Raúl Zibechi
La Jornada
A lo largo del año 2008 van cobrando forma algunas tendencias que ya se venían perfilando pero que, colocadas en su debido contexto, adquieren la forma de una nueva coyuntura regional. Los actores principales son los gobiernos progresistas de Sudamérica, la política del régimen de George W. Bush y las grandes multinacionales. Por desagradable que resulte, debe reconocerse que desde la llegada al gobierno de Lula, Tabaré Vázquez, Néstor Kirchner, pero también Evo Morales, Hugo Chávez y Rafael Correa, el protagonismo de los movimientos sociales y populares ha decaído significativamente.
Todo indica que estamos en un momento de inflexión. La ofensiva especulativa del capital financiero, una máquina enloquecida y fuera de control que no puede detenerse, pero que funciona destruyendo seres humanos y medio ambiente, está jugando un papel determinante desde comienzos de la década actual en el rediseño del mapa regional. Ante su potencia, los propios estados se han revelado actores frágiles que las más de las veces se limitan a pavimentar su expansión. Apenas un ejemplo: el gobierno uruguayo contempla, sin el menor entusiasmo, el avance incontenible de los cultivos de soya sin aplicar la menor política reguladora, lo que convierte al país en un nuevo y potencialmente gran exportador soyero. Mientras eso sucede, debe implementar la importación de papas, manzanas, zanahorias, boniatos, ajos y cebollas porque los agricultores uruguayos ya no pueden siquiera abastecer el mercado interno. Leer mas.....
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