Antes del terremoto del año 2010 la situación en Haití ya era
complicada. Los efectos combinados de la crisis económica mundial, la
crisis alimentaria en el país y la temporada de huracanes a partir de
agosto del año 2008 habían producido graves contratiempos.
·
La crisis económica mundial impactó fuertemente en la economía haitiana
ya que el 40% del PBI del país se nutre de las remesas de los
trabajadores emigrados.
· La crisis alimentaria produjo
grandes manifestaciones en el año 2008, con su pico en el mes de abril.
Desde diciembre de 2008 aumentaron los incidentes civiles violentos y
sólo en febrero de 2009 hubo 69 manifestaciones. Las fuerzas de la
MINUSTAH reprimieron las protestas.
· Los daños provocados
por los huracanes equivalían al 15% del PBI haitiano, afectando
particularmente a la ciudad de Gonaives.
En las elecciones de
abril de 2009 el Consejo Electoral Provisional decidió no aceptar a
ningún candidato del mayoritario partido Fanmi Lavalas. El escandaloso
proceso electoral fue financiado, resguardado y controlado por la
MINUSTAH (Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Haití).
El informe de la misión enviada por el Consejo de Seguridad de las
Naciones Unidas a Haití en el año 2009 es claramente intervencionista:
“el establecimiento de instituciones de gobierno legítimas y que rindan
cuentas sigue siendo esencial para la consolidación de la estabilidad
en Haití. Pese a los esfuerzos de la MINUSTAH, en colaboración con los
principales asociados, para aumentar la capacidad institucional de
Haití, tanto el gobierno central como la administración local siguen
padeciendo de una capacidad limitada para prestar servicios básicos. La
salud y la educación se cuentan entre los ámbitos en que la capacidad
del Estado es más deficiente”. Lógicamente la recomendación de la
misión es que “el gobierno de Haití debe aprovechar plenamente el apoyo
internacional a fin de crear capacidad para prestar los servicios que
el pueblo necesita”.
Como ejemplo de esta supuesta
incapacidad del Estado haitiano el informe menciona: “las prolongadas
controversias respecto del pago de sueldos a los maestros y las graves
protestas laborales que han paralizado algunos hospitales de la
Capital”.
La afirmación en el año 2010 de que Haití seguía
siendo estructuralmente igual que cuando comenzó la intervención en
2004 revela más el fracaso de las organizaciones internacionales
responsables de la reconstrucción que las propias falencias del Estado.
No había nada en Haití que se hiciera en forma independiente de la
tutela de las grandes organizaciones internacionales. Y el esquema no
había funcionado.
La cooperación de Ecuador con Haití se
plantea en un escenario contradictorio: la MINUSTAH por un lado y la
cooperación Sur-Sur por el otro. Ecuador, al formar parte de los dos
procesos, debilita conceptualmente la unidad de su política exterior.
Mientras la MINUSTAH es una forma de intervención Norte-Sur (o más
específicamente del sur sobre el sur desde el norte), el modelo de
cooperación ecuatoriano con Haití se mueve dentro de un modelo de
cooperación Sur-Sur. No parece viable la pertenencia a ambas instancias
al mismo tiempo.
La MINUSTAH
Las
Naciones Unidas intervienen en Haití a partir de septiembre de 1993
cuando se desplegó una operación conjunta de las Naciones Unidas y la
OEA. Haití lleva casi 22 años de intervención.
El 30 de abril
de 2004 se decidió establecer la Misión de Estabilización de las
Naciones Unidas en Haití. El comando de la fuerza quedó en manos de
Brasil y los países interviniente son: Argentina, Bolivia, Brasil,
Canadá, Chile, Croacia, Ecuador, Estados Unidos, Filipinas, Guatemala,
Jordania, Nepal, Paraguay, Perú, Sri Lanka y Uruguay. Venezuela no
participa en la fuerza y Colombia colabora con personal policial.
Venezuela lleva adelante su programa PetroCaribe que genera un ingreso
de casi 200 millones de dólares al fisco haitiano.
El ingreso
de la Minustah en Haití se da a continuación del golpe de Estado del
año 2004 contra el presidente Aristide, su secuestro y deportación,
primero a la República Centroafricana y luego, el 31 de mayo, a
Sudáfrica. Ese año 2004 se celebraron los 200 años del nacimiento de la
primera república negra de la historia. El entonces presidente
sudafricano Thabo Mbeki fue el único presidente extranjero presente en
esos actos celebratorios, desatendiendo la sugerencia de Estados Unidos
de no asistir a las festividades.
