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viernes, 26 de junio de 2020

Un mundo en ebullición


Fuentes: Rebelión

En enero de este 2020 nadie hubiera podido imaginar que en Virginia, Alabama, Tennessee y Mississippi, estados del sur norteamericano, los símbolos que celebran el pasado colonialista y esclavista de Estados Unidos estuvieran siendo derrumbados, estropeados o retirados, en medio de protestas y disturbios sociales ocasionados por el asesinato, a manos de la policía, de un hombre negro George Floyd. Todo eso es el resultado de cuatro siglos de vejaciones y humillaciones de los negros esclavizados en Estados Unidos y otras partes del mundo. Todos los seres humanos somos iguales, rezan muchas declaraciones, que después no se corresponden con las tercas realidades. No puede ser que una parte de la humanidad continúe siendo tratada, como si no fueran parte de la especie humana, el proceso civilizatorio reclama la igualdad plena.
Pero lo que está sucediendo en Estados Unidos ya ha sobrepasado lo anterior y ahora las protestas claman por justicia. Ese arcoíris de seres humanos que protesta en las calles estadounidenses ha dicho basta y ha echado a andar, como dijera el Che. Enough is Enough. Las razones de ello están en que, el sistema en el que viven, ya no satisface a sus necesidades materiales y espirituales. Esta pandemia calificada por Ignacio Ramonet « como un hecho social total » ha removido la estructura social y en Estados Unidos, millones de ciudadanos no tienen recursos económicos para recibir atención médica y el sistema hospitalario ha sido reducido. Y sin esa necesaria atención se muere. El reino de la incertidumbre se ha instalado.
Estados Unidos alcanzará las 201.129 muertes por covid-19 el 1 de octubre próximo, según la proyección del Instituto para los Parámetros y la Evaluación de la Salud (IHME) reseñada hoy, 14 de junio, en la prensa nacional. De acuerdo con el reporte del diario The Hill las estadísticas salen a la luz después que la semana pasada 18 estados registraran una tendencia creciente en el número de infecciones. Este estudio señala a las medidas de fin de confinamiento iniciadas en las últimas semanas como las culpables de las futuras muertes, pues se pusieron en vigor cuando algunos estados reportaban todavía un número creciente de casos. Los territorios son: Alaska, California, Oregón, Nevada, Arizona, Montana, Wyoming, Texas, Oklahoma, Arkansas, Luisiana, Mississippi, Alabama, Georgia, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Hawái y Florida.
Alarma e interrogantes provocan los hechos siguientes: casi a las 4 de la madrugada del pasado miércoles 10 de junio el cuerpo de Robert Fuller, de 24 años, fue encontrado en las cercanías del ayuntamiento en Palmdale, una ciudad de 150.000 habitantes, a una hora al norte de Los Ángeles. “No había nadie en la escena y los paramédicos encontraron el cuerpo colgado de un árbol”, explicó este lunes Daryl Osby, jefe del departamento de bomberos del condado de Los Ángeles. Un transeúnte que vio el cuerpo contactó a las autoridades. Por otra parte, a una hora de Palmdale en dirección este, en la ciudad de Victorville, un grupo de bomberos acudió a la escena en la que Malcolm Harsch, de 38 años, había aparecido colgado de un árbol el pasado 31 de mayo. La muerte de dos negros colgados de árboles desata indignación e interrogantes en Estados Unidos. Las características de los incidentes, además, han hecho recordar el terrible pasado de linchamientos de negros en EE.UU. a finales del siglo XIX y durante el siglo XX.
Mientras, la violencia de grupos derechistas racistas y antimigrantes nutrida por la retórica presidencial sigue brotando por el país. La noche del lunes 15 de junio una milicia armada atacó a activistas que intentaban tumbar la estatua del conquistador español Juan de Oñate en Albuquerque, dejando en estado crítico a un manifestante.
