Después de meses de presiones de las cancillerías de México y España por las “escandalosas acciones” del cónsul de Panamá en Guadalajara, el presidente Ricardo Martinelli Berrocal se vio obligado a destituirlo y ahora corre el riesgo de ser encarcelado por delitos de violencia intrafamiliar, agresiones físicas y amenazas de muerte.El español, nacionalizado panameño, Manuel Muradás Fraiz, fungía desde septiembre pasado como cónsul en Guadajara, pese a haber estado preso en el penal de máxima seguridad de Puente Grande, ubicado en esa misma ciudad mexicana.
El personaje es hermano de Aurora Muradás Fraiz, quien desde años mantiene una relación de amistad íntima con el presidente Martinelli Berrocal, según fuentes periodísticas panameñas.
Precisamente el diario panameño La Estrella públicó el 2 de septiembre pasado que Muradás Fraiz “fue destituido de su cargo recientemente” porque “estuvo involucrado en un confuso incidente con autoridades federales en febrero de este año”.
De acuerdo con fuentes judiciales mexicanas el hecho en concreto se produjo el 16 de febrero pasado cuando la Procuraduría de Justicia del Estado de Jalisco intentó cumplir con una orden de reaprehensión contra Muradás Fraiz, quien a la sazón se encontraba en ese momento en compañía del cónsul de Panamá en la ciudad mexicana de Veracruz, Irving Centeno, y una funcionaria de la embajada de Panamá en la ciudad de México.
“La reacción violenta que degeneró en agresiones verbales y amenazas por parte de Muradás Fraiz contra los agentes judiciales aduciendo poseer inmunidad diplomática”, según fuentes mexicanas, produjo la intervención de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México. Muradás Fraiz, con todo, fue detenido en forma temporal, hasta que se validó su condición de cónsul panameño.
Según La Estrella, el ex cónsul ha pedido a la cancillería panameña que reconsidere su causa aduciendo que la destitución fue injusta.
Sin embargo, fuentes panameñas aseguraron que su destitución se debió a presiones de las cancillerías de México y España “ante las escandalosas acciones protagonizadas en Guadalajara” por Muradás Fraiz.
De acuerdo con fuentes judiciales y medios de prensa mexicanos el caso de Muradás Fraiz, se remonta a octubre del 2001 cuando ingresó a México en calidad de visitante no inmigrante. Pese a que su estado migratorio no le permitía trabajar, laboró como supervisor del Motel Doral, operado por la empresa Consorcio Tlajomulco S.A. de C.V.
Poco después se casó con la ciudadana española, Magdalena González Fernández, a quien, según consta en actas judiciales, agredía constantemente en forma física y sicológica. González Fernández, ante los hechos, interpuso una denuncia por violencia intrafamiliar contra Muradás Fraiz, que se encuentra en la etapa de revisión para dictar sentencia.
Según el expediente 253/06-B, de la Procuraduría de Justicia del Estado de Jalisco, dentro de la averiguación previa 5839/06, se dictó auto de formal prisión contra Muradás Fraiz por habérsele acreditado el delito de lesiones calificadas, luego de agredir a su suegro José González Vásquez, a quien habría dejado ciego, después de propinarle una golpiza y advertirle que “la próxima vez lo iba a matar”.
Por esos hechos, Muradás Fraiz fue sentenciado a nueve meses de prisión y al pago de daños, condena que fue dictada el 24 de enero del 2008, confirmada en el 2009, y cuya orden de reaprehensión se giró el 29 de enero del 2010, según consta en los registros judiciales mexicanos.
Existe constancia de que el 5 de octubre del 2005, Muradás Fraiz fue encarcelado en el Reclusorio de Puente Grande, el mismo en el que está preso desde febrero pasado Ramón Martinelli Corro, primo del presidente Martinelli Berrocal, por el delito de lavado de dinero para el cartel mexicano de los hermanos Beltrán Leyva.
En esa ocasión Muradás Fraiz fue condenado por el delito de daños a terceros, pero salió libre bajo fianza, aunque quedó fichado por la justicia, y para burlarla se cambió el nombre por Manuel Fraiz para evitar ser rastreado por el Instituto Mexicano de Migración.
Eso le habría permitido entrar y salir del país mientras enfrentaba procesos judiciales, a la vez que alargaba los juicios mediante amparos en los tribunales.
En un giro inesperado, el presidente Martinelli Berrocal nombró el primero de septiembre del año pasado a Muradás Fraiz como cónsul de Panamá en Guadajara para cubrirlo con la inmunidad diplomática que otorga el cargo.
La firma de abogados Suserey, que tomó la defensa de la familia González Fernández, expresó en su momento sospechas sobre la acreditación consular que le concedió el gobierno de México a Muradás Fraiz, pues no se tomó en cuenta el expediente en poder del Instituto Mexicano de Migración ni las causas que le sigue la Procuraduría de Justicia del Estado de Jalisco.
Fueron las presiones que ejerció la familia González Fernández y el consulado de España en Guadalajara, lo que llevó a la Procuraduría de Justicia del Estado a cumplir con la orden de reaprehensión el pasado 16 de febrero, pero para sorpresa de los agentes judiciales, Muradás Fraiz contaba con credenciales que lo acreditaban con inmunidad diplomática.
Después de ese hecho, la firma de abogados Suserey aseguró que Muradás Fraiz amenazó de muerte a la familia González Fernández razón por la cual pidieron protección a la policía de Guadalajara. Los abogados de las víctimas esperan que los delitos cometidos por el ahora ex cónsul no queden en la impunidad.
El País.cr
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