1. Introducción
El
poder imperial del siglo XXI se sostiene con varios ejes. En esta
oportunidad mencionaremos algunos de ellos: el primero el sector
económico financiero orientado por las políticas del Fondo Monetario
Internacional, el Banco Mundial, la OCDE y el G8; el segundo, la
industria cultural de la cual Hollywood, Walt Disney, CNN, CBS, las
empresas publicitarias que orientan el consumo, entre otras, son sus
expresiones; el tercero, los monopolios de los circuitos de
alimentación mundial con sus centros de investigación en biotecnología,
clonación y nanotecnología aplicada, para mencionar solo algunos; el
cuarto, el complejo industrial militar con sus agencias públicas y
privadas de inteligencia, contrainteligencia y de ejércitos mercenarios
para la guerra quienes trabajan junto a la industria farmacéutica y los
laboratorios de guerra psicológica. Si revisáramos los clanes
familiares que son propietarios de cada uno de ellos, podríamos
observar que un puñado de apellidos comunes e interconectados emergería
como dueños de estos cárteles.
Estos consorcios globales, estos truts del capitalismo mundial colocan y derrocan presidentes, promueven salidas dictatoriales o las llamadas “aperturas democráticas” según sus intereses comerciales y de poder. Las “anormalidades”
que escapan al control del hegemón capitalista deben ser aplastadas con
la fuerza combinada de cada uno de estos ejes, independientemente de
los vergonzosos arrepentimientos que algunos otrora rebeldes puedan
realizar. Así lo presenciamos con las guerras bacteriológicas en el
medio oriente, el ántrax contra la población Kurda, los bloqueos
comerciales o de los espacios aéreos en Sarajevo, los asesinatos
televisados de Saddam Hussein (1937-2006) o Muammar Gaddafi (1942-2011).
La
revolución Bolivariana despertó la conciencia adormecida de la gran
patria Latinoamericana y Caribeña, propiciando el surgimiento de una
cadena de gobiernos de corte progresista que frenaron el ALCA y
construyeron la CELAC. Venezuela está en el epicentro de cualquier
iniciativa de contrarreformas en la región que intenten retrotraer al
continente al estado de postración gubernamental neocolonial de la
década de los noventa. Más aún, siendo la revolución Bolivariana un
estandarte mundial que frenó la onda de mercantilización y
privatización de la educación, resulta urgente colocar en la escena a
los capataces del capitalismo neoliberal en materia educativa. Por
ello, la convocatoria al foro en la patria de Bolívar y Chávez con la
Trinidad de las contrarreformas neoliberales en educación expresada en
Calderón, Piñeira y Pastrana. Pero veamos cuales fueron los rasgos
característicos en materia educativa de los gobiernos de estos señores
neoliberales.
2. La trinidad neoliberal en educación
México,
Chile y Colombia fueron escenarios de contrarreformas educativas y de
implementación de recetas neoliberales cuyos efectos aún se sienten. Si
revisamos el contrainforme educativo presentado por yo soy132
(2012) que analizó el sexenio educativo de Felipe Calderón podemos
constatar que durante su mandato los modelos y planes educativos se
adecuaron al mercado laboral mediante la puesta en marcha del modelo
pedagógico por competencias y habilidades el cuál se implementó desde
la primaria eliminando disciplinas de corte humanista como la filosofía
o la historia, eso sí, garantizando la permanencia de cátedras que “abordaban
el conocimiento de forma sesgada y confusa; lo que cumple con el único
objetivo de simplificar el conocimiento para formar obreros
certificados, y no sujetos que aspiren a ser técnicos calificados o
estudiantes universitarios; y que, en no más de una década, eliminará
generaciones de científicos y humanistas mexicanos y hará depender al
país en su totalidad de la tecnología y la ciencia producida en otros
lados” (informe citado).
Desde esta perspectiva, continuaba
señalando el contrainforme de yo soy132 tanto la RIEB[1]como la
RIEMS[2] sólo favorecieron la lógica del mercado limitando el acceso al
sistema educativo a miles de mexicanos. Además generó severos ataques a
experiencias como el Colegio de Bachilleres[3] y la Preparatoria
Abierta[4], promoviendo además certificados de egreso parciales que
ocultaban la deserción en los años escolares con mayores índices al
respecto. El gobierno de Calderón amplió los filtros para el ingreso a
las universidades al desacelerar la oferta de estudios universitarios.
Por
su parte, durante el gobierno de Pastrana, en 1999, se suscribió el
acuerdo extendido con el Fondo Monetario Internacional; esto significó
un plan de ajuste muy fuerte que llevó a la aprobación de varias
reformas tributarias regresivas, despidos masivos de trabajadores
estatales, reducción salarial y privatizaciones. En el área social las
exigencias fondomonetaristas precipitaron una reforma constitucional
para reducir los recursos que la nación giraba a los entes
territoriales (departamentos y Municipios) para ejecutar los servicios
públicos de educación y salud. Esto ha significado un castigo
considerable para la población en Colombia que cuenta con la mayor
concentración del ingreso en la región. Este recorte de los
presupuestos para salud y educación llevó a profundizar la política
neoliberal que ya había sido definida en el plan del desarrollo
gubernamental. Estos planes de desarrollo establecieron las
orientaciones y propósitos generales a las que se comprometen los
presidentes de Colombia desde que empiezan sus mandatos, los cuales
deben ser aprobados por el Congreso.