Desde que la MINUSTAH
ingresó en Haití se multiplicaron las denuncias sobre la
responsabilidad de las fuerzas en diversos crímenes. Las fuerzas
extranjeras son causantes de la represión y de los asesinatos de
militantes en los barrios populares.
En ocasión del terremoto
de enero de 2010 casi todos los 6 mil efectivos de la MINUSTAH en
Puerto Príncipe se abocaron al trabajo de rescatar a los miembros de
Naciones Unidas que estaban en el Hotel Christophe y en el Hotel
Montana. Como dijo el antropólogo brasileño Omar Ribeiro Thomas: “La
ONU ayuda a la ONU, los haitianos ayudan a los haitianos”. La Minustah
no se hizo cargo del abastecimiento, de los trabajos de voluntariado ni
de organizar a la población. Fue la misma población la que se organizó,
improvisando tiendas y barracas. Ningún vehículo de la Minustah
patrulló la ciudad, no organizó la distribución de agua ni de comida,
no se encargó de la búsqueda de cadáveres, ni impidió los pocos saqueos
que hubo. No hubo presencia de Naciones Unidas ni de ninguna
organización internacional. La única fuerza que recorría las calles de
Puerto Príncipe recogiendo los cadáveres era la prefectura de Puerto
Príncipe. La red de comerciantes llamada ‘Madanm Sara’, que conecta a
Puerto Príncipe con el interior y el exterior del país, garantizó la
llegada de los alimentos a la ciudad en la noche siguiente al
terremoto.
“Contrariamente a lo que se ve en la prensa
dominante, y a los argumentos pseudo-hobbesianos de los politólogos que
no sueñan en poner un pie en Haití, las instituciones haitianas fueron
los únicos capaces de responder al desastre en los días que siguieron
al gran terremoto” [1] .
La cooperación de Ecuador
Luego del terremoto del 12 de enero de 2010, el gobierno de Ecuador, a
través de su presidente Rafael Correa, se hizo presente en Puerto
Príncipe el 29 de enero de 2010, cuando Ecuador ostentaba la
presidencia pro tempore de Unasur con el propósito de ofrecer la
solidaridad de la Unasur y planificar la reconstrucción conjunta del
país. Once días después Unasur lanzaba su plan de ayuda, coordinado con
el gobierno de Haití.
En estos términos multilaterales
Unasur fue la primera instancia multilateral en solidarizarse y hacer
efectiva la solidaridad con dinero y distintas formas de colaboración.
Correa subrayó que Haití debe tener el liderazgo de la reconstrucción y expresó: "siempre escucharemos el Gobierno haitiano".
En septiembre de 2010 el presidente Correa dijo en Puerto Príncipe,
donde había viajado para revisar el avance de la ayuda, que "no
queremos imperialismo humanitario" expresando sus sentimientos de
"afecto y solidaridad" a los haitianos. "No podemos hacer todo, pero lo
poco que podemos hacer, lo hacemos en serio".
Pero además, más allá de la Unasur, Ecuador estableció una relación bilateral en la que Haití, por mandato presidencial, es una prioridad.
Cuatro motivos podrían esgrimirse para justificar esta prioridad:
1. Reconocimiento al rol histórico de Haití en la región. Y también un
saldo de una deuda histórica contraída por nuestros países. “La gran
aportación haitiana y su apoyo político, financiero y militar que su
gobierno concedió al libertador Simón Bolívar en su gesta libertaria en
el norte de América del Sur, coadyuvó decididamente a la liberación
política y la terminación del sojuzgamiento de los pueblos que hoy
componen varias repúblicas sudamericanas, entre ellas el Ecuador” [2] .
2. Prevención ante la aparición de un Estado fallido, léxico que
debemos abandonar en nuestras políticas exteriores en virtud del
carácter teleológico de la argumentación relacionada con el concepto.
3. Importancia geopolítica de Haití: desde el punto demográfico Haití
es el segundo país más poblado del Caribe, después de Cuba.
