Al Lobo se le cayó la máscara de oveja, la masacre continúa y la resistencia sigue creciendo hacia un Paro Cívico, preámbulo de la Huelga General.!Abajo el plan Obama-Clinton-Leonel por legitimarlo¡
El régimen golpista Hondureño, ahora presidido por Porfirio Lobo y tutelado por el imperialismo estadounidense, es una de las peores manchas y de la más repudiable tragedia en el presente latino-caribeño.
El gobierno de Lobo es esencialmente la continuación del de Micheletti y no ha tardado en asumir y expandir como propio el terrorismo de Estado puesto en práctica inmediatamente después del golpe militar contra el gobierno democrático de Manuel Zelaya, auspiciado con descaro inaudito la oligarquía hondureña, el generalato corrompido y fascistoide, y el poder imperial de los EEUU, escogiendo como centro de operaciones la base militar de Palmerola.
Abundan las desapariciones, asesinatos y torturas. Abundan las violaciones a los derechos ciudadanos. Se repiten las crueles y repulsivas represiones como la ejecutada recientemente contra las luchas del magisterio hondureño. Se impone la censura y la mentira. Mientras militares yanquis, israelíes y colombianos tutelan perversos entrenamientos en técnicas de represión inspirados en las execrables experiencias de Colombia e Israel.
Todo esto para hacerle la guerra al pueblo y tratar de apuntalar el cuestionado dominio oligárquico y la impugnada dependencia de esa hermana nación.
Para tratar de contener una resistencia heroica y persistente.
Para cerrarle el paso al clamor nacional por una Constituyente democrática y participativa.
Para tratar de aplastar la razón y el decoro con la fuerza bruta.
Así, la máscara de un relevo electoral fraudulento, supuestamente destinado a dejar atrás el régimen de facto y a superar el golpismo, se ha desboronado.
El programa de Washington, aupado por los gobiernos conservadores y sumisos de la región, en procura de lavarle la cara y de propiciar la “legitimación internacional” del gobierno de Lobo, está seriamente resquebrajado por los hechos recientemente acontecidos en Honduras y por el creciente repudio continental y mundial que ellos están provocando.
El régimen de Honduras está definitivamente enmarcado dentro del actual contra-ataque imperialista en la región y forma parte del “triángulo fatal”, que junto al Estado terrorista colombiano y a la ocupación militar de Haití, constituye su agresiva avanzada y su punta de lanza en Centroamérica y el Caribe; ahora reforzado por la creciente presencia militar estadounidense en Costa Rica.
En lugar de un “trato considerado” y de la “apertura de espacios” para su reconocimiento y estabilización, el gobierno de Lobo merece el aislamiento total y el ataque frontal de nuestros pueblos, hasta alcanzar su necesario desplazamiento.
Las penosas condiciones económicas y sociales impuestas al pueblo hondureño por el despliegue de las de medidas neoliberales, la corrupción de Estado y la cruel represión interna, han generado una ascendente y hermosa contrapartida de rebeldía social y política encarnada por el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), expresión inequívoca de la voluntad política de ese pueblo hermano.
Formidables luchas obreras, campesinas, indígenas, magisteriales, feministas, juveniles, comunitarias, populares. . . se suceden unas tras otras, desafiando el terror y apuntando hacia un cambio político radical.
Ellas merecen nuestro apoyo incondicional y nuestra solidaridad sin límites, en la misma medida en que el FNRP merece ser reconocido como fuerza beligerante, en su condición de auténtica expresión del sentir democrático de la sociedad hondureña.
Desde sus entrañas movilizadas el FNRP ha llamado a un Paro Cívico Nacional por las reivindicaciones más urgentes y en rechazo al régimen de Lobo, a realizarse el próximo 7 de septiembre.
Ese Paro Cívico Nacional es preámbulo de jornadas mayores y en perspectiva apunta hacia la huelga general como expresión plebiscitaria de la creciente determinación popular de ponerle fin al golpismo y a la actual subordinación oficial a los dictados de Washington.
El MCB respalda ambas iniciativas dentro de la línea de la resistencia hondureña para reconquistar la libertad y dar paso a la Constituyente democrática y la auto-determinación del pueblo hondureño.
El MCB llama a todos los pueblos de América y del mundo a solidarizarse con esos trascendentes y heroicos combates para hacer realidad los ideales de Morazán y de todos los próceres y heroínas hondureñas y centroamericanas.
Por una Honduras liberada y democrática:
¡En Bolívar y Morazán nos encontramos todas/as¡
Por la Dirección Ejecutiva:
Carlos Casanueva Troncoso
Secretario General
Narciso Isa Conde
Coordinador de la Presidencia Colectiva
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