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Aunque aparentemente el
 actual escenario político en América es más favorable para Estados 
Unidos, Washington se prepara para un combate que no le será muy fácil, a
 pesar del cambio de gobiernos de izquierda en países como Brasil, 
Argentina y Ecuador, porque las fuerzas que mantienen su soberanía 
nacional estarán presentes en Lima.
 El tema priorizado por los 
yanquis será el ataque a Venezuela, para intentar un apoyo total contra 
la Revolución Bolivariana, algo que ni en la OEA han podido alcanzar y 
difícilmente lo materialicen en Perú. 
 El Departamento de Estado
 aun sin Secretario, a la espera de que el Congreso ratifique la 
propuesta del director de la CIA, presiona a las Cancillerías 
latinoamericanas para que aprueben la línea trazada por el emperador 
“Cesar” Trump contra Nicolás Maduro, obstinación que fue trasladada de 
Barack Obama a su sucesor, quien la incrementa ante el fracaso de la 
estrategia de “golpes suaves”, que no le dio resultados a pesar de los 
millones de dólares suministrados a la oposición, para los actos 
violentos en la calles, unida al reforzamiento de la guerra económica 
total. 
 Respecto a Cuba, Trump aspira a que sea condenada bajo 
las falsedades inventadas de las violaciones de los derechos humanos y 
la fantasía mal diseñada de los “ataques acústicos” selectivos, que solo
 dicen haber afectado a los oficiales de los servicios de inteligencia 
asentados en la embajada de la Habana y sus homólogos en la misión de 
Canadá, lo que evidencia que la única pretensión fue dañar el turismo 
norteamericano y arrastrar al canadiense. 
 Internamente ya está 
llegando el dinero a la “oposición” para que realicen reuniones, las que
 son divulgadas por las agencias de prensa extranjeras que reciben 
instrucciones para ello, aunque los periodistas acreditados conocen que a
 esos disidentes solo los mueve el dinero y carecen de ideología y 
respaldo popular. 
 La prueba de lo anterior, es la reunión que 
se efectuó en Santiago de Cuba por los seguidores del asalariado José 
Daniel Ferrer, quien recibió instrucciones de los yanquis de seleccionar
 un grupo que pueda asistir foros paralelos a la Cumbre, que tendrá 
lugar en Lima los días 13 y el 14 de abril 2018. 
 La pasada 
Cumbre celebrada en Panamá fue un ejemplo de como Estados Unidos, 
intenta manipular esos foros paralelos, al trasladar a sus peones desde 
Miami para enfrentarlo a jóvenes latinoamericanos, que conocen la 
verdadera cara del capitalismo salvaje en el día a día en sus países. 
 El tema seleccionado para la Cumbre de Lima es la gobernabilidad 
democrática y la corrupción, en un país donde su presidente está acusado
 de corrupción, al que se suman los presidentes de México, Honduras y 
Brasil como los más relevantes, por tanto, a Washington le será muy 
difícil poder llevar el debate por el cauce que desean, ante los cientos
 de asesinatos y desaparecidos en México, el fraude electoral de 
Honduras, el retroceso en justicia social en Argentina, los asesinatos 
de líderes de izquierda en Colombia y la acusaciones del fraude 
electoral en Chile, silenciado groseramente por la prensa que se 
autoproclama como democrática. 
 Para no dejar dudas de quien 
mueve los hilos conductores de la llamada “oposición” cubana, en esa 
reunión por Facebook se dieron agradecimientos a Fundación para los 
Derechos Humanos, radicada en España y financiada desde Estados Unidos y
 a la terrorista la Fundación Nacional Cubano Americana, la misma que 
asiste a asesinos como Luis Posada Carriles, entre los muchos que tienen
 las manos ensangrentadas de cubanos inocentes. 
 Ya el 
Departamento de Estados asignó el dinero para costear los boletos de 
avión, hoteles en Lima, para la alimentación, el transporte interno y 
por supuesto unos cientos de dólares como salario de los que participen.
 
 A este puñado pretenden sumar a Rosa María Payá, quien fue 
llevada también a Panamá, Berta Soler, Guillermo Fariñas y a los 
venezolanos Julio Borges y Patricia Ceballos, esposa de Daniel Ceballos,
 exalcalde de San Cristóbal. 
 Previamente, a estos últimos 
asalariados los quieren reunir en Washington, en un evento organizado 
por la por la Elliott School, Facultad de Relaciones Internacionales de 
The George Washington University, financiado públicamente por la 
organización Freedon House, utilizada por la CIA para sus acciones 
contra Cuba, (que desviaba el dinero para beneficio de sus miembros) y 
por el Parlamento Europeo, cuya agenda es para debatir “La lucha por la 
libertad: los casos de Cuba y Venezuela”. 
 Sin embargo, el tema 
de la guerra económica impuesta cruelmente contra los pueblos de Cuba y 
Venezuela ni una palabra, algo que, si afecta los derechos humanos de 
los ciudadanos de ambos países, con la mal sana intención de matarlos de
 hambre y enfermedades, según sus propios documentos desclasificados. 
 Entre los invitados estarán la miembro de la mafia terrorista 
anticubana Ileana Ros-Lehtinen y el eurodiputado Ramón Jáuregui Atondo y
 se espera la presencia del Senador Marco Rubio, defensor de las 
presiones contra Cuba y Venezuela. 
 Para completar el show 
propagandístico el Parlamento Europeo entregará el Premio Sajarov a los 
venezolanos Daniel Ceballos, Julio Borges, Leopoldo López y Antonio 
Ledezma, Premio que nunca le entregaron al portorriqueño Oscar López, 
quien resistió 35 años en cárceles yanquis, de ellos 17 en celdas de 
castigo, por solo pedir la libertad de su patria. 
 Por eso nunca
 tendrá el respaldo de los pueblos, que rechazan la política prepotente 
del imperio yanqui, y como dijo José Martí: “Es la hora del recuento y de la marcha unida”.
 *Arthur González, cubano, especialista en relaciones Cuba-EE.UU., editor del Blog El Heraldo Cubano. 
 

 
 
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