Recordó la guerra impuesta por Estados Unidos, que obligó a
los nicaragüenses a defenderse no solo en el plano militar y aludió a
distintas demandas presentadas por este país en CIJ, en particular a la
que derivó en una sentencia, en virtud de la cual Washington fue
precisado a detener su política militarista contra Nicaragua y a
indemnizar a su pueblo.
PL/La Radio del Sur
El presidente nicaragüense, Daniel Ortega, ratificó este miércoles
la vocación pacifista de su gobierno y su disposición a continuar
respetando el Derecho Internacional.
No queremos que corra más sangre por Centroamérica, queremos paz,
estabilidad, seguridad, eso es lo que quieren nuestros pueblos, afirmó,
durante el acto de reconocimiento a los graduados del cuarto curso
anual de Defensa y Seguridad, realizado en la capitalina Casa de los
Pueblos.
A partir de 1979 Nicaragua se insertó en la comunidad internacional
en la lucha por la paz, la seguridad, por el bienestar, pero también
contra la pobreza y otros males en su territorio, para que no se
vuelvan a presentar hechos bélicos que involucren al pueblo
nicaragüense, expresó.
Recordó la guerra impuesta por Estados Unidos, que obligó a los
nicaragüenses a defenderse no solo en el plano militar y aludió a
distintas demandas presentadas por este país en la Corte Internacional
de Justicia CIJ), en particular a la que derivó en una sentencia, en
virtud de la cual Washington fue precisado a detener su política
militarista contra Nicaragua y a indemnizar a su pueblo.
Indemnización a la que no hemos renunciado, remarcó el gobernante,
quien contrastó la desatención de Estados Unidos a los fallos de la CIJ
con el acatamiento de estos por parte de las naciones empobrecidas.
Países tercermundistas como nos califican, naciones bananeras como
nos descalifican, dan ejemplo de respeto al Derecho Internacional,
mientras grandes potencias desatienden la ley, cuestionó.
En ese sentido reconoció la actuación de sus pares Mauricio Funes
(El Salvador) y Porfirio Lobo (Honduras) frente a la situación en el
Golfo de Fonseca, zona compartida con las naciones representadas por
ellos.
Evaluó la reunión sostenida la víspera sobre el tema, en la cual
participaron los tres mandatarios, como una demostración del respeto de
los más pobres a las normas del Derecho Internacional.
Ratificó la importancia de preservar la paz en esa área, considerada uno de los mejores puertos del mundo.
Necesitamos convertir al Golfo de Fonseca en una zona de paz y desarrollo, no de pobreza y exclusión, añadió.
Nunca en la historia de la humanidad se había presentado un drama
como el que hoy vive el planeta Tierra, sentenció y abogó por el
consenso global para articular una política que de futuro a la especie
humana.
Criticó la inseguridad que el capitalismo provoca, y llamó “política
de muerte” a la aplicada contra los países árabes, pasando por encima
del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Ortega alentó a dialogar sobre estos temas, a partir del respeto a
la pluralidad, y manfiestó su confianza en lograr la convergencia de
opiniones con Colombia para profundizar en la cooperación en la lucha
contra el narcotráfico y de otros tipos en el territorio compartido en
el mar Caribe.

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