San Salvador, 12 abr (PL) Lograr el diálogo con todos los sectores de la sociedad salvadoreña es una necesidad del segundo gobierno del Frente Farabundo Martí para la Libración Nacional (FMLN), que esta semana dio pasos sólidos e históricos hacia ese objetivo.
Al respecto, la comisión para el traspaso del gobierno del partido de izquierda se reunió ayer viernes con la cúpula de Alianza Republicana Nacionalista (Arena), principal partido de oposición, en un ambiente positivo, según el vicepresidente electo, Óscar Ortiz.
Las dos partes, cuyas posiciones son diametralmente opuestas, tuvieron un primer acercamiento para tratar temas relacionados con las áreas económica, social y de seguridad, fundamentalmente, en el contexto de la estrategia del presidente electo, Salvador Sánchez Cerén, para lograr la gobernabilidad.
"Este es un momento histórico para el país", aseguró a periodistas el futuro vicepresidente salvadoreño al concluir la reunión que transcurrió a puertas cerradas.
Ese encuentro fue el primero entre las autoridades electas con la dirigencia de Arena después de las elecciones del 9 de marzo.
Sánchez Cerén, quien se encuentra fuera de la nación para un chequeo médico de rutina y descansar con miras al nuevo período de mandato, insiste en que el desarrollo de El Salvador y la solución de problemas como la inseguridad pasan por un diálogo entre todos los sectores.
Esta semana también ya se dio la primera cita con la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), en la cual se trataron los temas económico, fiscal, así como otros generales de coyuntura nacional.
El secretario para Asuntos Estratégicos de la Presidencia y futuro secretario de Gobernabilidad y Diálogo Político, Hato Hasbún, confirmó que después de las vacaciones de Semana Santa retomarán las reuniones con la ANEP que es muy cercana a Arena, y definirán las mesas de trabajo y los puntos específicos e indispensables a corto, mediano y largo plazos.
Hasbún dijo que convocó al partido Arena y a otras fuerzas políticas, por indicaciones de Sánchez Cerén, actual vicepresidente del país y uno de los líderes históricos del FMLN.
Asimismo, ya contactó vía telefónica a los secretarios generales de los partidos de Concertación Nacional y Gran Alianza por la Unidad Nacional para definir fechas de reuniones e incluirlos en el diálogo, detalló.
También, Hasbún y el próximo secretario privado de la Presidencia, Manuel Melgar, se reunieron con el arzobispo de San Salvador, Monseñor José Luis Escobar, con el mismo fin.
"Voy a gobernar por ustedes, voy a trabajar por ustedes (...) el acercamiento directo con todos los sectores es fundamental para construir el gran Acuerdo de Nación", recalcó Sánchez Cerén quien asumirá la silla presidencial el próximo 1 de junio hasta el 2019.
El presidente electo ha subrayado que un diálogo con la derecha no es una debilidad, sino un paso para incluir a todos los salvadoreños en su programa de país.
En tanto, durante estos días la violencia tuvo signos de desbordamiento, pero con elementos añadidos muy preocupantes.
El Ministro de la Defensa, David Munguía Payés, confirmó tener informes acerca de zonas donde pandilleros estarían recibiendo adiestramiento militar de manera ilegal, y que ya se investigan.
Munguía Payés negó en conferencia de prensa que exista entrenamiento de pandilleros en las unidades del Ejército y por el contrario se hace una verificación de los interesados en ingresar a las filas de la Fuerza Armada de El Salvador para evitar que ésta sea penetrada por esos delincuentes.
El tema surgió a raíz de recientes denuncias sobre ataques a la policía por integrantes de pandillas con fusiles M-16 y AK-47, como el perpetrado contra tres miembros de la subdelegación de Quezaltepeque, en el departamento de La Libertad, según fuentes oficiales.
El director de la Policía Nacional Civil, Rigoberto Pleités, aseguró que no se trata de un hecho aislado, y que las pandillas cuentan con armamento sofisticado y de uso exclusivo de la Fuerza Armada para atacar a policías y militares, aseguró Pleités.
Un informe de Naciones Unidas difundido esta semana, indica que América Latina desplazó a África como la región con mayor cantidad de asesinatos del mundo, sobre todo por la violencia fuera de control.
El Salvador se ubicó cuarto a nivel mundial, detrás de Honduras, Venezuela y Belice, con 41,2 por ciento de homicidios intencionales. Tasas por encima de 20 son consideradas graves.
De acuerdo con un informe anterior, El Salvador ocupaba el segundo lugar, lo que refleja una baja en este problema gracias a acciones implementadas por el actual gobierno.
El presidente electo del FMLN tiene entre sus prioridades erradicar la inseguridad, para lo cual Sánchez Cerén ha dicho que trabajará desde la prevención y la creación de condiciones de vida que alejen a los ciudadanos de la criminalidad, y la represión al crimen.
rc/otf
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