Ante las protestas masivas y una abrumadora mayoría de la opinión pública, el presidente Donald Trump se vio obligado a firmar una orden ejecutiva de reformas policiacas, pero nunca menciona el tema del racismo en el comportamiento de los uniformados. El mandatario decidió rodearse de oficiales de seguridad pública en el acto para firmar su orden, declaró que sin policías hay caos, señaló que sólo un número muy reducido de oficiales han cometido actos de brutalidad policiaca y subrayó que los estadounidenses quieren ley y orden, lema que será central en su campaña de reelección, según David Brooks en el periódico La Jornada del 17 de junio de 2020. Esto corrobora lo dicho recientemente por su exasesor de Seguridad Nacional, John Bolton, quien expresa que todos sus actos están dirigidos a garantizar la reelección presidencial el próximo 3 de noviembre.
Garrett Rolfe [1], un policía blanco disparó y mató este viernes 12 de junio a Rayshard Brooks, un afroamericano de 27 años, en el estacionamiento de un Wendy’s (cadena de hamburgueserías) al sur de Atlanta. El suceso se produce en medio de la ola de protestas contra la brutalidad policial hacia los negros en Estados Unidos. The New York Times cronometró y analizó lo ocurrido en la denominada “la meca negra” con los vídeos de las cámaras de vigilancia del restaurante a los que tuvo acceso, algunos difundidos por la Oficina de Investigación de Georgia y otros publicados por testigos presenciales en las redes sociales. Donald Trump consideró el miércoles que la policía estadounidense ha sido ‘tratada injustamente’, en una entrevista en la televisión en la que dio la impresión de defender de alguna manera al policía que mató a un hombre negro la semana pasada en Atlanta. El agente de policía Garrett Rolfe fue acusado de asesinato el miércoles, cinco días después de haber matado a un joven afroestadounidense, Rayshard Brooks, en un drama que reavivó la indignación contra los comportamientos racistas en el país.
En Florida tambien apareció muerta una activista contra el racismo Oluwatoyin Toyin Salau. ¿Qué significan esos hechos? El racismo estructural está muy anclado en el imaginario de los anglosajones y hay miles de profascistas que deambulan armados, como hemos visto en algunas imágenes televisivas en estos días. Esos asesinatos deben ser investigados y esclarecidos, pues la sucesión de hechos permite pensar que, ciertos círculos consideran que los predestinados, los ungidos o consagrados están por encima de la ley y pueden mostrar que ellos pelearán para mantener el statu quo, al precio que sea necesario.
Siempre ha sido extraño (e indignante) que las bases militares estadounidenses tengan nombres de traidores, de generales confederados que se rebelaron contra la Unión para defender la esclavitud [2]. Y los altos mandos del Ejército parecen dispuestos a cambiárselos. La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, pidió la retirada de 11 estatuas de militares confederados del Capitolio. Pero Trump dice que no. ¿Cómo se le ocurre asumir esa posición en un momento en el que por fin los estadounidenses parecen estar reconociendo la injusticia que por sistema sufren los afroestadounidenses, lo cual ha llevado a un aumento del respaldo público al movimiento Black Lives Matter [Las vidas de los negros importan]? Sin duda, lo inteligente sería emular a buena parte del Estados Unidos empresarial: hacer unos cuantos gestos baratos en nombre de la justicia social, aunque sin cambiar nada fundamental. Por ejemplo, hasta la Nascar [la asociación más importante de carreras de coches] ha anunciado que prohibirá la bandera confederada en sus competiciones. Y cambiar el nombre de las bases militares resultaría muy barato, señaló Paul Krugman el 12 de junio en el periódico La Jornada de México.
¿Qué significa ese movimiento que se ha extendido a otros lugares, como Inglaterra y Bélgica? Algunos dicen que es una guerra de símbolos. Se hace necesario examinar este fenómeno por su vinculación con la esclavitud y el colonialismo. Es preciso evaluar ese despertar de las conciencias en tantos lugares a la vez.
