El líder de la izquierda azteca reiteró que no va a
reconocer a Enrique Peña Nieto como presidente de México y también, de
forma pacífica, a manifestarse en contra de las llamadas reformas
estructurales.
La Radio del Sur/La Jornada
El ex candidato presidencial de la izquierda mexicana, Andrés Manuel
López Obrador, anunció este domingo que se separa de los partidos del
Movimiento Progresista que apoyaron su aspiración para “dedicar toda mi
imaginación y trabajo a la causa de la transformación de México”.
En su discurso ante un zócalo de la capital azteca prácticamente
lleno, manifestó que “no se trata de una ruptura, me despido en los
mejores términos”. Estamos “a mano y en paz” con el Partido
Revolucionario Democrático (PRD).
Anunció que Morena (Movimiento de Regenaración Nacional) entra a una
etapa de reflexión para determinar democráticamente si continúa como
asociación civil o se constituye en partido político.
“Hoy se ha dado a conocer la convocatoria para elegir a los órganos
de dirección (del movimiento) en los estados, así como al consejo y al
comité ejecutivo nacional de Morena”. Por mi parte, adelantó,
participaré el 15 de septiembre como delegado efectivo en la asamblea
que me corresponden, en Copilco, ciudad de México.
Afirmó que lo primero será “consolidar la organización interna de
Morena, manteniendo el carácter de movimiento amplio, plural e
incluyente. Es decir, Morena continuará siendo un espacio abierto a
todos los ciudadanos, corrientes de pensamiento y clases sociales”.
López Obrador reiteró que no va a reconocer a Enrique Peña Nieto
como presidente de México y también, de forma pacífica, a manifestarse
en contra de las llamadas reformas estructurales.
En su discurso resaltó que se inicia una nueva etapa. “Vamos a
recomenzar porque así lo exigen las circunstancias. Hagámoslo con el
mismo entusiasmo de siempre”, declaró.
Morena resolvió no reconocer a Enrique Peña Nieto como presidente de
México y recurrir a la desobediencia civil pacífica, que incluye
realizar el 1 de diciembre acciones “contra la imposición en todas las
plazas públicas del país”.
Desde el zócalo capitalino, donde se llevó a cabo la asamblea de
López Obrador, el movimiento acordó un plan de acción que establece:
acciones informativas y culturales en plazas públicas todos los fines
de semana, promover el establecimiento de un tribunal popular
electoral, con posibilidad de réplica en los estados, rechazar la Ley
Federal del Trabajo, conmemorar el 2 de octubre la matanza de
estudiantes “para recordar lo que ha representado y representa el PRI”.
Asimismo, convocar a todos los ciudadanos y movimientos a realizar
una campaña por la democratización de los medios de información, un
boicot a medios como Televisa y a exigir nuevas concesiones de medios.
RO

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