En el caso de la educación
básica pública, el gobierno de Pastrana introdujo el criterio de la
escuela como empresa, obligando a los colegios a cumplir con
"indicadores de gestión" de formato empresarial conforme a los cuales
se deben mantener e incluso aumentar las coberturas en número de
alumnos con menos recursos. Esto ha terminado por producir una
"masificación grotesca" de la educación pública en la cual la escuela
como contenedor acrítico, sin posibilidades que los jóvenes reciban una
educación integral se ve acompañada de la intensificación de las
jornadas de trabajo de los docentes y la pedagogía deviene en un asunto
menor, con consecuencias obviamente graves para los estudiantes.
Adicionalmente, el gobierno de Pastrana cambió el Estatuto profesional
de los docentes eliminando derechos adquiridos y el reconocimiento a
ascensos dentro del escalafón salarial por capacitación y experiencia.
En
lo que se refiere a la Educación Superior, es decir a las universidades
públicas, el gobierno de Pastrana definió e implementó el llamado
"Acuerdo para el Saneamiento, la viabilidad y el desempeño", mediante
el cual el Ministerio de Educación impuso bajo reglamentación
administrativa y negando la autonomía universitaria, la acreditación
previa de los programas y un sistema de evaluación, orientado bajo
parámetros neoliberales. El ajuste presupuestal también operó en la
educación superior obligando a las universidades a vender servicios de
asesoría y consultoría, lo que significó una privatización del
conocimiento y llevó a aumentar los costes de las matrículas.
Por
su parte la política educacional ejercida por Sebastián Piñeira resultó
ser la continuidad del modelo sustentando e implementado por la
Dictadura de Pinochet. El continuismo y la profundización de la
concepción de la educación como un producto más del mercado fue el
sello característico de la administración educativa de Sebastián
Piñeira. Frente a lo anterior, como ningún gobierno precedente, se vio
enfrentado al movimiento social más dinámico que ha conocido Chile (el
movimiento estudiantil) en las últimas décadas, que exigía la caída de
la educación neoliberal. Expresiones de esta resistencia a través del
tiempo fueron la rebelión de los pingüinos de la educación media y el
movimiento universitario que tuvo como una de sus protagonistas a
Camila Vallejo.
3. La especulación y el acaparamiento como táctica política acompañada del discurso neoliberal. Farmatodo y la actual coyuntura
El
foro de la trinidad neoliberal en educación realizado en Caracas no
tuvo el impacto político que sus organizadores pensaron, pero
evidentemente fue el preludio de la continuidad de acciones contra la
estabilidad del gobierno Bolivariano. La intromisión de estos ex
presidentes en la política venezolana, es claramente parte de una
acción concertada de los grandes centros del capital mundial que
procuran arrinconar y derrocar al gobierno Bolivariano. No son tontos
“ni caídos de la mata”, ellos sabían del limitado impacto nacional que
tendría la presencia de esta “trilogía” que trabaja contra la educación
como derecho humano fundamental, pero desde siempre apostaron al manejo
que a posterior le darían a sus andanzas las cadenas informativas
pertenecientes a la industria cultural capitalista, pretendiendo
oscurecer el talante democrático de la Revolución que han liderado
Chávez y Maduro. En esa línea de múltiples convergencias de los
distintos ejes de poder imperial, es evidente que los distintos actores
económicos venezolanos vinculados a los truts capitalistas
globales juegan a la desestabilización mediante el acaparamiento como
arma política. Los ricos una vez más desafían al gobierno con la
soberbia de siempre, la propia de los dueños del capital contra el
pueblo. En ese sentido, entendemos, valoramos y apoyamos la decisión
tomada contra la cadena de farmacias Farmatodo que debe convertirse en
una oportunidad para abrir y hacer públicos a la ciudadanía, los libros
de contabilidad de esta empresa cuyas conexiones con el complejo
farmacéutico mundial parecieran más que evidentes.
@Luis_Bonilla_M
[1] La llamada Reforma Integral de Educación Básica de la administración de Felipe Calderón
[2] La denominada Reforma Integral de la Educación Media Superior implementada por la administración de Felipe Calderón
[3] El Colegio de Bachilleres creado en 1973 tenía como objeto ofrecer estudios de bachillerato a los egresados de la educación secundaria, en las modalidades escolarizada y no escolarizada.
[4] Oferta no escolarizada de estudios post secundarios
Fuente: http://aporrea.org/educacion/a202124.html
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