La UE, peón de la estrategia de Trump en Venezuela
CLAE / Rebelión
La Unión Europea mostró
en Montevideo sus cartas belicistas e injerencistas, y bombardeó las
posibilidades de una salida democrática y negociada a la crisis de
Venezuela, mientras el autoproclamado presidente interino Juan Guaidó
amenazó con una intervención extranjera en Venezuela si el gobierno de
Nicolás Maduro continúa rechazando el ingreso de la llamada ayuda
humanitaria.
El tuit aguanta todo. Uno del presidente-fantasma que
intenta gobernar por mandato de Washington, señaló que “el Tribunal
Supremo de Justicia de Venezuela (apócrifo, en el exilio) autoriza a la
coalición militar internacional en misión de paz para lograr la ayuda
humanitaria, con fundamento al principio de Responsabilidad de
Proteger”. Un presidente autoproclamado se basa en una seudorresolución
de un tribunal que no existe. Posverdad total.
El denominado Grupo
de Contacto Internacional (GCI) que debatió este jueves en Montevideo
un plan sobre la crisis venezolana emitió una declaración donde promueve
“elecciones presidenciales libres, transparentes y creíbles de acuerdo a
la constitución venezolana… en el menor tiempo posible”, impulsada por
la Unión Europea (UE).
Ocho países del bloque europeo y cinco de
América Latina se reunieron en la torre presidencial de Montevideo con
el fin de “contribuir a una solución política pacífica y democrática”.
Sin
embargo, el gobierno uruguayo presentó el miércoles junto a México y
los países de la Comunidad del Caribe (Caricom), una propuesta que no
incluye un llamado a elecciones en Venezuela. El presidente de Uruguay,
Tabaré Vázquez, pidió el jueves “prudencia a la comunidad
internacional”, ante la disyuntiva de “paz y de guerra” que enfrenta
Venezuela.
Inicialmente convocada por México y Uruguay como un
encuentro de “países neutrales”, la reunión finalmente tuvo como
coanfitrión a la UE, que se unió tras el lanzamiento de un grupo de
contacto internacional, al que luego se sumaron otros tres países
latinoamericanos (Ecuador, Costa Rica y Bolivia). México, sin embargo,
aclaró que si bien participa de la cita no integra formalmente el grupo.
“No hay ninguna diferencia entre el Grupo de Lima y el Grupo de
Contacto Internacional sobre Venezuela. La única diferencia son los
países, el intervencionismo es exactamente el mismo. México y Uruguay
convocaron a esta reunión con la idea de encontrar una salida pacífica y
democrática, que no termine en la violencia civil o en alguna
manifestación de violencia armada”, señaló Maximiliano Reyes,
subsecretario para América Latina y el Caribe del gobierno de López
Obrador.
México apuesta porque la decisión quede en manos de los
venezolanos pero todo el mundo apuesta porque la decisión sea tomada en
el exterior. El mecanismo de Montevideo que signamos los países del
Caricom, Uruguay y México es nuevamente una opción para establecer un
puente de comunicación que impida una intervención militar extranjera,
una guerra civil y que conduzca todo por las vías diplomáticas”, añadió
“Lo del Grupo de Contacto de la Unión Europea es una situación
completamente injerencista. Hubiésemos querido en México encontrar un
lugar común pero no lo hay con estas posiciones tan extremas. Ningún
extranjero tiene derecho a decidir sobre la voluntad soberana, ese el
punto principal”, añadió Reyes.
La UE está en Uruguay haciendo
control de daños luego de su vulgar subordinación a la política de Trump
(quién públicamente los desprecia). Hay nulas posibilidades de que
logren una mediación neutral, al contrario, intentan dinamitar la
iniciativa de México y Uruguay, señaló G. Borges Revilla, de Operación
Verdad.
“La risueña y absurda actitud entreguista de la
Cancillería de Ecuador otorgando beneplácito a un señor que no
representa a nadie es totalmente ilegítima e ilegal. Uruguay por su
parte deja de ser creíble porque propone una cosa junto con México y
vota otra con otros países. Vivimos un tiempo de vergüenza”, señala el
exvicenaciller ecuatoriano Kintto Lucas.
El canciller uruguayo Nin
Novoa señaló que "No puede haber dos presidentes y dos gobiernos en un
país, eso irremediablemente lleva a una escalada" de violencia. "La
única solución para dirimir esto es con elecciones", dijo para aclarar
su cambio de posición. Sin embargo, aclaró que Uruguay no reconocerá al
autoproclamado Juan Guaidó, “y por lo tanto ahí no hay giro, encontramos
inadmisible que en un país una persona se autoproclame presidente de la
República".
Además dijo estar preocupado por la "intransigencia
de Guaidó" que dice "no a las elecciones" y "no al diálogo". También
reconoció que en Venezuela existe una necesidad real de medicamentos,
pero alertó que el tema de la crisis humanitaria puede ser un argumento
similar al esgrimido por EEUU antes de atacar Irak, cuando alegó que ese
país tenía armas químicas que nunca existieron. ¿No será que acá
tampoco la crisis humanitaria sea como la plantea EEUU y atrás vengan
los fusiles?", preguntó
Los países que siguen presionando al
gobierno legítimo de Venezuela, están llevando a que finalmente el
autoproclamado e ilegítimo Juan Guaidó sea detenido, porque está
promoviendo la violencia y llevando al país a una guerra civil. Hasta
hora, la presión solo llevó a que el gobierno venezolano estudiara
convocar a nuevas elecciones legislativas.
