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Fuera Bolsonaro, fue la consigna en las manifestaciones de ayer contra la administración del mandatario neofascista en Brasil. En las más importantes ciudades hubo movilizaciones por el bloqueo al presupuesto para el sector educativo y la reforma al sistema de jubilaciones que se debate en el Senado. La imagen, en la Avenida Paulista, en Sao Paulo.
Sao Paulo. Miles de personas salieron a las calles ayer
en más de 80 ciudades de Brasil para protestar contra los bloqueos
presupuestarios en la educación y expresar su descontento con la
política del gobierno del neofascista Jair Bolsonaro para este sector.
Es la tercera convocatoria nacional para protestar contra la medida
presupuestaria anunciada en mayo por el Ejecutivo. El proyecto es la
principal promesa económica del gobierno Bolsonaro para equilibrar las
cuentas públicas.
Aunque ocuparon espacios en las principales ciudades del país, las
protestas perdieron fuerza en comparación con las dos primeras
concentraciones realizadas el 15 de mayo, en más de 200 ciudades, y el
30 de mayo, en unas 130.
En Sao Paulo estudiantes y dirigentes sindicales se concentraron por
la tarde en la Avenida Paulista. Además de protestar por las
limitaciones en el presupuesto educativo, también se pronunciaron contra
la reforma del sistema de jubilaciones que acaba de ser aprobada en la
Cámara de Diputados y ahora está en manos del Senado.
Más temprano, en Brasilia, miembros del sector académico y líderes
indígenas fueron hasta la Explanada de los Ministerios, centro del poder
de la capital, portando pancartas y gritando consignas contra las
políticas educativas y en materia de salud del Ejecutivo.
Unas 3 mil indígenas, provenientes de 300 comunidades, aseguraron que el régimen viola sus derechos y daña al medio ambiente.
Dado que Bolsonaro dijo que no habrá ni un centímetro más de tierra demarcada para los pueblos indígenas, nos manifestamos porque con esta postura declaró una guerra no sólo a las mujeres, sino a todos los pueblos indígenas, sostuvo la activista Sonia Guajajara.
En Río de Janeiro, ya por la noche, cientos de personas ocupaban unas
seis cuadras bajo la lluvia gritando consignas contra el congelamiento
de los recursos y el gobierno de Bolsonaro.
Demostraciones similares ocurrieron a lo largo del día en Recife, Belo Horizonte, Campo Grande, Porto Alegre y Salvador.
El ministro de Educación, Abraham Weintraub, anunció en mayo recortes para tres universidades a las cuales acusó de
sembrar el desordenpor albergar debates que incluían voces de izquierda.
Desde que asumió la presidencia en enero pasado, Bolsonaro está
empeñado en sacar adelante una cruzada ideológica para sustituir con los
valores ultraconservadores, que lo llevaron al poder, los principales
vestigios de lo implementado durante los gobiernos del izquierdista
Partido de los Trabajadores entre 2003 y 2016, encabezados por Luiz
Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff.
Foto Ap
Afp y Europa Press
Periódico La Jornada
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