Territorialmente es el tercer país más extenso, después de Cuba y
República Dominicana. Tiene más extensión que Puerto Rico y Jamaica,
las grandes Antillas. Está separado de Cuba apenas por 90 kms. Está muy
cerca de Jamaica y comparte territorio con República Dominicana. Se
encuentra estratégicamente ubicada respecto al Canal de Panamá y de la
ruta petrolera que va de Maracaibo a Estados Unidos. Los flujos
migratorios son importantes: 500 mil en República Dominicana, 250 mil
en Cuba, 30 mil en las Bahamas. La mano de obra haitiana es el sostén
fundamental de la producción del principal producto de exportación
dominicano: el azúcar. El puerto natural del Mole de Saint Nicolas fue
negociado entre Jean-Claude Duvalier y Ronald Reagan para sustituir a
Guantánamo, quizás vuelva a serlo.
4. Ecuador quiere impulsar
su presencia en el Caribe mediante el fortalecimiento de la cooperación
política, económica y la asistencia técnica y humanitaria al pueblo
haitiano.
El carácter prioritario de la relación se plasmó en
un convenio de cooperación, firmado en ese mismo año 2010, mediante el
cual e Gobierno ecuatoriano ordenó al Cuerpo de Ingenieros del Ejército
la planificación y ejecución de obras de ayuda humanitaria en
protección, recuperación y reconstrucción de Haití en los sectores
vial, agrícola, educativo, sanitario y de apoyo al desarrollo
comunitario.
El primer contingente, Misión de Apoyo a la Reconstrucción de Haití-Ecuador (MARHEC-1) inició su tarea en mayo de 2010.
Esa unidad de especialistas ha trabajado sobre todo en la provincia
haitiana de Artibonite, donde ha reconstruido puentes y carreteras y ha
capacitado personal haitiano en la operación de la maquinaria donada.
Ecuador ha enviado cuatro misiones de cooperación a Haití, integradas
por oficiales, voluntarios y trabajadores públicos de las Fuerzas
Armadas, a partir de un esquema de cooperación Sur-Sur. Esta
cooperación ha beneficiado a más de 150.000 haitianos. La ayuda de la
república del Ecuador a Haití es de 20 millones de dólares hasta el
momento.
1. En el periodo
2010-2012 Ecuador invirtió 13,5 millones de dólares para construir 138
puentes asfaltados, mejorar 175 km de carreteras, limpiar canales de
riego y construir sistemas de alcantarillado.
2. En la
segunda fase, lanzada en julio de 2012, Ecuador envió un nuevo
contingente militar, mayoritariamente ingenieros, a la región de
Artibonite (norte), con un presupuesto de 15 millones de dólares, para
la reconstrucción de vías y carreteras, puentes, escuelas y viviendas.
También se acordó en 2012 que las Fuerzas Armadas de Ecuador
asesorarían a Haití en la conformación de su nuevo Ejército. Y los
oficiales de la Policía haitiana seguirían formándose en las academias
ecuatorianas.
El presidente Correa sostuvo que “la colaboración no solo será en reconstrucción en infraestructura, sino en ayudar a reinstitucionalizar el país”.
El Convenio de Cooperación para la Reconstrucción de Haití concluyó el 31 de diciembre de 2013.
Ecuador entregó en comodato un inmueble para la apertura de la embajada
y consulado de Haití en Quito el 23 de mayo de 2013, por un período de
10 años. Se mantiene pendiente la apertura de la embajada de Ecuador en
Puerto Príncipe.
3. En noviembre de 2014, durante la visita
del presidente haitiano Michel Martelly a Quito, se trató el apoyo de
Haití a la agenda de la presidencia pro témpore de Ecuador en el año
2015 de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
Por su parte Ecuador apoya la opción de traslado de la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA de su actual sede
en Washington a la República de Haití. El presidente Martelly ofreció a
Haití como sede en la IV Conferencia de Estados Parte de la CIDH, el 26
de mayo de 2014. Entregó un video señalando el lugar donde funcionaría
la nueva sede.
Ecuador estudiará la posibilidad de que la
aerolínea estatal Tame abra una ruta hacia Puerto Príncipe, en virtud
de que el presidente Michel Martelly informó sobre la construcción de
un nuevo aeropuerto en el norte del país, que podría recibir vuelos de
Ecuador. El presidente Correa ofreció la capacitación de los
controladores aéreos y meteorológos. Ecuador busca negociar con Haití
un acuerdo general sobre Servicios Aéreos.
