Entrevista a Jacky Hortaut, integrante del colectivo francés "Liberemos a Mumia"
Investig'Action
En la cárcel desde hace 37 años, Mumia Abu Jamal finalmente tiene derecho a defenderse. ¿Cuándo será por fin liberado? |
Mumia
Abu Jamal acaba de cumplir 65 años. Conocido como «La voz de los sin
voz» ha pasado la mayor parte de su vida en prisión –37 años– después de
su sentencia de muerte en 1982. «Un juicio con ensañamiento», denuncian
quienes le apoyan en todo el mundo. La evolución de este caso judicial
parece demostrar que, a pesar de todo, tienen razón. Después de la
conmutación de la pena de muerte por cadena perpetua en 2011, se acaba
de tomar una decisión histórica: el tribunal de Pensilvania finalmente
aceptó por primera vez que la defensa de Mumia pueda apelar la
sentencia. Entrevista con Jacky Hortaut, animador del colectivo francés «LIBEREMOS A MUMIA«.
¿Puede explicarnos las razones esgrimidas por las que Mumia fue condenado?
Es
un caso relativamente clásico en Estados Unidos. Mumia es
afroestadounidense, en ese entonces era un periodista bastante brillante
que trabajaba para varias estaciones de radio en Filadelfia,
Pensilvania. Fue acusado de matar a un oficial de policía. Me gustaría
matizar: un oficial de policía blanco. Es más bien en la otra dirección
que esto está ocurriendo en general, especialmente hoy en día. Basta con
ver el número de ciudadanos afroestadounidenses que han sido asesinados
por agentes de policía en los últimos años... Pero se le acusó de lo
contrario: fue el periodista negro quien mató a un policía blanco; se le
acusó de este homicidio mientras que él mismo había sido gravemente
herido durante el crimen.
Sucedió al final de la noche, en una
arteria importante de Filadelfia. En aquel momento, Mumia no podía vivir
únicamente de su trabajo como periodista, por lo que trabajaba como
taxista a tiempo parcial por razones económicas. Aquel día, al dejar a
un cliente alrededor de las tres o cuatro de la mañana en una arteria
importante de la ciudad, reconoció a su hermano con los brazos en alto,
detenido por un policía. Así que dejó su vehículo en el bulevar, lo
cruzó y cuando llegó a la escena del control policial, se produjo un
tiroteo. Un policía murió, Mumia resultó gravemente herido. La policía
lo llevó inmediatamente a la comisaría. Al notar que Mumia estaba
perdiendo mucha sangre, y entrar en pánico ante la idea de que pudiera
morir en el acto, la policía lo llevó al hospital. Bajo la protección de
la profesión médica, tardó varios meses en recuperarse y ser juzgado
por el cargo de asesinato… El juicio fue instituido… Nunca pudo defender
su inocencia, ni ningún argumento, porque desde la primera audiencia en
la que participó, fue inmediatamente arrestado y encarcelado…
De
las audiencias subsiguientes se descubrió que en el juicio hubo
ensañamiento de principio a fin, sin que él tuviera la posibilidad de
presentar testigos. Además, su defensor público sólo disponía de unos
pocos días para tramitar el caso. Sabiendo que en Estados Unidos no
existe un juez de instrucción, corresponde a la defensa impugnar el
cargo de la fiscalía y, por lo tanto, llevar a cabo las investigaciones.
Pueden imaginarse que en pocos días o semanas, en un caso relacionado
con la pena de muerte, Mumia no fue defendido en condiciones normales,
si nos referimos a las normas internacionales. El juicio fue racista y
expeditivo.
¿Alguna organización de derechos humanos se puso a la tarea de investigar su caso?
Sí,
tras este juicio y la sentencia de muerte de Mumia en 1982,
organizaciones como Amnistía Internacional, la Comisión de Derechos
Humanos de la ONU e incluso el Parlamento Europeo elaboraron informes
que hicieron mucho ruido. En particular, Amnistía EE.UU. dijo que había
docenas de razones legales para considerar que Mumia había sido
condenado en condiciones inaceptables. En cualquier caso, nunca ha
tenido la oportunidad de defenderse. Mumia tenía entonces 28 años cuando
fue sentenciado a muerte.
