Por Deisy Francis Mexidor*
La
Habana, (PL) El juicio y condena a cinco antiterroristas cubanos en
Estados Unidos ha sido la negación misma del sentido más elemental de
justicia, afirmó la activista y defensora de los derechos humanos
Graciela Ramírez en ocasión de cumplirse 16 años del arresto de esos
hombres.
Para esta argentina, vinculada desde joven a las luchas por hacer mejor
al mundo, Washington descargó todo el odio contra Cuba en Gerardo
Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero, Fernando González y René
González.
"Estados Unidos pretende no solo castigar en cinco
inocentes a la Revolución cubana, sino sustraerle a nuestros pueblos el
derecho a la vida, es decir el derecho a defenderse del terrorismo",
afirmó Ramírez en entrevista con Prensa Latina.
Pero ella confía
en que se formará ese "jurado de millones que nos propone Gerardo", el
cual más temprano que tarde terminará con la injusticia que inició
aquella madrugada del 12 de septiembre de 1998 cuando fueron arrestados
en Miami.
Admira Graciela "la enorme solidaridad que rodea al
caso", pues es ese apoyo "el escudo que ha protegido la vida de los
Cinco y en particular la de Gerardo, el más castigado de ellos (dos
cadenas perpetuas más 15 años), alojado en una prisión de alta seguridad
en California".
Cada carta que llega a las prisiones "desde
lugares tan lejanos de toda la geografía del planeta, cada letra o
dibujito de un niño cubano desde El Cabo de San Antonio a Maisí, expresa
la ternura, el apoyo, el cariño que los acompaña en esta resistencia y
deja constancia a sus carceleros que millones de cubanos y amigos de
todo el mundo están esperando su regreso".
Y no se trata, dijo,
de "una espera pasiva porque está colmada de demostraciones
extraordinarias. Desde el matutino que actualiza el caso en una escuela
secundaria cubana, al debate en una universidad en Boston con un gigante
como Noam Chomsky defendiendo esta causa.
¿Cuál es el gran desafío de la solidaridad internacional?
Desde
que se dio a conocer el caso en el año 2001 miles de personas se han
manifestado una y otra vez frente a las sedes de las embajadas de
Estados Unidos en el mundo reclamando la libertad de los Cinco.
Así que el desafío es canalizar esa enorme energía en acciones que
repercutan en el pueblo norteamericano para dar a conocer el caso,
lograr que las voces de parlamentarios lleguen a sus homólogos en
Estados Unidos y obtener un mayor impacto en las redes sociales. Estas
tres cuestiones son vitales.
En el trabajo en las redes sociales
no se ha comprendido aún la magnitud que tienen en el momento actual,
donde las nuevas tecnologías dejan muy atrás los métodos tradicionales
del trabajo divulgativo.
Esto es algo importante que tenemos que trabajar fuertemente si queremos que el mensaje llegue al pueblo estadounidense.
Como
defensora de los derechos humanos, ¿podría hacer algunas analogías con
otros casos que hayan conllevado a una batalla de años por lograr la
justicia?
Hay muchos casos de prisioneros políticos en
los se ha tenido que trabajar por muchos años: los prisioneros de las
dictaduras militares de América Latina, los presos palestinos por los
que se sigue trabajando hasta hoy.
Los casos más emblemáticos
como el de Nelson Mandela, Rafael Cancel Miranda, Lolita Lebrón, y hoy
mismo, los Cinco, Oscar López Rivera, Mumia Abujamal, Leonard Peltier y
tantos otros cuya negación de justicia hace que se tenga que trabajar
intensamente durante muchos años.
En cuanto al apoyo internacional al que más se asemeja es al de Mandela, pero aún falta bastante por hacer.
Actualmente René y Fernando están en Cuba, pero antes tuvieron que
cumplir completas sus condenas y no podemos resignarnos a eso con los
otros tres compañeros que permanecen en prisión.
¿Cuáles son las acciones más destacadas durante la jornada internacional del 4 de septiembre al 6 de octubre?
En
todo el mundo se realizarán infinidad de acciones desde Rusia hasta
Argentina. Habrá pronunciamientos, plantones, manifestaciones frente a
las embajadas de Estados Unidos, presentaciones de libros, artículos en
la prensa, exposiciones, envío de miles de tarjetas, cartas y documentos
a Obama.
Espacios dedicados a la denuncia y solidaridad del
caso en las más importantes fiestas de los partidos de izquierda
europeos, multiplicidad de acciones en toda América Latina y el Caribe,
así como el X Coloquio Internacional en La Habana.
Creo que la Jornada ya es un éxito porque está movilizando a miles de personas en todo el mundo.
Detalles sobre el 12 de septiembre en Washington
El lobby en el Congreso, la vigilia frente a la Casa Blanca, el
conversatorio en la Universidad de Leyes, la exposición de las 16
pinturas de Antonio "Absueltos por la Solidaridad", el foro público con
personas de relevancia en la sede de un sindicato.
Todo lo que
se hace en Estados Unidos y particularmente en Washington, por pequeño
que parezca, es de suma importancia porque se toca directamente a las
puertas de quienes tienen el poder de liberarlos.
Faltan
dos años para el fin de la administración del demócrata Barack Obama,
¿cómo aprecia el escenario respecto al caso de los Cinco?
El
escenario actual es más esperanzador, son muchas las voces de disímiles
sectores desde oficiales electos, académicos, religiosos, importantes
hombres de negocios y de opinión pública que piden un cambio de la
fracasada política de Estados Unidos hacia Cuba.
Ese cambio
comienza fundamentalmente por liberar a Gerardo, Ramón y Antonio. Hasta
el último día de la administración Obama estaremos esperando un gesto
humanitario que lo diferencie de sus antecesores, para que no pase a la
historia como el presidente negro que ganó una elección histórica
prometiendo lo que jamás cumplió.
Tiene una gran oportunidad en
estos dos años de mandato, está al alcance de su mano y lo agradecería
no solo el pueblo cubano sino la humanidad. Solo le pedimos que haga lo
correcto.
El expresidente James Carter advirtió hace cuatro años
que la retención de los cinco cubanos no tiene sentido, porque ha
habido dudas en los tribunales estadounidenses y también entre las
organizaciones de derechos humanos en el mundo.
En ese momento
Carter manifestó su esperanza de que en el futuro cercano sean liberados
para que regresen a sus hogares. Sencillamente, 16 años de cárcel es
demasiado tiempo.
*Jefa de la redacción Norteamérica de Prensa Latina.
rc/dfm
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