El presidente Martelly también se refirió al problema de la migración y dijo que Ecuador, Perú, Haití y Brasil se reunirían
para encontrar una solución a la crisis de la trata de personas.
Ecuador, Argentina y Chile son los únicos países latinoamericanos que
no piden visa a los ciudadanos provenientes de Haití.
Además
de esta cooperación sur-sur a nivel presidencial, Ecuador ha lanzado el
programa Bilateral de Cooperación Técnica Haití-Ecuador 2015-2017, a
través de la SETECI – Secretaría Técnica de Cooperación Internacional.
Allí se están implementando 7 proyectos de cooperación solicitados por
instituciones haitianas al Ecuador y aprobados. El 10 de diciembre de
2014 se realizó en Puerto Príncipe la primera reunión de la Comisión
Mixta de Cooperación Técnica. Allí fue donde se analizaron los 7
proyectos mencionados, a cargo de la Secretaría.
Ellos son:
1. Apoyo a los programas de explotación económica de los recursos minerales
2. Apoyo al sistema de identificación de la población en situación de pobreza
3. Apoyo al plan nacional de respuesta de desastres naturales
4. Fortalecimiento del Sistema Nacional de levantamiento de datos
5. Apoyo al Sistema Nacional Descentralizado de Planificación
6. Fortalecimiento de la Dirección de Asuntos Económicos y de Cooperación
7. Fortalecimiento de la Dirección de la Documentación y de los Archivos de la Cancillería Haitiana.
La rápida cooperación de Unasur
La Unión de Naciones Suramericanas –UNASUR- celebró una reunión de
emergencia el 9 de febrero de 2010 en Quito, Ecuador, para examinar la
situación en Haití luego del terremoto. Acordaron por unanimidad ayudar
en la reconstrucción de Haití en las tres áreas principales propuestas
por el presidente haitiano René Préval: infraestructura y energía,
agricultura y salud. El trabajo sería coordinado y aprobado por el
gobierno de Haití.
Acciones concretas: suministro de
materiales, maquinaria e ingenieros para trabajar en la
infraestructura, particularmente en la construcción de carreteras y
redes eléctricas, además de estudiar el impacto del gas como una fuente
alternativa de energía. Los países proporcionarán especialistas,
semillas, fertilizantes y otros recursos para la reconstrucción del
sector agrícola. Aumentarán las actividades ya realizadas por el
Consejo Suramericano de la Salud y ayudarán a canalizar en acciones
conjuntas, la ayuda humanitaria y la reconstrucción coordinadas por el
gobierno haitiano.
Estas medidas son adicionales a otros
aportes como tiendas de campaña y la construcción de refugios de
emergencia, así como el desarrollo de un programa de reforestación.
Migración
: UNASUR exhortó a los Estados miembros a la aplicación de procesos
especiales para regularizar el estatus migratorio de los/as
haitianos/as en sus países, que eliminen temporalmente los aranceles a
los productos de exportación haitianos, que estimulen la inversión de
empresas sudamericanas que utilizan mano de obra haitiana y que
cancelen la deuda externa de Haití. En ese sentido Ecuador, con vistas
a facilitar la vida de los/as haitianos/as indocumentados/as que viven
en el país, firmó un decreto el 9 de febrero de 2010 para legalizar su
estatus migratorio. Los haitianos llegados antes del 31 de enero
recibirían su visa de inmigrante gratis, legalizando la situación de
15.000 inmigrantes haitianos. Así también se permitió el ingreso de sus
familias que aún estaban en la isla.
Ayuda : UNASUR
aprobó $100 millones para ayuda y pidió una cifra adicional de $200
millones al Banco Interamericano de Desarrollo, que sería abonada por
los países de UNASUR a un plazo de 15-20 años con interés mínimo.
Solidaridad
: la ALBA (Alianza Bolivariana para las Américas), de la cual Ecuador
es miembro, decidió cancelar la deuda de Haití con sus países. El 5 de
febrero de 2012 la ALBA aprobó un Plan Especial con énfasis en salud,
educación, producción alimentaria e infraestructura.