Campaña francesa por la liberación de Mumia
Hoy
tiene 65 años y sigue en prisión, pero durante ese tiempo, su caso ha
pasado por muchas peripecias. ¿Cómo escapó Mumia del corredor de la
muerte?
Él permaneció en el corredor de la muerte durante 30
años. Cuando uno es sentenciado a muerte en Estados Unidos, los
procedimientos de apelación son muy largos. Primero se intentó en el
estado que lo juzgó bajo sus propias leyes, luego en las cortes
federales bajo las leyes que se aplican en todo Estados Unidos. Hasta
principios de la década de 1990, Mumia usó todos sus recursos. Cada vez
fueron rechazados, hasta la Corte Suprema de los Estados Unidos, la más
alta corte americana. Luego, Mumia fue expuesto a dos órdenes de
ejecución. La primera, en 1995, produjo un aumento de la movilización en
Estados Unidos y de la conciencia en todo el país. Esta movilización
permitió que se levantara la orden y Mumia no fue ejecutado.
Pero
cuatro años después, en 1999, hubo el mismo intento. Mumia era aún más
conocido en el planeta, y hubo una gran movilización internacional que
llevó al gobernador del estado a revocar su decisión, sólo unas horas
antes de la ejecución programada, y desde el 2000, Mumia ha tenido
varios equipos de defensa, pero sobre todo se ha beneficiado de una
movilización que no ha hecho sino crecer en todo el mundo. A partir de
ese momento, la correlación de fuerzas se ocupó más de la cuestión de
las condiciones bajo las cuales Mumia había sido sentenciado, con el
objetivo de obtener una revisión de su juicio; y al mismo tiempo, sus
defensores pudieron ayudarlo financiera y legalmente a multiplicar las
pruebas de su inocencia.
Este trabajo realizado durante la
primera década del 2000, llevó en 2011 a la Corte Suprema de los Estados
Unidos a considerar finalmente que las condiciones bajo las cuales se
había dictado su sentencia de muerte eran cuestionables. Sin embargo,
aún considerándolo culpable, el Tribunal se negó a revisar su juicio.
Pero eso permitió que su sentencia fuera conmutada por cadena perpetua, y
fue liberado del corredor de la muerte en 2011, después de pasar allí
30 años. Esta primera victoria fue un estímulo para continuar la lucha.
Decir cadena perpetua, es como decir segunda sentencia de muerte -una
sentencia de muerte lenta en palabras de Mumia- sin posibilidad de
libertad condicional. Esta es la situación judicial en la que se
encuentra Mumia hoy.
En diciembre de 2018, la corte de
Pensilvania aceptó por primera vez que la defensa de Mumia pudiese
apelar. ¿Qué permitió esta evolución en su proceso?
Esta es
la mejor noticia que hemos tenido desde 2011, el acontecimiento judicial
más importante en su juicio. Esta decisión fue tomada por un tribunal
al que se le había pedido que examinara una nueva apelación de la
defensa de Mumia, basada en la nueva jurisprudencia del Tribunal Supremo
de Estados Unidos, que ahora prohíbe que el mismo magistrado se
involucre varias veces en el caso de la misma persona. Esta
jurisprudencia se aplica en particular a los juicios en los que el
resultado podría ser la pena de muerte.
El caso de Mumia
correspondía al caso de un condenado que había recibido un nuevo juicio.