Lograr la neurosis militar
Las condiciones de vida de los venezolanos se han deteriorado en los
últimos años como como efecto de la crisis económica, derivada de
sanciones económicas y embargos decretados por EEUU y la Unión Europea,
junto a graves errores en las políticas macroeconómicas y de la
ineficiencia en la gestión pública del gobierno de Maduro.
Con las
decisiones del gobierno estadounidense de embargo del sector petrolero y
apropiación de activos venezolanos, el deterioro de las condiciones de
vida se multiplicará de forma exponencial, coinciden los analistas. Los
afectados, obviamente, no serán los gobierno, sino la población,
especialmente en su alimentación y salud. Un bombardeo de ablandamiento,
pero sobre la población civil.
La estrategia del gobierno de EEUU
ya fue expuesta por Trump y Tony Schwartz en 1987, en su libro El arte
de la negociación: “Apunto muy alto y luego sigo presionando,
presionando y presionando”. De modo que “el bombardeo de ablandamiento
“es parte de la estrategia.
“Una de las claves para pensar en
grande es la concentración total. Casi como una neurosis controlada, una
cualidad que he notado en muchos empresarios de gran éxito. Mientras
algunas personas se paralizan con la neurosis, otras son impulsadas por
ella”.
Y esta es, precisamente, la estrategia que aplica a las
Fuerzas Armadas Bolivarianas al someterla a la disyuntiva de hacer o no
frente a una intervención militar: rendirse ante un ejército extranjero
que la conmina a cambiar el gobierno y a deponer a Nicolás Maduro. La
paradoja de la ayuda humanitaria es manejada hoy como detonante de la
violencia. La soberanía está tratando de ser vulnerada con un show
llamado operación humanitaria”.
El objetivo de la estrategia
trumpista es que los oficiales se “paralicen”, lo que facilitaría una
“rendición por neurosis”. Por ahora, la etapa es de imponer la neurosis.
El goteo de militares hacia la oposición no se ha dado como lo
programaron en Washington y lo aseguraron exmilitares y dirigentes
políticos de la oposición.
En Venezuela circulan millares de
armas, en manos civiles, de narcotraficantes, de paramilitares. En las
amplias fronteras con Colombia y Brasil se conforma un ejército paralelo
integrado por mercenarios, paramilitares y desertores de la Fuerzas
Armadas venezolanas, con la tarea de emplazar a los soldados a dejar
pasar la caravana.
Víctor Álvarez, exministro, se pregunta: ¿Y si
se niegan, qué ocurrirá? ¿Qué pasa si un francotirador dispara primero?
¿Si finalmente los militares se voltean esto garantiza un país
pacificado? ¿Cómo responderán los colectivos armados? ¿Se convertirán en
una fuerza subversiva capaz de desestabilizar al nuevo eventual
gobierno?
Diálogo y acuerdos
El analista Leopoldo
Puchi señala que, son opciones negativas para el país tanto que se
produzca una capitulación por neurosis de la Fuerzas Armadas, como una
intervención militar o que continúe por un largo período el
empobrecimiento. Lo sensato es construir un camino distinto al de las
opciones señaladas, por medio de negociaciones.
En este sentido,
el intercambio de notas diplomáticas entre Estados Unidos y Venezuela
para estudiar la creación de oficinas de interés abre un compás. De
igual modo, son positivas las iniciativas del Caricom ante la ONU para
un diálogo y la convocatoria de una conferencia por México y Uruguay. Ya
vimos cómo manipuló la Unión Europea el anuncio de un grupo de contacto
por reunido el 7 de febrero en Montevideo.
Para que sea
fructífero eso diálogo, dice Puchi, debe comenzarse por convenir una
cohabitación de largo plazo, para posteriormente acordar una consulta
electoral que bien pudiera ser realizada bajo la forma de relegitimación
de poderes u otra modalidad, con garantía electorales y levantamiento
de las sanciones.
¿Justicia europea?
Venezuela
defendió este viernes ante la justicia europea su recurso contra la
anulación del embargo de armas impuesto por la Unión Europea (UE) en
noviembre de 2017, cuando impuso su primer paquete de sanciones
consistente en prohibir la exportación de armas y equipos, al considerar
las sanciones contrarias al derecho internacional.
"El reglamento
puso fin a todas las transacciones comerciales" de armas, municiones y
material militar con Venezuela, subrayó ante el Tribunal de Justicia de
la UE el abogado del gobierno venezolano, Fabrizio Di Gianni. De los 76
millones en 2016, estos intercambios comerciales entre la UE y Venezuela
pasaron a los 59 millones en 2017 y a cero en 2018, precisó el letrado
ante la corte con sede en Luxemburgo.
El gobierno venezolano
recurrió la decisión de la UE en febrero de 2018 al asegurar que se
vulneró su derecho a ser oído, que no se justificó debidamente la
decisión y que existen errores de apreciación sobre los hechos.
Aram Aharonian:
Periodista y comunicólogo uruguayo. Magíster en Integración. Fundador
de Telesur. Preside la Fundación para la Integración Latinoamericana
(FILA) y dirige el Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE,
www.estrategia.la )
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