La Policía chilena dispersó a cientos de escolares que este jueves pretendían realizar por el centro de Santiago una marcha que había sido prohibida por el Gobierno y detuvo a 197 de ellos, en el marco de protestas estudiantiles que buscan el fortalecimiento de la educación pública.
La jornada comenzó con los estudiantes levantando en las primeras horas barricadas en 13 puntos de Santiago con neumáticos y maderas encendidas, pero fueron dispersados por la policía, según imágenes difundidas por canales de televisión locales.
Estos desórdenes fueron la antesala de las marchas que universitarios y alumnos de secundaria habían anunciado para este jueves, pero que no fueron autorizadas por el gobierno, que dispuso a un millar de policías para evitarlas.
“Hemos tenido toda la prudencia para hacer respetar los derechos de expresión, pero llega un límite que está dado por que un grupo de personas no perjudique el derecho del resto. Los estudiantes no son los dueños de este país”, dijo el vocero de Gobierno, Andrés Chadwick, a radio Cooperativa.
Horas más tarde, escolares intentaban reunirse en la céntrica Plaza Italia para iniciar la primera de las marchas anunciadas, pero la policía los dispersó con gases lacrimógenos y carros lanza-agua, evitando que la protesta recorriera la Alameda, la principal avenida de la capital chilena.
“Creemos que tenemos todo el derecho constitucional a manifestarnos, sobre todo por la Alameda, pero no se dejó que los compañeros llegaran a Plaza Italia porque la policía comenzó a reprimirnos” , dijo Rodrigo Rivera, dirigente de los escolares, a la prensa local.
Los estudiantes de secundaria intentaron reagruparse y realizar la marcha por calles aledañas al centro de Santiago, pero nuevamente fueron reprimidos por la Policía, lo cual derivó en unos disturbios que dejaron 197 escolares detenidos y 8 uniformados heridos, informó una fuente de la Policía que pidió reserva.
“El centro de Santiago se encuentra en estado de sitio” , dijo Camila Vallejo, una de las principales dirigentes de los estudiantes universitarios, quien confirmó para este jueves en la tarde la segunda manifestación, que incluirá a profesores.
“Nosotros vamos a mantener la congregación para la tarde, ese es un derecho. Nadie nos puede reprimir por congregarnos en espacios públicos” , agregó Vallejo.
Las manifestaciones se unen a otras protestas que los estudiantes llevan realizando desde hace dos meses, cuando estalló el conflicto, como huelgas de hambre de decenas de escolares y la ocupación de centenares de colegios y universidades.
Los jóvenes exigen desde hace dos meses una serie de reformas constitucionales para alcanzar una educación pública de calidad y gratuita y que se acabe con el lucro en las universidades, prohibido en la legislación chilena pero burlado a través de resquicios legales.
El Gobierno entregó el lunes una propuesta de 21 puntos que plantea consagrar en la Constitución el derecho a una educación de calidad, cuya responsabilidad está hoy en manos de los padres, pero acoge parcialmente el reclamo de acabar con el lucro en la educación.
El ofrecimiento fue calificado por los estudiantes de “insuficiente” y decenas de sindicatos universitarios ya lo rechazaron, pese a que dirigentes estudiantiles anunciaron que el viernes entregarían una respuesta sobre la propuesta.
Las protestas estudiantiles han influido en la caída de la popularidad del presidente Sebastián Piñera, que llegó a un mínimo del 30 por ciento en julio, y además causaron el cambio del anterior ministro de Educación, Joaquín Lavín, criticado por los estudiantes.
El ministro del Interior, Rodrigo Hizpeter, dijo el miércoles que se había decidido prohibir las marchas para evitar daños a la propiedad pública y privada como los provocados en tres marchas realizadas anteriormente y en las que participaron unas 80 mil personas.
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