Un agente del Departamento de Policía del Condado de Clayton (Georgia) ha provocado indignación en parte de la población, por apuntar con su pistola a un grupo de adolescentes afroamericanos y mantenerlos con las manos en alto durante varios minutos. Los hechos ocurrieron el 15 de junio en los suburbios de Atlanta, donde un empleado de una tienda llamó al servicio de emergencias 911 afirmando que unos adolescentes intentaron robar en el local y que se les había visto jugando con un arma, informa la prensa local. El policía que acudió al lugar sacó la pistola, apuntó a los menores y les ordenó que levantaran las manos y permanecieran inmóviles. Paralelamente, varias personas enfurecidas por los hechos empezaron a congregarse en los alrededores, exigiendo al oficial que dejara ir a los adolescentes. Poco después el agente bajó el arma y cuando llegó otro policía empezaron a cachear a los menores y no encontraron ningún arma, informo la agencia Rusia Today el 18 de junio.
Según los sondeos, la pérdida de intención de voto del gobernante republicano se debe a su pésima gestión de la crisis sanitaria provocada por el nuevo coronavirus y a las protestas antirracistas, que por cierto, nadie puede atribuir al trabajo de una organización, sino a varias y a muchos activistas, así como a las frustraciones contenidas de los seres humanos.
Una nueva piedra en el zapato del presidente es lo publicado sobre el libro In the Room Where It Happened. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, habría planteado usar la fuerza militar contra Venezuela y consideraba «genial» la idea de invadir el país caribeño, al que veía como «realmente una parte de Estados Unidos», según se desprende de los extractos de un libro —que será publicado por la editorial Simon&Schutster [3]– aún inédito del exasesor de Seguridad Nacional John Bolton, revelado este miércoles por el periódico The Washington Post y otros medios estadounidenses.
El presidente de Estados Unidos puede ver resurgir sus mayores miedos por culpa de su sobrina Mary Trump [4], hija de su difunto hermano mayor, que prepara un libro en el que desvela los trapos sucios y oscuras historias familiares con el magnate como protagonista. Too Much and Never Enough: How My Family Created the World’s Most Dangerous Man verá la luz el próximo 28 de julio. Vivencias que recuerda como “pesadillas, traumas, relaciones destructivas y una trágica combinación de abandono y abuso de influencia”. Mary Trump no está dispuesta a olvidar ni perdonar nada de su pasado. Tanto es así que supuestamente ella fue una de las principales fuentes en la investigación ganadora del Pulitzer sobre cómo Donald Trump amasó parte de su fortuna a base de fraudes fiscales y sociedades falsas durante los años noventa.
Para llenar la copa de las preocupaciones, el 8 de junio pasado el National Bureau of Economic Research -la máxima autoridad académica del estudio de los ciclos de la economía de Estados Unidos- dictaminó que ese país entró en recesión en febrero del 2020 por primera vez desde el 2009.
Docenas de artistas han lanzado hoy nuevas canciones que detallan la experiencia negra en medio de las protestas mundiales provocadas por las recientes muertes de Floyd, Breonna Taylor y Ahmaud Arbery, entre otros, ha difundido la agencia ANSA. Pero hay una en particular que tiene mucho simbolismo, la canción de la fallecida Aretha Franklin Never Gonna Break My Faith de 2006, que la Reina del Soul grabó con Mary J. Blige y que fuera lanzada por la RCA y Sony en coincidencia con el Juneteenth, también conocido como Día de Independencia o Día de la Libertad. La canción apareció originalmente en la película Bobby, sobre el asesinato del senador estadounidense Robert F. Kennedy en 1968, y presenta voces de fondo del Coro de Niños de Harlem.
Trump, enfrentado a una ola de críticas, aceptó la posibilidad de perder los comicios ante Biden y declaró que perder las elecciones de noviembre sería “algo triste para el país, porque los demócratas tienen políticas que incluyen deshacerse de los departamentos de policía” o “no hacer nada para enfrentar los disturbios”, reportó desde Nueva York la cadena Hispantv el 15 de junio. Curiosa confesión, y no acorde con la personalidad de un egocéntrico como el señor Trump, pero no hay dudas que se le han ido acumulando tantos problemas que ahora tiene que ir cuesta arriba en el camino hacia la Casa Blanca.