La ayuda de los “países donantes”:
e l 25 de enero de 2010, incluso antes de la reunión de la Unasur, hubo
otra reunión de “ayuda a Haití” en Montreal, Canadá. Estados Unidos y
Canadá lideraban el “Grupo de Amigos de Haití”, junto a una decena de
otros países “donantes”, incluyendo a Japón y la Unión Europea, que se
reunieron en conferencia para “contribuir a establecer una visión clara
y común dentro de la comunidad internacional para la recuperación
inicial y reconstrucción a largo plazo de Haití”.
También
asistieron representantes de las principales instituciones financieras,
el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. En la reunión no
se hizo mención de ninguna condonación de la deuda o de cómo la deuda
había frenado el desarrollo de Haití.
En síntesis, la ayuda a
Haití fue una ayuda de Estados, bilateral o multilateral. La
cooperación de las ONGs, que son 750 en Haití, no llegaba o no lo hacía
efectivamente, según lo comunicó el propio presidente Michel Martelly a
todos los mandatarios de Unasur. El presidente haitiano pidió una
cooperación “que apunte a construir institucionalidad”, o sea devolver
a las instituciones públicas haitianas la capacidad de poder continuar
con el proceso de recuperación.
En este proceso de
institucionalización es donde Ecuador puede y debe cooperar
específicamente. Esto implica, en consecuencia, la conveniencia de
contar con un Fondo Nacional de Cooperación Sur-sur, ente similar a una
Agencia de cooperación, entidad que ya tienen Brasil y Chile. Tal Fondo
le permitirá al país ampliar el intercambio de experiencias,
metodologías y fortalecimiento de capacidades entre nuestros países.
Haití será el primer beneficiario del Fondo de Cooperación Sur-Sur de
Ecuador en el año 2015.
La institucionalización
Podríamos decir que los problemas de Haití se concentran en dos grandes problemáticas:
1. La reconstrucción física del país, lo que implica una larga serie de
trabajos de interconexión vial, puentes, carreteras, vivienda,
infraestructura, etc. Aquí se distinguen tres tipos distintos de
problemas:
a. La diferente vinculación con las necesidades
haitianas entre los procesos de cooperación N-S y los procesos de
cooperación S-S o de cooperación triangular.
b. El
comportamiento típicamente imperialista de los “países donantes”, que
hacen caso omiso de la asimetría de poder internacional y establecen
cláusulas de reciprocidad en la ayuda y de adjudicación de culpas en el
discurso.
c. La fragmentación, dispersión y solapamiento de
las distintas formas de cooperación, entre ellas también la cooperación
S-S (ALBA, Unasur, ABC, Ecuador), donde se combinan vinculaciones
multilaterales con bilaterales.
2. La institucionalización
del país. A la inestabilidad del país se sumó una aún más precaria
institucionalidad. La reciente crisis entre el Parlamento y el
presidente, la disolución del Parlamento, las manifestaciones contra el
presidente, el cambio de gobierno, el gobierno por decreto, son los
indicadores de una inestabilidad política constante. En Haití hay más
de 50 partidos políticos con aspiraciones electorales.
Hay cuatro factores que inciden negativamente en la institucionalización haitiana:
a. La informalidad de la economía, que impide una adecuada captación de
impuestos para solventar los gastos del Estado y la elaboración de una
planificación soberana.
b. La proscripción del partido más
popular del país, Fanmi Lavalas, que produce crisis de legitimidad y de
gobernabilidad al mismo tiempo. Dificulta los consensos entre las
fuerzas políticas, incentiva el perfil represivo del gobierno y unifica
los reclamos por la retirada de la MINUSTAH, que criminaliza las
protestas.
c. La presencia de las fuerzas de ocupación, que
son identificadas como parte del monopolio legítimo de la violencia del
Estado y en consecuencia como brazo represivo del gobierno.
d. La presión de la “comunidad internacional”, incluso y sobretodo vía
los procesos de cooperación Norte-Sur, que tiene flujos mayores de
ayuda y reduce la capacidad de los países de la Unasur para influir
políticamente en el proceso interior haitiano.
[1]
Omar Ribeiro Thomaz, “ O terremoto no Haiti, o mundo dos brancos e o
Lougawou”, profesor del departamento de Antropología de UNICAMP,
Investigador de CEBRAP (Centro Brasileño de Análisis y Planeamiento),
Novos Estudos, CEBRAP no.86 São Paulo Mar. 2010,
[2] Discurso del canciller Ricardo Patiño en el Consejo Permanente de la OEA, 14 de enero de 2015.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
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