Ricardo Angel Cardona
Análisis

Índice de Desarrollo Humano (IDH) clave para avanzar hacia una nueva sociedad
Fortalezas del pasado
Bolivia
 es un país que avanza históricamente por la voluntad y fuerza de su 
gente más pobre y necesitada principalmente, de sus movimientos sociales
 y de sus sindicatos obreros y campesinos y movimientos sociales. Así 
sucede desde hace casi 100 años como mínimo, cuando en 1921 en el 
complejo minero de estaño de Catavi, perteneciente al barón del estaño y
 hombre más rico del mundo en ese entonces Simón Patiño, se iniciaron 
las primeras huelgas reivindicativas y programáticas por derechos, 
exigiendo aumento salarial y mejores condiciones de vida. Esta impronta 
sindical y social revolucionaria, se mantuvo inalterable hasta hoy y 
después de la guerra del Chaco, hasta 1943-46 con el gobierno militar de
 izquierda y socializante del Cnl. Gualberto Villarroel, y hasta la gran
 revolución nacional de 1952.  A fines de abril de 1952 se creó la COB 
(Central Obrera de Bolivia) con el eje dorsal de la FSTMB (Federación 
Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia), o sea con el soporte de 
los mineros revolucionarios del país. En 1953 se hizo la revolución 
agraria y se realizó la consigna de entrega de tierra para todos los que
 quisieran trabajarla. Un objetivo alcanzado en Bolivia en 1953, que no 
alcanzado hasta el presente en países tan importantes como Colombia, 
Brasil, e.o, es decir en casi toda Latinoamérica. Desde entonces se ha 
tenido y sentido la presencia en la vida política, de los mineros, 
campesinos y trabajadores fabriles en general, además de la clase media 
empobrecida. Aportando con sus programas sociales y económicos y 
disputando el poder a la oligarquía minera primero y al poder 
agropecuario y agroindustrial, posteriormente, ya en la era del dictador
 Banzer de los años 70s. Esta situación ha originado nuevas teorías y 
por mérito propio la ideología realista de caracterizar a Bolivia como 
un Estado Revolucionario siempre en ebullición, independientemente de 
los diferentes gobiernos que puedan estar administrando. Así ha 
sucedido, desde 1952, pasando por la UDP, por A. Ovando y JJ Torres y 
del mismo movimiento MAS-IPSP actual, del presidente Evo Morales. Es 
decir, se había construido y consolidado en forma histórica en nuestro 
país, la principal fortaleza actual de la política boliviana, es decir 
la toma de conciencia de los trabajadores del campo, minas y la ciudad, 
todos seguros de sí mismos y predispuestos a ofrecer una alternativa 
real y flexible al sistema capitalista. Es hora de profundizar con las 
fortalezas del presente.
Fortalezas del presente
En
 los 12 años de gobierno Evo Morales ya transcurridos y hasta el 
presente, se ha tenido este marco histórico y soporte revolucionario, 
heredado de la historia y que no lo construyó el MAS-IPSP.  Herencia que
 se conserva como un activo histórico y político. Desde el surgimiento 
de RADEPA (Razón de Patria), del presidente mártir Gualberto Villarroel y
 en general de los militares socializantes y antiimperialistas de 
entonces (D. Toro, G. Busch, G. Villarroel) y después (A. Ovando, J.J. 
