Otra vez en la vía
Después de 29 años, un tren de pasajeros volvió a unir los territorios de Argentina y Uruguay.Cerca de las 18.00 llegó a la estación Midland, en Salto, el "Tren de los pueblos libres", que ayer partió desde la ciudad argentina de Concordia, llevando en el primer salón a la presidenta argentina, Cristina Fernández, al ministro de Economía y compañero de fórmula por la reelección, Amado Boudou, y a otros ministros, senadores y diputados argentinos. El acto de ayer fue tomado como un paso más en la recomposición de las relaciones bilaterales entre Argentina y Uruguay, y fue también un escenario más en la campaña electoral de Fernández, acompañada por cientos de simpatizantes que cruzaron el río.
Desde las 16.00 la estación Midland, que fue remodelada para la ocasión, estaba repleta de gente. El intendente de Salto, Germán Coutinho (Partido Colorado), así como su colega de Concordia, Gustavo Bordet, y el gobernador de Entre Ríos, Sergio Uribarri, destacaron que fue "un día histórico".
Cerca de Cristina
En la última edición de Participando, órgano de prensa del MPP, hay una página dedicada al triunfo de Cristina Fernández en las elecciones primarias del 14 de agosto. “Los orientales en la Argentina, no podemos, no queremos, bajar los brazos. A pesar de nuestras diferencias o nuestros puntos de vista particulares, seguiremos trabajando por el proyecto nacional y popular que abrió Néstor y continuará con total entereza Cristina y, fundamentalmente, las grandes mayorías argentinas”, sintetiza uno de los columnistas, Walter Mariño.El presidente José Mujica esperaba a su colega con un ramo de flores, tal como le había pedido Cristina durante su último encuentro en Buenos Aires, flanqueado por el vicepresidente Danilo Astori y varios de sus ministros. Luego de que una locomotora anunciara la llegada del tren, de los saludos de rigor y de un brevísimo encuentro entre ambos mandatarios, los dos se dirigieron a las aproximadamente 500 personas que se juntaron en la estación.
Un gran alero
Mujica opinó que el de ayer fue un día "de fiesta" y "de compromiso". "Vamos pasito a pasito estrechando y mejorando permanentemente nuestra relación, vamos construyendo como podemos, porque el Mercosur no es un dechado de virtudes, es lo que hemos podido hacer", dijo, y destacó que la interconexión ferroviaria reinaugurada hoy "entra en la literatura de juntar las infraestructuras, de mejorar la comunicación, de mejorar los puntos de contacto".El presidente dijo que queda "mucho por hacer" por la integración. Explicó que los jóvenes "van a vivir un mundo que nosotros los viejos no podemos ni imaginar, van a vivir la época de las gigantescas unidades continentales, de las supranaciones, como no ha conocido la historia de la humanidad. Y en ese tiempo ¡ay de los débiles! Y para no ser débiles hay que juntarse, queridos compatriotas". "Nadie debe abdicar de su independencia, pero hay que entender con franqueza: para que la casa chica pueda perdurar con notoria independencia se precisa un gran alero común que cobije a todas las casas chicas para el mundo que va a venir. Esto simboliza este ferrocarril", aseguró.
Además, Mujica dijo que el gobierno, pero también los trabajadores ferroviarios, quedan comprometidos luego del acto, porque el ferrocarril "va a tener que galopar por nuestras viejas vías y tendremos que remendarlas, y tendrán que venir los trenes de carga, y nuestros viejos ferroviarios se tendrán que remozar y aprenderlos a usar y transmitir conocimientos a las nuevas generaciones".
Como en casi todos los encuentros con Fernández, Mujica finalizó su discurso agradeciendo al pueblo argentino por recibir a los uruguayos que "tienen que rajar", y dijo estar esperando los resultados del censo argentino para "tener una idea de los compatriotas" que viven en el país vecino.
La gente, en su mayoría argentinos, respondió: "Olé olé, olé olá, el Pepe y Cristina unidos siempre están". Cuando la que se acercó al micrófono fue la presidenta argentina, los cánticos ya fueron más directos: "¡Borom bom bom, borom bom bom, para Cristina la reelección!" decía el coro que Cristina tuvo que acallar: "Estamos en Uruguay, chicos, acá no debemos hacer política".
Sin piquetes
Para la presidenta argentina el de ayer no fue un "pasito" sino "un pasote", ya que "hasta hace no muy poco tiempo, por esas cosas tontas, esas cosas que pasan cada tanto entre los pueblos hermanos, no podíamos cruzar de un lado al otro", recordó.Fernández comparó las similitudes entre las historias ferroviarias de ambos países, y explicó que desde 1977, en Argentina, se dio "un desmantelamiento progresivo de nuestros ferrocarriles", como sucedió en Uruguay a partir de 1985. Dijo que hay que poner "mucha fuerza y mucha colaboración entre todos" para poder "prestar el mejor servicio y no terminar siendo funcionales a los intereses de quienes quieren desmontar esto que conviene a los pueblos".
Coincidió con Mujica en la necesidad de trabajar por la integración. "Los únicos que han sacado rédito de las divisiones entre los países y dentro de los países no hemos sido nosotros, sino los que viven a miles de kilómetros. Por eso, con esa inteligencia y comprensión tenemos que acentuar y profundizar los procesos de integración regional, que no serán perfectos, que tendrán sus defectos, pero que son el único camino posible", aseguró, y asignó mayor responsabilidad a Argentina por ser uno de los países grandes de la región: "Como los hermanos mayores, tenemos mayores responsabilidades y debemos hacernos cargo, por eso me hice cargo cuando era necesario, oportunamente, terminar con esas divisiones entre uruguayos y argentinos, y poner las cosas en su lugar. Y aquí están los frutos, en este tren", celebró, ante los aplausos de los simpatizantes kirchneristas que la acompañaron.
Manteniendo el tono de campaña, la presidenta argentina aseguró que ambos países seguirán construyendo "conectividad física, vínculos políticos y económicos que nos preparen a ambos y a la región en general para abordar ese mundo que ya llegó y que, por suerte, nos encuentra bien parados, por suerte, nos encuentra con gobernantes que en un mundo en donde nos decían que había un sólo pensamiento y un sólo camino, tercamente, insistimos que nuestro destino es el que nosotros proyectamos y diseñamos, no el que nos quieren imponer desde afuera, con doctrinas, proyectos y modelos que han fracasado estrepitosamente". Antes de despedirse, y después de alabar las banderas uruguayas y argentinas que tenía la gente, Fernández, en un departamento colorado, saludo a la "hermosa" bandera "del Frente Amplio, que es la bandera de Artigas".