Golpe de Estado en Bolivia
"El imperio es infatigable"

▲ Fuerzas de seguridad vigilan el Congreso en La Paz después de que la
senadora Jeanine Áñez se proclamó presidenta interina de Bolivia.
El imperio estadunidense es
infatigableen la destrucción de la democracia y los valores de izquierda en Latinoamérica, afirmó el embajador Hermilo López-Bassols, al analizar el golpe de Estado contra el gobierno del ex presidente de Bolivia Evo Morales Ayma.
Mientras Donald Trump sea presidente de Estados Unidos
hay que tener la certeza de que estará maquinando algo en contra de los intereses democráticos de los países de América Latina, expuso.
En entrevista con La Jornada, el embajador de carrera y ex
consejero jurídico de México ante la Organización de Naciones Unidas
(ONU) consideró que el golpe de Estado en el país sudamericano es un
retroceso.
Agregó que con la postura que adoptó la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador demostró que México
ha depositado su principio de política exterior fundamental en la relación latinoamericana muy acertada.
López-Bassols consideró que el país “puede abanderar alguna de las
causas principales de reivindicación social, que es la plataforma de los
movimientos de izquierda en América Latina (…) Somos una bandera
mediadora en los conflictos entre la extrema derecha y la extrema
izquierda”.
Por separado, el embajador en retiro Sergio J. Romero Cuevas expuso
que el golpe de Estado en Bolivia se preparó con antelación, porque no
había concluido el proceso electoral cuando la Misión de Observación de
la OEA ya había recomendado una segunda vuelta.
Se trataba de acabar con el gobierno de Evo de cualquier manera.
Romero Cuevas consideró que al otorgar asilo al ex presidente Evo Morales México está ejerciendo su derecho,
le pese a quien le pese.
En tanto, José Briceño y Fernando Neira Orjuela, del Centro de
Investigaciones sobre América Latina y el Caribe de la Universidad
Nacional Autónoma de México, consideraron que la
invitaciónde los militares a Morales Ayma a abdicar de la presidencia de su país representa un golpe de Estado y significa un retroceso político para la región.
Sin embargo, advirtieron, eso no lo exonera de los errores que cometió y que en parte generaron la crisis que hoy vive Bolivia.
Briceño indicó ayer en conferencia de prensa que durante décadas
Latinoamérica ha luchado para establecer instituciones democráticas –aún
frágiles–, llevar a los militares a los cuarteles y sacarlos de la vida
política. Agregó que las fuerzas militares no deben ejercer el poder
político,
para ello están los civiles y las democracias.
El líder cívico Luis Fernando Camacho reúne
todas las características de un liderazgo de nueva extrema derecha que surge en el mundo, no sólo en Latinoamérica. Esto implica que Bolivia giraría a una zona de influencia brasileña y estamos ante un escenario de inestabilidad para la región, apuntó.
Fernando Neira resaltó que otro aspecto preocupante de los gobiernos de izquierda en América Latina
es la falta de liderazgo. No se entiende que en un partido como el MAS, que dirigiera Evo Morales, en ese transitar de más de 13 años de gobierno no haya sido gestionado otro liderazgo que permitiera una alternancia del poder, incluso dentro del mismo partido.
Foto Afp
Ana Langner y Arturo Sánchez Jiménez
Periódico La Jornada
Miércoles 13 de noviembre de 2019, p. 9
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