En la misiva se
denuncia una discusión entre el jefe del Estado Mayor general del
Ejército, John Griffiths, y el comandante en jefe del la institución,
Ricardo Martínez.
La carta, que ha circulado por las redes
sociales, da cuenta de otros hechos que imputan acciones presuntamente
irregulares del jefe de la entidad castrense, lo que motivó que el
Ejército presentara ayer una denuncia ante el Segundo Juzgado Militar
por violación al artículo 276 del Código de Justicia Militar.
El
artículo invocado sanciona a funcionarios castrenses que inciten “por
cualquier medio al personal militar al desorden, indisciplina o al
incumplimiento de deberes militares”. La acción presentada por el
Ejército va dirigido contra quien resulte responsable de la autoría de
imputaciones y “aseveraciones falsas publicadas”.
Según consigna
hoy La Tercera la publicación da cuenta, entre otras cosas, que “en los
cortos seis meses al mando de la institución, ya son múltiples los
incidentes que han ido fracturando el Alto Mando institucional, cuando a
pocas semanas de asumir Martínez, el general Erwin Siebert (exjefe de
Bienestar) sale a portazos de su oficina en el tercer piso del Ejército
Bicentenario, solicitando la renuncia y que la institución, en
comunicado oficial, aduce ‘problemas de salud”.
También atribuye
que “los generales no se atreven a hablar, excepto John Griffiths,
quien el pasado jueves 13 de septiembre tras una evidente falta de
respeto en público, con más de 200 personas presentes, de Martínez hacia
su persona, lo encara una vez más en el tercer piso del Edificio del
Ejército. Los gritos de ambos obligaron discretamente a evacuar las
oficinas contiguas, una vez más un general sale a portazos de la
Comandancia en Jefe y ¿US., sr ministro sabe por qué? Porque el Grl.
John Griffiths es el verdadero comandante que esperaba el Ejército
(sic)”.
Sin embargo, tanto, el general Siebert como Griffiths
desmintieron lo señalado en la carta. Ambos altos oficiales enviaron un
mensaje escrito a los militares, descartando cada una de las cosas
afirmadas en la denuncia anónima. Sibert escribió que “el mail anónimo
que circula es de una ‘bajeza’ tremenda, rayan en una inmoralidad y
falta de ética y principios sin parangón conocido. Me da mucha tristeza y
lamento profundamente que ocurran este tipo de hechos y que haya
personas que a propósito ‘de nada’ se den el lujo de hablar por los
demás. Es obvio que no comparto para nada su contenido y que lo condeno
absoluta y enérgicamente (…) Nada de lo que se dice en ese mail es
verdad”.
Por su parte, Griffiths también hizo sus descargos.
“Jamás he tenido (…) en lo personal, discusión alguna con el CJE
(comandante en jefe del Ejército). Menos en la forma y fondo descrita en
el anónimo. Más aún, el día 13 de septiembre estuve con permiso y
ausente del servicio por una situación médica familiar, autorizada por
nuestro CJE”, zanjó.
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