El gobierno paraguayo está imposibilitado totalmente de cumplir las
amenazas hechas a Brasil de reducirle las ventas de energía proveniente
de la binacional hidroeléctrica de Itaipú.
Los reiterados planteamientos hechos por Federico Franco,
quien ocupó la presidencia de la República tras la destitución del jefe
de Estado Fernando Lugo, recibieron respuestas técnicas y políticas,
tanto nacionales como del gigante vecino.
Según acuerdos vigentes, cada uno de los dos países tiene acceso al
50 por ciento de la energía generada y la que no consuma Paraguay solo
puede venderla a Brasilia.
El secretario general del Frente Guasú, agrupación de partidos y organizaciones de izquierda, Ricardo Canese, señaló que aunque
Franco lo quisiera como respuesta a la suspensión de Paraguay en el
Mercado Comúndel Sur (Mercosur), la carencia en el país de líneas de
trasmisión y distribución lo hace imposible.
En el año que queda para la toma de posesión del nuevo gobierno a
elegir por los paraguayos en abril del 2013, sería imposible la
realización de esa serie de obras para permitir quintuplicar la actual
capacidad disponible del sistema eléctrico, además de la inexistencia
de los fondos para ello.
Llevaría cinco años materializar la infraestructura
eléctrica para consumir por Paraguay el 50 por ciento de la energía
producida por Itaipú y Yaciretá, la otra usina apeada binacionalmente
con Argentina.
Canese señaló que tras las amenazas de Franco, tendientes a tratar de
maximizar un sentimiento nacionalista por motivos políticos, está en
realidad la intención de entregar a grandes transnacionales la energía
correspondiente a Paraguay, comenzando por la canadiense Río Tinto
Alcay.
Este gigante de producción de aluminio pretende obtener seis veces
más que el total consumido por el resto de la industria paraguaya y en
forma subsidiada por el Estado durante 40 años.
Por otra parte, el asesor de Relaciones Internacionales del gobierno
brasileño, Marco Aurelio García, recordó que la línea de transmisión de
500 kilowatts que se construye desde Itaipú a Asunción y que Franco
alega utilizar para esos planes, es costeada precisamente por el
Mercosur.
García señaló que, en el 2009, se triplicó el pago de Brasil a
Paraguay por la energía que la nación guaraní le suministra por exceder
a su consumo y agregó que Brasilia no piensa hacer nuevos aumentos.
Todos estos planteamientos parecen confirmar que Franco tiene por
delante numerosos obstáculos insalvables para cumplir con la ley a
enviar al Congreso para reducir la venta de energía a Brasil y
Argentina, fijada por cierto en los tratados binacionales suscritos.
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