una
coraza que se hacía cada día más grande”, relató Solsona, asomando su
acento cordobés, ante un auditorio colmado de cuerpos abrazados que
soltaban lágrimas de felicidad. “Todo eso hace que uno tenga que
convivir con una mochila que es pesada y que cada día pesa más, pero
nunca abandonamos la búsqueda ni perdimos la esperanza”, agregó.
Por su parte, Marcos Solsona, presente durante la conferencia de
prensa, aseguró que el encuentro con su hermana “es algo que espero
desde hace muchísimo tiempo”. “Siento una profunda emoción y además
siento una profunda gratitud hacia Abuelas y su equipo, que con tanto
esmero trabajan y hacen que nuestro país sea un ejemplo en materia de
derechos humanos y de construcción de la memoria”, señaló.
La búsqueda de Carlos Alberto empezó hace poco más de 40 años, cuando
él todavía era un treintañero. “Hemos recorrido, con distintos
compañeros y amigos, no sé cuántos barrios de Buenos Aires. Donde había
un dato o una mínima pista, ahí íbamos, a hablar con la gente y a
preguntar”, recordó, al tiempo que intentó trazar cuidadosamente la
forma en que se imagina el primer encuentro con su hija: “No quiero
crear imágenes o situaciones previas porque tengo, sobre todo, mucho
miedo de lastimarla a ella. Tiene una vida, tiene más de 40 años, y le
cayó esto encima”. “Mi principal preocupación y la de mis dos hijos es
que ella pueda transitar este cimbronazo con la mayor tranquilidad
posible y en las mejores condiciones para procesarlo. Más allá de eso,
siento que va a ser algo grandioso”, aseguró.
En relación a los detalles del proceso legal, el abogado de Abuelas,
Alan Iud, subrayó que “para resolver este caso intervinieron todas las
áreas de la institución, reflejando que verdaderamente fue un trabajo
colectivo” y destacó también el trabajo de la Unidad Fiscal de
Investigación a cargo de Pablo Parenti, el Juzgado federal 12, el Banco
Nacional de Datos Genéticos, la Comisión Nacional por el Derecho a la
Identidad (Conadi), entre otras instituciones. “Para resolver todos los
casos que faltan, maximizar y acelerar los encuentros, hay que potenciar
esos espacios, que necesitan más recursos, más herramientas legales y
más medios”, detalló. Al respecto, Parenti destacó que “cada vez que
estamos acá es la materialización de un trabajo en común, que se hace
silenciosamente día a día”.
“Este caso devela la trama de complicidad que conlleva el delito de
apropiación de identidad y la necesidad de que toda la sociedad se
comprometa a resolverlo. El encuentro de Carlos con su hija no habría
sido posible de no haber recibido las informaciones acercadas desde la
sociedad, no podría haberse constituido como caso si el Estado no se
hubiera comprometido con la búsqueda, y a esto se suma el acompañamiento
de su amigo que la guió para que se sacara las dudas sobre lo que la
restitución implicaba”, destacó Abuelas. Durante el cierre, Carlotto
llamó a construir “una democracia, una libertad y una soberanía como
querían nuestros hijos”, y sentenció: “Las abuelas somos optimistas,
alegres y perseverantes, pero implacables para que las consignas
Memoria, Verdad y Justicia sean una realidad”.

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