En el caso de Mumia, el juez en cuestión era Ronald Castille, que había
sido fiscal en Filadelfia y luego juez de la Suprema Corte de
Pensilvania antes de convertirse en su primer presidente. Y cada vez que
el caso de Mumia era nuevamente abierto por su defensa en presencia de
ese magistrado, las apelaciones eran sistemáticamente desestimadas. Eso
ya no es posible bajo la ley estadounidense hoy en día, gracias a esta
nueva jurisprudencia de la Corte Suprema. Así que, después de más de un
año de numerosas audiencias, el juez -el único magistrado que ha
aceptado que Mumia pueda testificar por teléfono desde su sentencia de
muerte- accedió a la petición de una nueva apelación a Mumia…
Pero en los últimos días de 2018 los defensores de Mumia recibieron una ducha fría…. ¿Qué pasó?
Sí.
Ese golpe bajo fue dado por el nuevo fiscal de Filadelfia. Sin embargo,
era alguien que gozaba de buena prensa entre la comunidad
afroamericana, pero también, en términos más generales, en las
organizaciones de derechos humanos. Fue elegido brillantemente como
fiscal en 2017 después de una carrera ejemplar como abogado, donde
defendió todos los casos de violaciones de derechos humanos. Ha recibido
una gran simpatía de los más pobres, de las víctimas del racismo y la
discriminación. Esto explica la decepción y el enojo de los defensores
de Mumia cuando, un mes después de la decisión del juez de concederle el
derecho de un nuevo recurso, lo impugnó pidiendo su anulación pura y
simplemente.
Pues su intención ¡tuvo el efecto contrario!
Efectivamente,
hubo una fuerte movilización durante febrero y marzo para que ese
fiscal retirara su impugnación y para que Mumia se beneficiara de la
plenitud de la decisión del juez. Finalmente, ¡ la movilización ganó la
partida! Por su parte, el colectivo francés contribuyó a este éxito. A
principios de abril, el fiscal retiró su impugnación, lo que significa
que la decisión del juez puede ser implementada. Su defensa apeló
inmediatamente. Así pues, el caso judicial se ha reiniciado, mientras
que en los últimos años ya casi no creíamos en ello. Es un
acontecimiento considerable.
37 años en prisión deben haber
sido una experiencia difícil desde todos los puntos de vista. ¿Qué puede
contarnos también sobre el estado de salud de Mumia?
En los
últimos años, Mumia se ha enfrentado a condiciones muy difíciles,
incluso después de salir del corredor de la muerte. Aunque en una
prisión de seguridad media tiene contactos con otros presos, eso no fue
posible durante los 30 años que pasó en el corredor de la muerte, porque
estaba totalmente aislado.
Hace cuatro años, Mumia estaba muy
enfermo porque tenía hepatitis C. Casi se muere. También en esta ocasión
tuvo que librar una batalla legal absolutamente increíble, con una
fuerte movilización internacional, para poder obtener una mejor
atención. Como resultado de aquella movilización, el Servicio
Penitenciario de Pennsylvania fue condenado a darle tratamiento. Una vez
erradicado el virus de la enfermedad, Mumia está mejor, pero las
secuelas no han desaparecido, como la cirrosis hepática y, más
recientemente, la aparición del glaucoma.
Para quienes conocen
un poco sobre el trabajo de Mumia, sabemos que es un periodista
comprometido: se expresa regularmente sobre los acontecimientos actuales
del mundo, a través de sus cartas y escritos enviados desde la cárcel….
¿Cómo describiría la moral de Mumia a lo largo de los años?
Absolutamente,
Mumia es un erudito: tiene muchas cualidades, este gran Mumia. No sólo
es alto en tamaño, sino también en ideas. Escribió unos diez libros
durante su cautiverio. Trabaja regularmente como freelance en «Prison Radio«. Es una emisora de radio muy popular que da a los presos la oportunidad de comunicarse con sus familias.
Por
su parte, Mumia habla sobre temas mundiales, la política
estadounidense, los derechos humanos, la justicia, la pena de muerte, el
encarcelamiento masivo…. Como él dice, ¡ejerce su oficio de periodista
desde la cárcel!
***
Para ayudar a financiar la defensa de Mumia
Firma la petición Por Mumia Abu-Jamal, sólo hay una justicia: ¡su liberación!
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