Mi campaña no ha empezado todavía. ¡Empieza la noche del sábado en Oklahoma!”, expresó el mandatario norteamericano en un mensaje publicado el viernes 19 de junio en su cuenta de Twitter. El mitin de la campaña electoral del actual presidente de Estados Unidos se realiza esta jornada en un estadio con capacidad para 19.000 personas que la campaña de Trump planea llenar por completo. Tal medida ha provocado diversas críticas, entre ellos, el diario local Tulsa World advirtió que este mitin en una ciudad que está viviendo una fuerte tensión por las masivas manifestaciones antirracistas puede empeorar la situación sanitaria en un estado que también está en pleno pico de contagios de la COVID-19. Ironías de la vida, se habla que Trump y la hija salieron muy disgustados porque ni siquiera 10.000 partidarios estuvieron en el estadio. Malos augurios, pero, me pregunto si pensaron bien el escenario, pues Tulsa [5] está ligado a la historia de las luchas raciales en Estados Unidos.
El 19 de junio se conmemora el fin de la esclavitud en Estados Unidos [6]. La semántica y la vista corta brindan una imagen distorsionada de la realidad, porque continúan las protestas callejeras contra el racismo estructural y por establecer el imperio de la justicia.
Notas
1) El agente Garrett Rolfe, que trabajaba en el Departamento de la Policía de Atlanta desde 2013, fue despedido y el otro policía involucrado, Devin Brosnan, será relegado a labores administrativas. Menos de 24 horas después el suceso la jefa de policía de Atlanta, Erika Shields, renunció a su cargo.
2) Las estatuas de los generales Wickham (Richmond, Virginia) y Lee (Montgomery, Alabama), de Jefferson Davis, presidente de los Estados Confederados durante la Guerra de Secesión (Durham, Carolina del Norte) y del periodista y político racista Carmack (Nashville, Tennessee) fueron derribadas. En Portland, Oregón, cayó la imagen en bronce de Thomas Jefferson, quien firmó la Declaración de Independencia de Estados Unidos y fue el tercer presidente de ese país. Escribieron encima: «esclavista» y «dueño de esclavos»
3) Simon& Schuster, Inc., una división de CBS Corporation, es una editorial fundada en la ciudad de Nueva York en 1924 por Richard L. Simon y M. Lincoln («Max») Schuster. Es una de los cuatro mayores editoriales y casas editoriales en idioma inglés, junto con Random House, Penguin y Harper Collins. Publica más de dos mil títulos al año bajo al menos 35 sellos diferentes.
4) Única sobrina de Donald. tiene 55 años, es licenciada en Literatura inglesa y tiene un doctorado en Psicología clínica. Vive en Long Island y ha preferido mantenerse alejada del foco mediático hasta ahora, que está dispuesta a resolver cuentas pasadas, presentes y futuras con la familia.
5) La ciudad de Tulsa fue la sede de una de las peores masacres de afroamericanos de la historia, cuando en 1921 unos 300 negros fueron asesinados por grupos blancos. Por otra parte, el mitin de Trump coincide con la conmemoración del 155 aniversario de Juneteenth o la liberación de los últimos esclavos negros en 1865 y la abolición de la esclavitud, que se realizó el viernes. Publicado por Resumen Latinoamericano, 20 de junio de 2020
6) La esclavitud en los Estados Unidos se refiere a la institución legal que existió en los Estados Unidos durante los siglos XVIII y XIX. El 19 de junio se conmemora una de las fechas más relevantes en la historia de la Unión Americana. Abraham Lincoln fue elegido decimosexto presidente en 1860 y el primero del Partido Republicano. Antes de que tomase posesión de su cargo los siete estados esclavistas declararon su secesión de los Estados Unidos, formando los Estados Confederados de América. El gobierno federal arguyó que la secesión era ilegal y pronto se produjo el ataque por parte de los secesionistas a Fort Sumter, iniciándose así la Guerra Civil Estadounidense. Tras la victoria de la Unión en 1865 se añadieron tres enmiendas a la constitución para garantizar la libertad de los casi cuatro millones de afroamericanos que habían sido esclavos. Al finalizar la guerra Lincoln estableció la reconstrucción, tratando de unir rápidamente al país a través de una política de reconciliación.  

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