Torres, e.o.) Hecho heterodoxo que sorprende a los investigadores, que 
hayan sido los militares progresistas quienes se hayan puesto a la 
vanguardia de las transformaciones sociales y económicas. Esto ha 
permitido finalmente avanzar hasta el presente con una presencia mayor 
de Bolivia y de los bolivianos en el escenario latinoamericano. Por eso 
las fortalezas y futuro del presente proceso de cambio, a ser 
contabilizadas, como una suma y continuidad histórica, son las 
siguientes:
1.- Economía plural y mixta con sinergias público-privadas
Una
 economía plural y mixta floreciente, que funciona positivamente con la 
existencia real y activa de varias empresas estatales y estratégicas 
(YPFB, ENDE, BCB, COMIBOL, ABC, EMAPA, ENTEL, ESM, YLiFB, e.o.). Muchas 
de estas vueltas a nacionalizar por el gobierno actual de Evo Morales, 
como YPFB, ENDE, ENTEL, e.o., aportando estas empresas estatales 
estratégicas (EEE) de hecho mucha estabilidad, energía barata, banca de 
fomento, telecomunicaciones, alimentos (EMAPA-INIAF) y servicios 
accesibles para todos (ABC, ENTEL, INIAF). Entregando al resto de los 
agentes económicos y población del país, los insumos necesarios para 
promover una industrialización desde abajo. Faltaría por realizar o 
incubar la siderurgia nacional y la industria pesada: además de las 
baterías de litio, tan necesarias para el transporte nacional y 
eventualmente para reemplazar a los combustibles fósiles, tan dañinos 
para el medio ambiente. Este modelo boliviano tiene consenso y ha sido 
reforzado por el gobierno actual en gran medida. Por suerte se ha 
demostrado que funciona relativamente bien, aunque deberá ser mejorado 
grandemente mediante la introducción de medidas correctivas, como la 
subida de los índices de productividad, calidad, competitividad, 
innovación y normalización; incentivando más organización nacional y 
sub-nacional; introduciendo la planificación consensuada y central, la 
desburocratización y la moral o espiritualidad en las plantas de 
servidores públicos. Es necesaria una mayor producción con entrega de 
valor agregado a las manufacturas, bienes y servicios generados. Por 
esto mismo y por estas razones el país nuestro ha crecido regularmente a
 un promedio de 5% anual o más (desde 2006 y especialmente 2013, 2014, 
2015) los últimos doce años, incluyendo 2016. Pero es evidente que con 
correctivos se puede crecer más, a un ritmo de 10% anual o inclusive 
mayor. Es dentro de este modelo creativo y eminentemente boliviano, 
donde el Estado nacional y sus empresas estatales estratégicas (EEE), 
han llegado a controlar el 40% de la economía nacional, dotándola de 
soberanía, evitando que las transnacionales dibujen el panorama 
económico del país, como aún sucede en los países de la región. Se dirá 
que es mucho Estado para la concepción y mentalidad de los neoliberales 
tradicionales del sistema capitalista puro y salvaje y se dirá que es 
poco Estado para los estatistas tradicionales, que desearan el 100% de 
la economía en manos de las EEE.
Ambas posiciones extremas
 no permiten generar sinergias productivas propias, es decir con los 
agentes económicos privados y sociales del país (que tienen el 60% de la
 economía nacional para ser desarrollada en forma mancomunada). Es el 
porcentaje preciso o ideal (40%:60%) que apoya CODEPANAL en base a las 
prescripciones de la NCPE del año 2009. Esto servirá para generar 
sinergias empresariales productivas de impulso creador y sostenible; y 
también alianzas público-privadas y mixtas. Es decir, la incubación 
dinámica de emprendimientos conjuntos y mixtos entre el Estado nacional 
con las EEE altamente productivas y generosas, y con los agentes 
económicos privados, sean estos grandes, medianos y pequeños o sociales.
 O mismo, pertenecientes a la economía denominada social, como 
cooperativas y comunidades campesinas tradicionales. Un ejemplo a 
seguir, según CODEPANAL, es el acuerdo público-privado ya convenido y 
firmado en 2016, que se realizó con la presencia de todos los agentes 
económicos del agro del país (andes, valles y llanos), con la meta 
consensuada entre todos, como para llegar a producir mínimamente 45 
millones ton/año de alimentos integrales de todo tipo para el año 2025. 
Como internamente en la población se consume solo 10% de dicha cifra, 
con garantía en seguridad y soberanía alimentaria; entonces habrá un 
excedente voluminosos que se podrá exportar efectivamente, por 40 
millones ton/año, hacia los países de la región o de ultramar.
Este
 modelo de exportación de alimentos, ya se practica en los países 
MERCOSUR, con mucho éxito. Esta cantidad grandemente excedentaria podrá 
alimentar a 100 millones de personas en el exterior y traerá divisas por
 al menos 12 mil millones de dólares. Si se considera un valor mínimo de
 300 dólares por tonelada de alimentos exportada.  Se trata de una cifra
 realmente superior a las exportaciones tradicionales bolivianas y con 
poco valor agregado, como han sido las materias primas y los procesados 
iniciales de las mismas; como han sido y son todavía, el gas, LNG, GLP, 
minerales, metales y maderas, por ejemplo; además de algunos procesados 
con valor agregado, como cemento, urea y manufacturas de metal, 
tomándoselos en forma conjunta. Como primera conclusión se puede 
afirmar, que como país soberano y autónomo, ya no se necesitará exportar
 gas sin valor agregado alguno, como sucede aún en el presente. Y por el
 contrario, se podrá usar el gas y petróleo y la electricidad generada y
 producida por ENDE, con métodos renovables y no renovables, en el 
desarrollo interno endógeno, que necesita estos energéticos para la 
industrialización acelerada, propiciándose así el desarrollo acelerado 
con alto valor agregado. 

Aceros y equipos de la industria pesada en planes del gobierno nacional
2.- Incentivos para impulsar el desarrollo acelerado
Con
 esta política económica y financiera en pleno funcionamiento, el PIB 
boliviano se encuentra ya cerca de los 40 mil millones de dólares y 
podrá subir a 50 mil millones en 2020. El objetivo es subir el PIB 
nacional a 100 mil millones en 2025, año del bicentenario de la creación
 de Bolivia. Elevándose poco a poco pero en forma segura, el ingreso 
per-cápita anual promedio de los bolivianos, a seis o siete mil dólares o
 más. Se ha creado un círculo virtuoso que agranda la demanda agregada 
de bienes, alimentos y servicios por parte de la población. 
Especialmente ahora que se ha llegado a un acuerdo entre el gobierno y 
la COB para elevar el salario mínimo nacional a 2 mil bolivianos (casi 
300 dólares). Queda pendiente el diálogo necesario con los agentes 
privados y sociales de la economía (CEP, CNC, PYMES, CONCOBOL, CAINCO, 
OECAS, e.o.), para podérseles proveer incentivos adicionales a los que 
ya se recibe actualmente (energía barata, servicios en general 
accesibles y promocionales, créditos a bajas tasas de interés, etc.). 
Los incentivos  más importantes, pero no exclusivos, podrán ser los 
siguientes; facilidades mayores para la exportación, desburocratización 
del aparato estatal; mayor empleo de la banca y del gobierno 
electrónico; mejor logística en trenes, caminos, puertos y sistemas hub 
(aéreo en Viru-Viru, El Alto y Chimoré; fluvial con puerto Busch y 
Tamengo; marítimo con el acondicionamiento de los puertos concedidos a 
Bolivia en comodato, tanto en el Pacífico como en el Atlántico) y 
finalmente; la eliminación de la corrupción estatal y la baja moralidad,
 con el incremento de las certificaciones y la otorgación ágil de las 
normalizaciones internacionales necesarias, etc. Estos incentivos 
realmente los necesita la empresa privada en especial (son las que 
exportan realmente) y las empresas sociales en general (pueden llegar a 
exportar). Así se podrá acompañar el proceso de cambio actual en forma 
mancomunada. Mucho mejor si se les añade otros incentivos adicionales, 
como apoyo crediticio a largo plazo a los agentes productivos; más 
oferta y transferencia de tecnologías de punta; más apoyo a la 
investigación e innovación en los parque industriales y tecnológicos y 
universidades; y apoyo estatal a la consolidación de patentes propias. 
Bolivia necesita urgentemente de nuevos mercados para su producción 
creciente de alimentos que debe ser debidamente negociada y más apertura
 a los mercados de la región. Se precisa de menores requisitos formales 
en UNASUR, MERCOSUR, CAN, URUPABOL, ALBA, CELAC y CARICOM. Y en ultramar
 (BRICS, G77+China, UE, e.o). Para textiles, super-alimentos (quinua, 
quiwicha, soya, frijol, sorgo, habas, estevia, e.o.), fertilizantes, 
baterías de litio de transporte ecológico, electricidad, maquinarias 
simples y manufacturas de metales y no metales.
3.- Integración integral con la región y el mundo
La
 presencia en los organismos internacionales es mucho mayor que antes. 
Existen representantes bolivianos en las NN.UU., en diversos organismos,
 como Consejo de Seguridad, ONUDI, CEPAL, PNUD, etc. Además de presencia
 activa en los parlamentos andino, Mercosur y latinoamericano. En 
organismos como CAF, FONPLATA, UNASUR, CELAC, ALBA, e.o. Esto realmente 
vale mucho para la política del país que se manifiesta siempre como 
pacifista, desarrollista, cooperadora y muy productiva. El mundo sabe 
que Bolivia es un país anti-imperialista y socialmente equitativo, que 
practica la solidaridad entre los pueblos. Partidaria de un mundo 
multipolar que paulatinamente vaya superando el capitalismo salvaje de 
los países del norte y de que se vaya ingresando a la economía 
solidaria. De cooperación plena entre países y pueblos. A todos los 
niveles posibles,  económico, tecnológico, científico, cultural, 
turístico y financiero. Inclusive con Chile se ha optado por la vía de 
la conciliación pacífica a través del tribunal de La Haya, para negociar
 una salida soberana hacia el Océano Pacífico. La construcción del tren 
bioceánico nos hará un país bioceánico también, como así mismo a Perú, 
Paraguay, Brasil, Uruguay y Argentina.
4.- Formación de nuevos líderes y planificación de la economía
Con
 estos avances importantes, se podría fortalecer aún más la organización
 del gobierno y del MAS-IPSP. Siempre que el presidente Evo Morales se 
supere a sí mismo, que es posible. Formando una nueva camada de líderes 
jóvenes, en un país joven como es Bolivia, como verdaderos estadistas y 
partidarios de llevar adelante ante todo, políticas de estado bien 
planificadas, a largo y mediano plazo. Con planificación económica 
central, pero también descentralizada y consensuada con las 
gobernaciones (9), provincias (112), municipios (360) y agentes 
económicos en general.
5.- Innovación y tecno-socialismo energético y productivo
Finalmente,
 CODEPANAL hace un llamado a los 12 millones de bolivianos que residen 
en el país, y a los cinco millones adicionales que moran y trabajan en 
el exterior (17 millones en total), a darle importancia a la unión y la 
conformación de un frente común patriótico, en función del objetivo 
mayor, que es sacar a Bolivia definitivamente y para siempre del atraso y
 la miseria tradicional. Así como para elevar los índices de desarrollo 
humano en salud, trabajo y educación. Con la creación de más 
universidades, tecnológicos y centros de investigación y con el 
desarrollo de nuevos procesos y productos, mediante la investigación y 
la innovación permanentes. Es necesario marchar  hacia la 
industrialización y energización plena del país, como base sostenible y 
sustentable para lograr mayores ingresos económicos a nivel personal y 
familiar. El país se puede perfilar como potencia económica y social en 
el continente, en base a sus riquezas naturales y humanas, pese a haber 
partido tarde en la carrera por el desarrollo. Es necesario predicar una
 nueva espiritualidad basada en la naturaleza (pacha mama y medio 
ambiente) y en los valores de las culturas originarias y también en las 
tradicionales venidas de Europa y Asia Menor (cristianismo). Se precisa 
una nueva cultura sincrética y mestiza, que tome lo mejor de todas las 
culturas nativas, endógenas y exógenas.
Fortalezas del futuro
Es
 necesario crear ciencia y tecnología propias en las instituciones y 
empresas (YPFB, ENDE, ENTEL, COMIBOL, EMAPA, INIAF, e.o.; FFAA, Policía,
 COB, CEP y CONCOBOL, e.o.). CODEPANAL tiene en mente un mayor aporte 
ideológico y programático a la nación por parte de sus miembros, pero es
 necesario que esto surja en forma natural, del mismo proceso actual y 
del mismo líder actual, Evo Morales y su entorno. Se precisa en el 
proceso, junto al MAS-IPSP de un comité central tecno-socialista y 
productivo, con miembros ad-honorem y sabios. Planteamos que hasta 2030,
 se debe incubar y crear un nuevo Estado PluriCerebral, en base al 
Estado PluriNacional actual, donde se vaya construyendo poco a poco, una
 nueva sociedad moderna, tecno-socialista, tecno-productiva, justa y 
tecno-inteligente, en todos los niveles.  Sería un gran ejemplo a seguir
 para Suramérica, Latinoamérica, Caribe y el mundo en general. Es 
posible avanzar así aceleradamente porque el mundo ya procesa una 
revolución del conocimiento y la inteligencia en las redes sociales y 
digitales. El mundo ya es muy rico, pero brutalmente desigual y va en 
dirección de generar un PIB mundial global de 100 trillones (100 
billones de doce ceros) en los próximos veinte años. Una riqueza que es 
producto de la humanidad trabajadora, pero apropiada por el 1% de los 
empresarios y dueños de la banca internacional. Uno de los objetivos del
 tecno-socialismo a nivel mundial, propuesto por CODEPANAL, es implantar
 políticas de Estado Revolucionario para producir mucho y repartir con 
equidad la riqueza generada por los trabajadores del mundo, que somos 
todos.   Este ejemplo y esta política deberán partir de Latinoamérica, 
por sus antecedentes y excepcionales condiciones históricas de 
continente cuasi-industrializado y culto. 
Ricardo Ángel Cardona 
Político,
 ingeniero y escritor tecno-socialista, ejecutivo de CODEPANAL. 
Congresista durante la UDP (Unidad Democrática y Popular (1982-1989). 
CODEPANAL fundada en 2002 por Ing. Enrique Mariaca Bilbao (1917-2010), 
héroe de la guerra del chaco, defensor de los hidrocarburos y fundador 
nacionalizador de YPFB (1969) y por Ing. Carlos Carvajal Nava 
(1934-2016), miembro PCB-UDP. Comité de Defensa de Soberanía, Dignidad y
 Patrimonio de los pueblos, Bolivia, UNASUR, MERCOSUR, CAN, ALBA, 
CARICOM, URUPABOL y CELAC. CODEPANAL es miembro del MOVPAZ (Movimiento 
Mundial por la Paz). La Paz-Bolivia-Suramérica. rancardo@yahoo.es 
    http://www.alainet.org/es/articulo/185235  
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